Phil Robertson, patriarca de la serie de telerrealidad "Duck Dynasty" de A&E, murió a los 79 años, según anunció su familia en las redes sociales.
"¡Mi padre se ha ido hoy con el Señor!", dijo su segundo hijo mayor, Jase, en una publicación de Instagram el domingo.
“Lo vamos a extrañar pero sabemos que está en buenas manos, y nuestra familia está bien porque Dios es muy bueno. ¡Lo volveremos a ver!”.
Nacido el 24 de abril de 1946, Robertson creció en la pequeña localidad de Vivian, en Luisiana, a unos 50 kilómetros al noroeste de Shreveport. Se casó con su esposa, Kay, a finales de la década de 1960 y tuvo cuatro hijos: Alan, de 60 años; Jase, de 55; Willie, de 53; y Jep, de 46.
Después de obtener una licenciatura en educación física y una maestría en educación en la Universidad Tecnológica de Luisiana, a la que asistió con una beca de fútbol americano, Robertson pasó varios años enseñando en su estado natal.
En 1973 cambió de profesión y fundó la empresa de caza Duck Commander. El exitoso negocio de silbatos para cacería de patos, que luego dirigió junto a sus hijos, fue el eje de “Duck Dynasty”. El programa se estrenó en marzo de 2012 y se emitió durante 11 temporadas hasta su finalización en 2017.
La familia de Robertson no ha revelado la causa oficial de la muerte. Sin embargo, durante un episodio de diciembre de su podcast, "Unashamed With the Robertson Family", Jase Robertson reveló que su padre se encontraba en las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer y que no se encontraba bien.
La nieta de Phil Robertson, Sadie Robertson Huff, hija de Willie Robertson y su esposa durante más de 30 años, Korie Robertson, fue una de las personas que le rindió homenaje en Internet.
"Una de las últimas cosas que me dijo fue: ‘¡Adelante con toda tu fuerza!’. ¡Amén!", dijo la influencer cristiana.
Jep Robertson también emitió un comunicado en nombre de la familia, en el que expresaba su gratitud a los fans y a quienes conocieron a su padre.
“Gracias por el amor y las oraciones de tantos cuyas vidas han sido impactadas por la gracia que le salvó la vida, su fe valiente y su deseo de contar a todo el que quisiera escuchar las Buenas Nuevas de Jesús”, escribió. "Estamos agradecidos por su vida en la tierra y continuaremos el legado de amor a Dios y a los demás hasta que lo volvamos a ver".
En un episodio de 2023 del podcast de su familia, Phil Robertson reflexionó sobre su propia muerte tras someterse a una segunda cirugía de espalda.
“Cuando muera, no lloren”, dijo. “Bailen, canten, pero no lloren cuando yo muera”.
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