La Casa Blanca le advirtió a Irán que no cierre el estrecho de Ormuz en respuesta a los recientes ataques estadounidenses e israelíes contra objetivos militares y nucleares iraníes.
El Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán está deliberando sobre el bloqueo del canal, que constituye un punto estratégico para el transporte de petróleo y gas desde Medio Oriente a través del golfo Pérsico. Casi el 20 por ciento de las exportaciones mundiales de petróleo y gas pasan por esta vía marítima crucial. Su cierre podría interrumpir el suministro y provocar un aumento de los precios.
Los medios de comunicación estatales iraníes citaron a Esmail Kosari, miembro de la comisión de seguridad nacional del Parlamento iraní, quien afirmó que el Parlamento «llegó a la conclusión de que debemos cerrar el estrecho de Ormuz, pero la decisión final al respecto es responsabilidad del Consejo Supremo de Seguridad Nacional».
Aviones de combate israelíes lanzaron ataques sorpresa contra Irán el 13 de junio, a los que las fuerzas iraníes respondieron con misiles y drones dirigidos contra Israel. Estados Unidos se involucró en el conflicto el 21 de junio, llevando a cabo un ataque de largo alcance con bombarderos furtivos B-2 Spirit y misiles de crucero Tomahawk contra tres instalaciones nucleares iraníes.
En declaraciones a los periodistas en la mañana del 23 de junio, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo que la administración Trump está atenta a los próximos movimientos de Irán.
«Puedo asegurarles que la administración está siguiendo de cerca y de forma activa la situación y el estrecho de Ormuz, y que el régimen iraní sería insensato si tomara esa decisión», afirmó Leavitt.
Leavitt no respondió directamente a la pregunta de un periodista sobre si la administración Trump tiene previsto añadir petróleo al mercado mundial para ayudar a estabilizar los precios si Irán cierra el estrecho.
En una entrevista con el programa «Sunday Morning Futures» de Fox News el 22 de junio, el secretario de Estado Marco Rubio dijo que sería un «suicidio económico» para Irán bloquear el estrecho de Ormuz.
Rubio pidió a China que ejerciera su influencia para disuadir a Teherán de cerrarlo.
«Animaría al gobierno chino en Beijing a que les llamara al respecto, porque dependen en gran medida del estrecho de Ormuz para su petróleo», dijo Rubio.
Rubio afirmó que, si Irán intenta cerrar el estrecho, perjudicaría más a otros países que a Estados Unidos, y que otras naciones también deberían considerar opciones para disuadir a Irán.
«Creo que sería una escalada masiva que merecería una respuesta no solo por nuestra parte, sino también por parte de otros», afirmó Rubio.
El cierre del estrecho es una de las varias opciones que Teherán podría estar barajando como represalia por los ataques israelíes y estadounidenses.
En las horas posteriores a los ataques estadounidenses del 21 de junio, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, dijo que Irán «se reserva todas las opciones para defender su soberanía, sus intereses y su pueblo».
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