El crecimiento económico de Estados Unidos se mantiene sólido de cara a 2026, pero las perspectivas dependen de si los consumidores estadounidenses continúan gastando, dijo Brian Moynihan, presidente y director ejecutivo de Bank of America, en una entrevista reciente.
"Al fin y al cabo, la gente está gastando. Tienen una buena calidad crediticia. Tienen empleo... la situación es bastante sólida en este momento", dijo Moynihan en el programa "Face the Nation" con Margaret Brennan el 28 de diciembre, en respuesta a una pregunta sobre si la reciente caída de la confianza de los consumidores se estaba traduciendo en una reducción del gasto.
A pesar de que algunas encuestas muestran que muchos estadounidenses siguen preocupados por la asequibilidad, los datos concretos apuntan a un gasto estable. Moynihan reveló que los datos internos de transacciones del Bank of America muestran que el gasto de los consumidores aumentó más de un 4 % interanual durante el periodo comprendido entre el Día de Acción de Gracias y principios de diciembre.
"El gasto es realmente sólido, razonablemente sólido, de cara al final del año, y ha seguido así durante todo el mes de diciembre", dijo Moynihan, añadiendo que los consumidores de todo el espectro de ingresos siguen manteniendo sus carteras abiertas, independientemente de que algunas encuestas de confianza muestren que esta ha disminuido.
El gasto de los consumidores impulsa la economía, ya que representa aproximadamente dos tercios de la producción. El sólido gasto ayudó a la economía a expandirse a un ritmo superior al previsto, del 4.3 % en el tercer trimestre, frente al 3.8 % del trimestre anterior.
Las declaraciones de Moynihan sugieren que es probable que el crecimiento haya continuado a un ritmo sólido durante el último trimestre del año, aunque advirtió que la expansión económica continuada depende de que los consumidores sigan participando el próximo año.
"La verdadera pregunta es: ¿seguirán los consumidores gastando en Estados Unidos?", dijo, y añadió que los economistas del Bank of America prevén ahora un ritmo de crecimiento del 2.4 % para todo 2026, lo que supone un fuerte aumento con respecto a la previsión del 1.5 % de hace solo cuatro meses.
"Si el consumidor se vuelve menos activo a medida que avanzamos... de 2025 a 2026 y reduce su gasto, eso ralentizará la economía. Así que ese es un riesgo".
Otros riesgos son las crisis geopolíticas, como guerras y ciberataques, señaló Moynihan. Sin embargo, identificó la fortaleza del consumidor como el factor clave y dijo que el principal riesgo para las perspectivas económicas es si los estadounidenses siguen gastando.
Las tendencias del empleo y los salarios respaldan la opinión de que los consumidores siguen en buena forma, dijo.
El desempleo, aunque está aumentando modestamente, sigue siendo bajo en términos históricos, y los datos sobre los salarios muestran que estos crecen a un ritmo aproximado del 3 %.
"Un desempleo del 4.6 %... es, francamente, una tasa de desempleo muy baja", dijo.
En cuanto al comercio, Moynihan señaló que la incertidumbre que sacudió a las empresas a principios de este año ha comenzado a disminuir.
Los anuncios iniciales sobre los aranceles "conmocionaron" a las pequeñas y medianas empresas que se enfrentaban a mayores costos de financiación y problemas en la cadena de suministro, dijo.
Sin embargo, desde entonces, las perspectivas del Bank of America han cambiado hacia una desescalada, con aranceles que convergen hacia un rango ampliamente manejable para la mayoría de los países.
"Está empezando a desescalarse... en general, en todo el mundo, se puede ver una especie de punto final aquí", dijo, al mismo tiempo que señaló que China sigue siendo un caso aparte debido a las preocupaciones de seguridad nacional relacionadas con la tecnología y los minerales críticos.
Moynihan también abordó las preocupaciones sobre la inteligencia artificial (IA) y el empleo, y predijo que es más probable que la IA impulse la productividad que provoque despidos masivos.
En cuanto a la vivienda, Moynihan dijo que las elevadas tasas hipotecarias y la escasez crónica de oferta están lastrando la actividad, pero advirtió que no hay que considerar las tasas más bajas como una panacea. Construir más viviendas y flexibilizar las restricciones para la concesión de permisos, dijo, contribuiría más a mejorar la asequibilidad a lo largo del tiempo que los modestos recortes de las tasas.
"El consejo que le doy a cualquiera es que probablemente no verá bajar las tasas [del Tesoro] a 10 años", dijo.
"Nuestros compañeros de equipo creen que la tasa de los fondos federales alcanzará un mínimo de tres y que la tasa de permanencia se mantendrá entre cuatro y cuatro y medio, lo que significa que la tasa hipotecaria no será muy diferente de la actual".
“Pero si se aumenta la oferta, los precios se mantendrán estables y los salarios crecerán gracias a ello”.
La tasa de los fondos federales se sitúa actualmente entre el 3.5 % y el 3.75 %, y los mercados prevén dos reducciones de un cuarto de punto en 2026.
