El Centro Nacional de Huracanes anunció esta semana la primera tormenta con nombre de la temporada de huracanes, que se formó en el océano Pacífico.
La tormenta tropical Alvin se anunció el 29 de mayo, localizada a unos 565 kilómetros al sur-sureste de la península de Baja California, en México, con vientos máximos sostenidos de 60 millas por hora y desplazándose hacia el noroeste a 12 millas por hora.
En la tarde del 30 de mayo, los vientos máximos sostenidos de Alvin disminuyeron a 50 mph y su trayectoria hacia el norte-noroeste se ralentizó a 10 mph. No hay alertas ni avisos de tormenta tropical en ninguna parte de México y se espera que se degrade a «restos de baja presión» para hoy 31 de mayo.
No obstante, se emitió una alerta marítima por tormenta tropical y el aviso de la tarde del Centro Nacional de Huracanes indicaba que «es posible que se produzcan grandes olas y corrientes de resaca en partes del oeste de México continental y el sur de la península de Baja California durante el fin de semana».
La temporada de huracanes comienza en el Pacífico nororiental antes que la temporada de huracanes del Atlántico, más activa, ya que empieza el 15 de mayo en lugar del 1 de junio. Ambas temporadas terminan el 30 de noviembre.
Todavía no se registró ninguna tormenta con nombre en el océano Atlántico ni en el golfo de México este año y los modelos de predicción siguen sin mostrar actividad hasta después de la primera semana de junio, a las 7:45 p. m. ET del 30 de mayo. La temporada de huracanes en el Atlántico también tiene su propia lista de nombres, independiente de la del Pacífico y los tres primeros que se formen se llamarán Andrea, Barry y Chantal.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) prevé una temporada de huracanes «por encima del promedio» para 2025, con la formación de entre 13 y 19 tormentas con nombre este año.
Para recibir un nombre, las tormentas deben ser ciclones tropicales de una forma definida, con vientos máximos sostenidos de al menos 39 mph, lo que las convertiría en tormentas tropicales. Los ciclones con vientos de 74 mph o más se clasificarán como huracanes.
Según Ken Graham, director del Servicio Meteorológico Nacional de la NOAA, la NOAA prevé que entre seis y diez de esas tormentas alcancen la fuerza de un huracán y que entre tres y cinco tengan posibilidades de convertirse en huracanes importantes. Los huracanes importantes se clasifican en la categoría 3 y superior, con vientos máximos sostenidos que alcanzan los 111 mph o más.
Según Graham, la temporada normal en el Atlántico Norte registra siete huracanes al año, de los cuales tres alcanzan la categoría 3 o superior.
La NOAA informó que en 2024 se registraron 18 tormentas con nombre en el Atlántico Norte, de las cuales 11 se convirtieron en huracanes y cinco de ellas en huracanes importantes, entre ellos Helene y Milton.
Con información de Jacob Burg.
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