WASHINGTON—El presidente Donald Trump firmó un memorando en el Despacho Oval el 28 de agosto en el que ordenaba a los funcionarios investigar el uso de fondos de los contribuyentes para subvenciones que apoyan actividades políticas partidistas ilegales.
La medida se produce después que las revisiones preliminares descubrieran que el dinero de las subvenciones se utilizaba con "altos matices políticos", según la orden.
"Además de ser un uso derrochador, abusivo y potencialmente fraudulento del dinero del pueblo estadounidense, el posible uso de subvenciones federales como fondos para actividades políticas y legislativas plantea serias preocupaciones legales", escribió Trump en el memorándum.
La ley vigente, conocida como la enmienda Byrd, limita el uso de los fondos de las subvenciones y prohíbe a algunos beneficiarios utilizar los recursos para actividades de presión política.
De conformidad con la nueva orden, se instruye a la fiscal general Pam Bondi que consulte con otros departamentos y agencias para investigar cualquier uso ilegal de fondos federales para actividades con motivaciones políticas, y que presente un informe al presidente en un plazo de 180 días.
"El presidente Trump está mejorando la rendición de cuentas en el gasto federal, incluida la concesión de subvenciones, garantizando que los fondos de los contribuyentes no se desvíen para apoyar actividades políticas o de presión", afirmó la Casa Blanca en un comunicado.
Se están llevando a cabo investigaciones después de que salieran a la luz los detalles de algunos acuerdos de subvenciones en los primeros meses de la segunda administración Trump.
Según la Casa Blanca, un programa para "chicos transgénero" adaptado de un programa de prevención del embarazo adolescente LGBT fue financiado mediante una subvención de los Institutos Nacionales de Salud.
Y una subvención para "promover la justicia racial en las matemáticas elementales" fue financiada por la Fundación Nacional de Ciencias de EE. UU., según la Casa Blanca.
Estos y otros programas están a punto de desaparecer, ya que los funcionarios buscan controlar el gasto, aumentar la rendición de cuentas y eliminar la politización del gasto federal.
"Los fondos de los contribuyentes deben utilizarse en beneficio del público en general, no para apoyar actividades políticas o de presión", afirmó la Casa Blanca. "Esta prohibición debe aplicarse para evitar que los beneficiarios utilicen los fondos de los contribuyentes para abogar por más fondos de los contribuyentes para ellos mismos".
La orden es paralela a otras políticas promulgadas por Trump en los primeros siete meses de su segundo mandato, con el objetivo declarado de mitigar los obstáculos burocráticos y reducir el despilfarro, el fraude y el abuso en el Gobierno federal.
Una orden ejecutiva firmada por el presidente el 7 de agosto para mejorar la supervisión de las subvenciones federales declaraba que "cada dólar de los impuestos que gasta el Gobierno debe mejorar la vida de los estadounidenses o promover los intereses de Estados Unidos".
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