Canadá y Japón están considerando medidas de represalia después de que la Casa Blanca anunciara el miércoles aranceles estadounidenses del 25 por ciento sobre automóviles y piezas de automóviles importados, a partir del próximo mes. La UE dijo que estaba evaluando el último anuncio de aranceles.
Los aranceles estadounidenses sobre los automóviles entrarán en vigor el 3 de abril, un día después de que Estados Unidos imponga amplios aranceles recíprocos a sus socios comerciales, según la proclamación de la Casa Blanca. Los aranceles sobre las piezas de automóviles entrarán en vigor a más tardar el 3 de mayo.
En declaraciones a los periodistas en el Despacho Oval, Trump dijo que los aranceles «seguirán estimulando el crecimiento como nunca antes se ha visto» y que el negocio de los autos en Estados Unidos «florecerá como nunca antes».
El primer ministro canadiense, Mark Carney, describió el miércoles los aranceles como un «ataque directo» a los trabajadores canadienses en una conferencia de prensa en Kitchener, Ontario, y dijo que el país considerará tomar medidas de represalia.
«Defenderemos a nuestros trabajadores. Defenderemos a nuestras empresas. Defenderemos a nuestro país y lo defenderemos juntos», dijo Carney. «Esto nos hará daño, pero a través de este período, estando juntos, saldremos más fuertes».
Cuando se le preguntó cuándo reaccionaría Canadá, Carney dijo: «Ocurrirá pronto... tenemos opciones. Podemos introducir aranceles de represalia».
No dio detalles, señalando que primero necesitaba ver los detalles de la orden ejecutiva de Trump.
Canadá anunció aranceles de represalia por un total de 155,000 millones de dólares sobre las importaciones estadounidenses en respuesta a la orden de Trump de aplicar aranceles del 25 por ciento a los productos canadienses.
Carney dijo que ha convocado una reunión con su gabinete de Estados Unidos y Canadá el 27 de marzo para discutir una respuesta a los aranceles. Les dijo a los periodistas que también sería «apropiado» hablar pronto con Trump.
En Europa, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró el miércoles que lamenta profundamente la decisión de Trump, y añadió que la industria automovilística es «un motor de innovación, competitividad y empleos de alta calidad, a través de cadenas de suministro profundamente integradas a ambos lados del Atlántico».
«Como he dicho antes, los aranceles son impuestos, malos para las empresas y peores para los consumidores, tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea», dijo von der Leyen.
Dijo que Europa evaluará el anuncio de Trump, junto con otras medidas que prevé que anunciará la Casa Blanca, en los próximos días.
«La UE seguirá buscando soluciones negociadas, al tiempo que salvaguarda sus intereses económicos», dijo von der Leyen. «Como gran potencia comercial y sólida comunidad de 27 Estados miembros, protegeremos conjuntamente a nuestros trabajadores, empresas y consumidores en toda nuestra Unión Europea».
En respuesta a los anuncios, Trump le advirtió a la UE que no se uniera a Canadá en contra de EE. UU.
«Si la Unión Europea trabaja con Canadá para perjudicar económicamente a EE. UU., se les impondrán aranceles a gran escala, mucho mayores de lo previsto actualmente, para proteger al mejor amigo que han tenido estos dos países», escribió Trump en Truth Social el jueves por la mañana.
Japón pone «todas las opciones sobre la mesa»
Japón también lamentó la decisión de Trump, y el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, les dijo a los periodistas el jueves que Tokio pondrá «todas las opciones sobre la mesa» para hacer frente al anuncio de Washington.«Japón es el país que más invierte en Estados Unidos, por lo que nos preguntamos si tiene sentido que (Washington) aplique aranceles uniformes a todos los países. Ese es un punto que hemos estado planteando y seguiremos haciéndolo», le dijo Ishiba al parlamento.
«Tenemos que considerar qué es lo mejor para el interés nacional de Japón. Estamos poniendo todas las opciones sobre la mesa para considerar la respuesta más eficaz».
Según una hoja informativa de la Casa Blanca, los aranceles del 25 por ciento se aplicarán a los vehículos de pasajeros importados, incluidos sedanes, SUV, crossovers, minivans, furgonetas de carga y camiones ligeros, así como a piezas clave de automóviles como motores, transmisiones, piezas del tren motriz y componentes eléctricos, con procesos para ampliar los aranceles a piezas adicionales si es necesario.
La Casa Blanca señaló que el 50 por ciento de los aproximadamente 16 millones de automóviles comprados en Estados Unidos el año pasado eran importaciones. De los otros 8 millones ensamblados en Estados Unidos y no importados, el contenido nacional promedio se estima conservadoramente en solo el 50 por ciento y es probable que esté más cerca del 40 por ciento, dijo.
«Por lo tanto, de los 16 millones de automóviles comprados por los estadounidenses, solo el 25 por ciento del contenido del vehículo puede clasificarse como fabricado en Estados Unidos», afirma la hoja informativa.
Trump está imponiendo los aranceles para proteger la industria automotriz estadounidense, «que es vital para la seguridad nacional y ha sido socavada por importaciones excesivas que amenazan la base industrial nacional y las cadenas de suministro de Estados Unidos», afirma la hoja informativa.
El sindicato United Auto Workers, que representa a los empleados de las fábricas de los tres grandes fabricantes de automóviles estadounidenses, acogió con satisfacción el anuncio de Trump.
«Aplaudimos a la administración Trump por dar un paso adelante para poner fin al desastre del libre comercio que ha devastado a las comunidades de clase trabajadora durante décadas. Poner fin a la carrera hacia el abismo en la industria automotriz comienza con la reparación de nuestros acuerdos comerciales rotos, y la administración Trump ha hecho historia con las acciones de hoy», dijo el presidente de la UAW, Shawn Fain, en un comunicado.
«Estos aranceles son un gran paso en la dirección correcta para los trabajadores del sector automotriz y las comunidades de obreros de todo el país, y ahora depende de los fabricantes de automóviles, desde los Tres Grandes hasta Volkswagen y más allá, recuperar los buenos empleos sindicalizados en Estados Unidos».
Con información de Reuters
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