Un hombre camina sobre un mapa que muestra los países de la zona euro en el vestíbulo del Banco Central Europeo en Fráncfort, Alemania, el 6 de junio de 2024. (Foto AP/Michael Probst)

Un hombre camina sobre un mapa que muestra los países de la zona euro en el vestíbulo del Banco Central Europeo en Fráncfort, Alemania, el 6 de junio de 2024. (Foto AP/Michael Probst)

Crecimiento de Europa se estanca 0.1 % mientras que la de EE. UU. crece 3 % en el segundo trimestre

La economía de la zona euro se estancó, mientras que el PIB de Estados Unidos repuntó con fuerza, en un contexto en el que las tensiones arancelarias, las restricciones fiscales y las perturbaciones geopolíticas ensombrecen las perspectivas

EUROPAPor Tom Ozimek
30 de julio de 2025, 8:54 p. m.
| Actualizado el30 de julio de 2025, 8:54 p. m.

La economía de la zona euro apenas creció en el segundo trimestre de 2025, lo que pone de relieve la debilidad del impulso en el bloque de 20 países, mientras que Estados Unidos registró un fuerte repunte durante el mismo periodo.

Eurostat dijo el 30 de julio que el PIB ajustado estacionalmente de la zona euro aumentó un 0.1 por ciento con respecto al trimestre anterior, mientras que la producción de la Unión Europea (UE) de 27 miembros en su conjunto ganó un 0.2 por ciento. Ambas cifras marcaron una fuerte desaceleración con respecto al primer trimestre, cuando el crecimiento alcanzó el 0.6 por ciento y el 0.5 por ciento, respectivamente.

Entre las principales economías, España lideró el crecimiento con un 0.7 por ciento, seguida de Francia con un 0.3 por ciento. Alemania e Italia se contrajeron un 0.1 por ciento cada una, lo que pone de relieve la persistente divergencia dentro del bloque.

Al otro lado del Atlántico, los datos de Estados Unidos mostraron un panorama mucho más optimista. La Oficina de Análisis Económico informó que el PIB de EE. UU. aumentó un 3 por ciento en términos anualizados entre abril y junio, revirtiendo la contracción del 0.5 por ciento registrada en el primer trimestre y superando las expectativas de los economistas, que se situaban en el 2.4 por ciento. El repunte se vio impulsado por una caída del 30 por ciento en las importaciones —una inversión de la acumulación de existencias relacionada con los aranceles— y un aumento del 1.4 por ciento en el gasto de los consumidores.

Estados Unidos y la UE alcanzaron recientemente un acuerdo comercial que redujo las tensiones inmediatas, pero impuso aranceles del 15 por ciento a las exportaciones de la UE al mercado estadounidense, una medida que probablemente lastrará el crecimiento de la zona euro. El acuerdo aún no fue ratificado por los miembros de la UE y los detalles pendientes hacen que las empresas europeas sigan mostrándose reacias a invertir.

Mientras tanto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó al alza el martes sus previsiones de crecimiento para todo el año en la zona del euro, citando una actividad en el primer trimestre mejor de lo esperado, debido principalmente al aumento de las exportaciones farmacéuticas irlandesas. Sin embargo, el fondo advirtió que la demanda en la zona del euro en general sigue siendo moderada y que persisten los riesgos derivados de los aranceles y las tensiones fiscales.

En su actualización de las perspectivas de la economía mundial de julio, el FMI prevé que el PIB de la zona del euro crecerá un 1 por ciento en 2025 y un 1.2 por ciento en 2026, lo que supone una revisión al alza de 0.2 puntos porcentuales para 2025 con respecto a las previsiones de abril. La revisión refleja lo que el fondo calificó de "aumento históricamente importante" de las exportaciones farmacéuticas irlandesas a Estados Unidos tras la anticipación de las exportaciones y la puesta en marcha de nuevas instalaciones de producción. Sin la contribución de Irlanda, la mejora de la zona del euro sería de solo 0.1 puntos.

El FMI prevé que la inflación de la zona del euro se mantenga moderada en comparación con la de Estados Unidos, gracias a la apreciación de la moneda y a las medidas fiscales temporales. Para el conjunto de la UE, se prevé un crecimiento del 1.3 por ciento en 2025 y del 1.4 por ciento en 2026, prácticamente sin cambios respecto a abril.

En una reciente declaración tras su consulta anual con la zona del euro, el FMI afirmó que la región se enfrenta a retos estructurales que limitan las perspectivas a medio plazo e instó a los gobiernos a reconstruir los colchones fiscales, proteger la independencia de los bancos centrales y proseguir las reformas para impulsar la productividad.

"Los riesgos para el crecimiento son a la baja", advirtió el FMI, citando la posible escalada de los aranceles, las tensiones geopolíticas y las tensiones fiscales que podrían eclipsar cualquier beneficio derivado de una flexibilización fiscal inesperada.

El FMI también revisó a la alza sus previsiones de crecimiento para Estados Unidos hasta el 1.9 por ciento para 2025 y el 2 por ciento para 2026, citando unos aranceles inferiores a lo esperado, un dólar más débil y los incentivos a la inversión empresarial del "Gran y Hermoso Proyecto de Ley". A nivel mundial, elevó su previsión de crecimiento para 2025 del 2.8 por ciento en abril al 3 por ciento, aunque advirtió de que las elevadas barreras comerciales y las perturbaciones geopolíticas siguen planteando riesgos importantes.

"La persistente incertidumbre puede lastrar la inversión, mientras que las tensiones geopolíticas y las vulnerabilidades fiscales plantean amenazas adicionales", afirmó el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, quien añadió que los avances en las negociaciones comerciales podrían impulsar la confianza, mientras que las reformas estructurales podrían aumentar la productividad a largo plazo.


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