Conozca a los artistas que sacan a la luz lo que el PCCh más quiere ocultar

Desde muy joven, Louis Liu tenía la mirada puesta en convertirse en un bailarín de Shen Yun Performing Arts.

Cada año, veía las actuaciones de los mejores bailarines de danza clásica china del mundo, cautivado por los héroes antiguos y las figuras legendarias que los artistas de Shen Yun, con sede en Nueva York, daban vida. Los bailarines masculinos, en particular, realizaban impresionantes hazañas atléticas, volando por los aires con saltos y volteretas imposibles, y como ávido fan, Liu siguió sus carreras a lo largo de los años, viendo quiénes se convertían en primeros bailarines cada año y qué papeles interpretaban.

"Me encantaba. Me parecían geniales", dijo Liu a The Epoch Times.

Era un sueño que Liu tenía muy claro, pero su mamá, Gao Weiwei, temía que fuera una ilusión. Después de todo, el simple hecho de tener los DVD de Shen Yun que Liu veía una y otra vez era algo que el Partido Comunista Chino (PCCh) consideraba motivo de arresto, y las autoridades chinas vigilaban a la familia de Gao de forma casi obsesiva, en un intento de silenciarla para que no hablara de la muerte de su hermana a manos de miembros del PCCh.

En 2004, las fotos del rostro desfigurado de Gao Rongrong a causa de la tortura con porras eléctricas mientras estaba en prisión por órdenes del PCCh, circularon internacionalmente, exponiendo un sistema que implicaba campos de trabajo y tortura sistemática hasta la muerte, y ella se convirtió en uno de los rostros más conocidos a nivel mundial de la persecución. Murió en junio de 2005.

Vivir en la verdad

La familia Gao dijo a The Epoch Times que Rongrong era la menor de la familia y la favorita. Conservó su carácter amable y cariñoso en la edad adulta y era muy querida en la escuela de bellas artes donde trabajaba. Muchos estudiantes comenzaron a practicar Falun Dafa cuando ella se los presentó, por lo que era muy conocida y apreciada en su comunidad.

Eso la convirtió en un objetivo cuando el PCCh prohibió Falun Gong, en 1999, y lanzó una violenta persecución contra los practicantes.

Como practicantes de Falun Dafa, los Gao creían en vivir bajo los principios de verdad, compasión y tolerancia. Eso significaba decir la verdad sobre Falun Gong a la gente en medio de la implacable campaña de propaganda del PCCh que buscaba engañar al pueblo chino mediante calumnias. Los miembros de la familia Gao presentaron peticiones a las autoridades, protestado, distribuido información sobre la verdad de Falun Dafa y, por ello, sufrieron varias detenciones en los primeros años de la persecución.

Pero Rongrong sufrió lo peor de todo, considerada un objetivo de alto perfil por el régimen —"Caso ultrasecreto n.º 26"— y finalmente perdió la vida.

Rongrong fue encarcelada ilegalmente en el campo de trabajos forzados de Longshan, fue torturada sistemáticamente y, en 2004, intentó escapar saltando por una ventana.

Le tomaron fotos de su rostro completamente desfigurado, deformado y quemado por los repetidos golpes con porras eléctricas, que se difundieron internacionalmente. Las autoridades chinas renovaron sus esfuerzos por silenciarla con toda su fuerza y, tras recapturarla, la enviaron al infame campo de trabajos forzados de Masanjia. Gao dijo que, incluso cuando las autoridades trasladaron a su hermana a un hospital, no le brindaron atención médica.

Tras la muerte de Rongrong, las autoridades intentaron presionar a los familiares para que firmaran un formulario en el que se indicaba que la decisión de incinerarla había sido tomada por la familia. Gao cree que se trataba de un intento del régimen de eludir su responsabilidad tratando de ocultar las pruebas de tortura.

Gao Weiwei, con una foto de su hermana Gao Rongrong en la mano, asiste a una vigilia con velas en Washington en julio de 2016 para conmemorar a los practicantes de Falun Gong que perdieron la vida debido a la persecución del Partido Comunista Chino. The Epoch Times

Ese año, el acoso de las autoridades del PCCh a la familia fue constante, y durante un periodo de cuatro a cinco meses, Gao y su hijo pequeño se escondieron y vivieron por Shina huyendo de la persecución. Esto terminó cuando fueron detenidos en una ciudad y encarcelados, pero fueron liberados esa misma noche, y Gao dijo que escuchó al superior de los policías decir que no quería involucrarse en un caso de Falun Dafa.

A pesar de estos años de terror e intimidación, Gao no ha vacilado en su fe y nunca ha dejado de intentar contarle a los demás la verdad sobre Falun Dafa y la persecución del PCCh. Cuando se le preguntó por qué ha sobrevivido, respondió que cree que es su responsabilidad como practicante de Falun Dafa vivir en la verdad.

Eso significó explicar al profesor y al director de la escuela de Liu que, debido a que la familia practicaba Falun Dafa, Liu no se uniría a las organizaciones comunitarias de los Jóvenes Pioneros, una decisión que ellos entendieron y respetaron.

Significaba hablar amablemente incluso con los agentes de policía que permanecían fuera de su casa durante eventos importantes como los Juegos Olímpicos de Beijing de 2008, para evitar que hablara con los medios de comunicación internacionales sobre la muerte de su hermana. Cuando fue a contarles la verdad sobre Falun Dafa, descubrió que los policías ni siquiera sabían por qué se les había pedido que la vigilaran.

También significaba seguir distribuyendo información sobre Falun Dafa a las personas, repartiendo folletos o colocando carteles en las calles de China.

Además, Liu creció siendo testigo de lo importante que es vivir una vida basada en principios.

En el escenario

Liu no tenía ninguna duda de que ese era el lugar al que debía ir, pero Gao se sorprendía en cada etapa, porque, contrariamente a sus expectativas, el proceso de solicitud y la obtención de la documentación necesaria se realizaron sin ningún problema, y toda la familia terminó emigrando a los Estados Unidos.

Liu dijo que cuando llegó por primera vez a Estados Unidos, en realidad no fue un gran momento, ese primer año fue un poco confuso, ya que comenzó a entrenarse en danza clásica china y a encontrar su lugar en este nuevo mundo. Pero cuando finalmente comenzó a hacer giras con Shen Yun, tuvo un momento de claridad: "Oh, estoy haciendo algo realmente especial".

"Tengo un recuerdo muy profundo de mi primera actuación, la primera vez que subí al escenario y vi por primera vez a ese enorme público. Estaba emocionado. Nervioso. No sabía qué pensar. Nunca había experimentado nada parecido", dijo Liu.

Louis Liu se une a los practicantes de Falun Dafa en la ciudad de Nueva York el 20 de julio de 2025, en un desfile para pedir el fin de los 26 años de persecución del Partido Comunista Chino contra Falun Gong. Mark Zou/The Epoch Times

La última década ha sido un proceso continuo de refinamiento, dijo, y cada paso del camino hacia la madurez artística y personal ha sido muy valioso.

"Poco a poco, desde que llegué a Fei Tian y luego me uní a Shen Yun, pude comprender el significado más profundo de la danza clásica china, que está impregnada de tradiciones", dijo Liu, quien ama la danza tanto como cuando se fijó este sueño por primera vez. "Realmente no se trata solo de los movimientos, es una expresión del interior y de la cultura".

Cada presentación de Shen Yun se compone de más de una docena de obras, entre las que se incluye una historia basada en la danza que muestra a los practicantes de Falun Dafa manteniendo su fe en la China contemporánea a pesar de la opresión del PCCh.

Liu también ha participado en estas obras y dijo que, cuando interpreta estos personajes, no solo está contando la historia de su familia, sino las historias de innumerables practicantes de Falun Dafa que han vivido lo que se muestra en el escenario.

"Espero que, a través de estas historias individuales, yo pueda mostrar al mundo lo que están viviendo todas esas familias que siguen sufriendo persecución", dijo.