La policía antidisturbios turca se enfrentó el 8 de septiembre con manifestantes frente a la sede de Estambul del Partido Republicano del Pueblo (CHP), de la oposición, que en los últimos meses ha visto cómo decenas de sus miembros, incluidos cargos electos, fueron detenidos.
Los legisladores del CHP bloquearon la entrada de la sede del partido en el distrito de Sariyer, en Estambul, para impedir la destitución de Ozgur Celik, jefe de la rama del partido en Estambul, de acuerdo con una reciente decisión judicial.
Durante los disturbios, la policía antidisturbios, armada con gas pimienta, se enfrentó con los partidarios del CHP y detuvo a varios manifestantes favorables a la oposición.
La semana pasada, una corte de Estambul, alegando supuestas irregularidades, dictó una sentencia en la que exigía la destitución de Celik como jefe de la rama del partido en Estambul.
La corte también dictaminó que Gursel Tekin, exvicepresidente del CHP, debía asumir el cargo de forma provisional.
Sin embargo, el CHP rechazó el veredicto por "nulo y sin efecto", alegando que Tekin había sido expulsado anteriormente del partido y prometiendo mantener a Celik en su cargo.
No obstante, Tekin llegó a la sede del partido, escoltado por la policía, para asumir el cargo de liderazgo de acuerdo con la orden judicial.
En declaraciones a los periodistas antes de entrar en el edificio, Tekin insistió en que no trabajaba para el Estado y se comprometió a resolver los problemas internos del CHP.
En un mensaje de vídeo transmitido en directo desde el lugar de los hechos, Gokhan Gunaydin, diputado del CHP, acusó a la escolta policial de Tekin de intentar "desmantelar la democracia".
Dirigiéndose al propio Tekin, añadió: 2Puede que hayas entrado aquí [en la sede del partido] con fuerzas policiales, pero no te entregaremos la justicia y la democracia".
"Esta lucha no terminará aquí", dijo Gunaydin en el mensaje, que fue publicado en X el 8 de septiembre.
En respuesta a esta medida, el CHP pidió a sus seguidores que salieran a la calle, lo que llevó a las autoridades a anunciar una nueva prohibición de las protestas públicas.
Anticipándose a nuevos disturbios, las autoridades bloquearon temporalmente varias plataformas importantes de redes sociales, entre ellas X, WhatsApp, TikTok, Facebook e Instagram.
Al comentar posteriormente el incidente, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, acusó al CHP de despreciar el Estado de derecho e incitar al desorden público.
"Criticar las decisiones judiciales es una cosa y desobedecerlas es otra", declaró a los periodistas.
Erdogan añadió que "no se tolerará" ninguna negativa a cumplir las decisiones judiciales.
El ministro del Interior, Ali Yerlikaya, advirtió que el Estado haría "lo necesario contra cualquier iniciativa ilegal".
Sin embargo, el 9 de septiembre, el diario turco Sozcu informó que el CHP seguía negándose a reconocer el nombramiento de Tekin y había cambiado la ubicación de la sede del partido a otro distrito de Estambul.

Represión continua
El enfrentamiento en Estambul marcó el último capítulo de la continua represión gubernamental del CHP liderada por el Partido AK de Erdogan.Durante el último año, decenas de líderes del CHP han sido detenidos y encarcelados por cargos de corrupción y terrorismo que, según ellos, tienen motivaciones políticas.
El más destacado de ellos es Ekrem Imamoglu, alcalde de Estambul afiliado al CHP, cuya detención en marzo desencadenó la mayor ola de manifestaciones del país en más de una década.
Considerado un posible rival presidencial de Erdogan, Imamoglu permanece detenido a la espera de juicio por cargos de corrupción y terrorismo.
En las elecciones locales celebradas el año pasado, los candidatos a la alcaldía del CHP fueron elegidos en las tres ciudades más grandes de Turquía —Estambul, Izmir y la capital, Ankara— y en varios otros municipios del país.
Poco antes de la detención de Imamoglu, otros dos alcaldes vinculados al CHP en la provincia de Estambul fueron destituidos de sus cargos tras ser condenados por cargos similares.
Al mismo tiempo, ocho alcaldes electos del este de Turquía afiliados al partido prokurdo DEM fueron destituidos de sus cargos tras condenas similares.
Todos negaron los cargos en su contra y dijeron que las condenas, y su posterior destitución, tenían motivaciones políticas.
A principios de este año, el Parlamento Europeo condenó lo que calificó de "destitución arbitraria y encarcelamiento de alcaldes elegidos democráticamente" por parte de las autoridades turcas.
El gobierno turco rechaza las críticas y dice que el aparato judicial del país funciona de forma independiente del partido gobernante.
Con información de Reuters.
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