Catherine Connolly, candidata independiente de izquierdas, se convertirá en la próxima presidenta de Irlanda después de que su oponente admitiera su derrota durante las elecciones del 25 de octubre.
Heather Humphreys, de 64 años, del partido de centro-derecha Fine Gael, anunció su derrota el sábado, mientras aún se estaba llevando a cabo el recuento de votos. Antes del resultado final, Humphreys dijo a los periodistas que quería "felicitar a Catherine Connolly por convertirse en la próxima presidenta de Irlanda".
Connolly, de 68 años, había liderado constantemente a Humphreys en las encuestas a lo largo de la campaña. Hasta el sábado por la noche, Connolly tenía alrededor del 63 por ciento de los votos.
"Me gustaría felicitar a Catherine Connolly por lo que será una victoria electoral muy contundente", dijo el primer ministro irlandés, Micheál Martin, en una publicación en X.
"Está claro que ella será la próxima presidenta de Irlanda. Catherine llevó a cabo una campaña exitosa e impactante".
La función de la presidencia de Irlanda es principalmente ceremonial, ya que el presidente no tiene ninguna función ejecutiva ni política y ejerce el poder formal con el asesoramiento del gobierno irlandés. El presidente de Irlanda puede remitir un proyecto de ley a la Corte Suprema del país, que puede entonces pronunciarse sobre la constitucionalidad del mismo.
Irlanda celebra elecciones presidenciales cada siete años, y un presidente solo puede ejercer dos mandatos.
Por el contrario, el primer ministro de Irlanda ejerce el poder ejecutivo real. El Parlamento irlandés nombra al primer ministro del país, mientras que el presidente lleva a cabo la tarea ceremonial de nombrar al primer ministro elegido para el cargo.
Connolly y Humphreys eran los dos únicos candidatos que quedaban después de que el candidato Jim Gavin se retirara de la carrera tres semanas antes del día de las elecciones.
Gavin y Martin son miembros del partido de centro-derecha Fianna Fáil, y Martin apoyó a Gavin en el período previo al día de las elecciones.
Después de estudiar derecho, Connolly se convirtió en abogada en 1991. Comenzó su carrera política en 1999, tras ganar un escaño en el Ayuntamiento de Galway. En 2016 fue elegida diputada del Parlamento irlandés como candidata independiente y desde entonces representa Galway West.
Una coalición de partidos políticos irlandeses de izquierdas apoyó la candidatura de Connolly a la presidencia, entre ellos el Sinn Féin, el Partido Laborista y los Socialdemócratas.
La líder del Partido Laborista, Ivana Bacik, afirmó que la victoria de Connolly aumenta las perspectivas de un gobierno más izquierdista tras las próximas elecciones generales.
"Hemos visto un verdadero apetito por el cambio que representa Catherine", declaró Bacik.
Connolly denunció la invasión rusa de Ucrania, pero también advirtió contra lo que ella denomina la "militarización" europea desde el inicio del conflicto ucraniano. También criticó las operaciones militares israelíes en la Franja de Gaza en respuesta al ataque sorpresa del grupo terrorista Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023.
Connolly sucederá a Michael D. Higgins, que ha sido presidente desde 2011. Será la décima presidenta de Irlanda y la tercera mujer en ocupar el cargo.
Con información de Associated Press y Reuters.
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