La administración Trump aprobó una venta de armas a Taiwán por valor de 11,100 millones de dólares, el mayor paquete de armas estadounidense propuesto para la isla.
La venta de armas, anunciada por la Agencia de Cooperación en Seguridad de Defensa (DSCA) del Pentágono el 17 de diciembre, es el segundo acuerdo bajo la actual administración del presidente Donald Trump, luego de una venta de armas por valor de 330 millones de dólares en noviembre para piezas de repuesto y reparación de la flota aérea de Taiwán, incluidos los F-16.
La venta incluye una amplia gama de artículos, entre ellos sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad por valor de 4050 millones de dólares, obuses autopropulsados por valor de 4030 millones de dólares, dos drones de munición merodeadora Altius diferentes y equipo relacionado por valor de 1100 millones de dólares, software y equipo militar por valor de 1010 millones de dólares, misiles antitanque Javelin por valor de 375 millones de dólares, misiles antitanque por valor de 353 millones de dólares, repuestos y piezas de reparación para helicópteros AH-1W por valor de 96 millones de dólares y kits de reacondicionamiento para misiles Harpoon por valor de 91.4 millones de dólares.
La DSCA declaró que la venta de armas "redunda en beneficio de los intereses nacionales, económicos y de seguridad de Estados Unidos" y "contribuirá a mejorar la seguridad del destinatario y a mantener la estabilidad política, el equilibrio militar y el progreso económico en la región".
La venta también contribuye a los "esfuerzos de Taiwán por modernizar sus fuerzas armadas y mantener una capacidad defensiva creíble", declaró la DSCA.
El Departamento de Estado de Estados Unidos aprobó la venta de armas propuesta, pero aún requiere la aprobación del Congreso, en el que Taiwán cuenta con un amplio apoyo de todos los partidos.
El momento en que se anunció la última venta de armas coincide con el aumento de la presión militar y la coacción en la zona gris por parte del régimen comunista chino, que considera que la isla autónoma forma parte de su territorio.
En noviembre, el presidente taiwanés Lai Ching-te anunció una nueva propuesta de gasto militar de 40,000 millones de dólares para contrarrestar un posible ataque militar de Beijing a la isla en 2027. Según Lai, el último presupuesto se asignaría entre 2026 y 2033 a proyectos que incluyen la construcción de un sistema de defensa aérea denominado "Taiwan Dome".
La portavoz de la oficina presidencial taiwanesa, Karen Kuo, consideró la última venta de armas como una muestra de la "estrecha colaboración entre Taiwán y Estados Unidos", según un comunicado.
"Taiwán seguirá reformando la defensa nacional, reforzando la resiliencia defensiva de toda la sociedad, demostrando nuestra determinación de defendernos y manteniendo la paz a través de la fuerza", dijo Kuo.
Kuo reiteró el compromiso de la administración de Lai para aumentar su presupuesto de defensa a más del 3 % del producto interior bruto en 2026.
"Taiwán seguirá profundizando sus alianzas con Estados Unidos y otros países afines con el fin de proteger los valores universales de libertad y democracia y mantener la paz, la estabilidad y la prosperidad regionales", dijo Kuo.
El Ministerio de Defensa Nacional de Taiwán emitió un comunicado el 18 de diciembre en el que agradeció a Estados Unidos por su ayuda para reforzar la autodefensa de la isla.
"Estados Unidos sigue ayudando a Taiwán a mantener una suficiente capacidad de autodefensa y a desarrollar rápidamente un fuerte poder de disuación y aprovechar las ventajas de la guerra asimétrica, que constituyen la base para mantener la paz y la estabilidad regionales", declaró el ministerio.
En China, Chen Binhua, portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado, dijo que la venta de armas por parte de Estados Unidos "constituye una evidente injerencia en los asuntos internos de China", según la agencia estatal de noticias Xinhua.
Rupert Hammond-Chambers, presidente del Consejo Empresarial Estados Unidos-Taiwán, dijo que los sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad y los obuses "podrían desempeñar un papel esencial en la destrucción de los barcos y las lanchas de desembarco que intenten desembarcar fuerzas [del Ejército Popular de Liberación] en las costas de Taiwán, así como de cualquier fuerza [del Ejército Popular de Liberación] que haya logrado establecer una cabeza de puente", según una declaración del 17 de diciembre.
"Este conjunto de anuncios, una cantidad récord notificada de una sola vez en la asistencia de seguridad de Estados Unidos a Taiwán, es una respuesta a la amenaza de China y responde a la exigencia del Sr. Trump de que los socios y aliados hagan más para garantizar su propia defensa", dijo Hammond-Chambers.
La estrategia de seguridad nacional de la Administración Trump, publicada el 5 de diciembre, dice que Estados Unidos está dando prioridad a disuadir un conflicto sobre Taiwán "preservando la superioridad militar" frente a China.
La estrategia también destaca la importancia de la ubicación estratégica de Taiwán, señalando que "divide el noreste y el sudeste asiático en dos teatros diferentes".
El 2 de diciembre, Trump firmó la Ley de Implementación de la Garantía de Taiwán, que exige al Departamento de Estado de Estados Unidos revisar y actualizar sus directrices sobre las relaciones de Estados Unidos con Taiwán al menos una vez cada cinco años. La medida está diseñada para profundizar las relaciones entre Estados Unidos y Taiwán en ausencia de relaciones diplomáticas formales.
Con información de Reuters.
















