Nigeria deportó a 51 ciudadanos extranjeros —entre ellos 50 chinos y un tunecino, tras ser condenados por ciberterrorismo y fraude en Internet— según anunciaron las autoridades el 21 de agosto.
Las estafas se dirigían principalmente a víctimas en Estados Unidos, Canadá, México y Europa; y utilizaban técnicas avanzadas, para defraudar a particulares y empresas con importantes sumas de dinero.
La Comisión de Delitos Económicos y Financieros de Nigeria (EFCC) dijo que la deportación es el resultado de una amplia operación que comenzó el 15 de agosto en colaboración con el Servicio de Inmigración de Nigeria.
Los deportados formaban parte de un grupo de 192 presuntos ciberdelincuentes detenidos durante una importante operación encubierta dirigida contra una gran banda de ciberdelincuentes que operaba en Lagos, el centro comercial y financiero de Nigeria.
La operación se llevó a cabo tras recibir "información fiable sobre las actividades de una de las mayores organizaciones de ciberdelincuencia dirigidas desde el extranjero en Nigeria", según informó la comisión.
Las autoridades descubrieron una sofisticada red que perpetraba estafas a través de las fronteras internacionales durante la operación coordinada en el lujoso distrito de Victoria Island.
Entre los 192 extranjeros detenidos, 148 eran ciudadanos chinos, según la EFCC.
Los sospechosos estaban involucrados en una serie de actividades delictivas, entre ellas ciberterrorismo, fraude por Internet, estafas románticas y planes de inversión en criptomonedas falsas. La agencia también informó de la incautación de herramientas avanzadas de piratería informática y sistemas de comunicación cifrados.
Tras sus condenas y sentencias en los tribunales nigerianos, los deportados fueron entregados a las autoridades de inmigración para su expulsión. Las deportaciones elevan a 102 el número total de extranjeros deportados desde el 15 de agosto.
Se espera que continúen las condenas y las deportaciones. Recientemente, el Tribunal Superior Federal de Abuja condenó a otros 21 extranjeros por delitos relacionados con la ciberdelincuencia y el blanqueo de capitales, imponiendo multas de 1 millón de nairas (unos 650 dólares) a cada uno de ellos y ordenándoles abandonar el país, según el medio local nigeriano The Guardian.
A finales del año pasado, la EFCC detuvo a casi 800 personas en un edificio de Lagos que se cree que era un centro de operaciones de estafadores que atraían a sus víctimas con promesas de amor para que les entregaran dinero en efectivo para inversiones falsas en criptomonedas.
Según la EFCC, los cabecillas extranjeros utilizan técnicas de phishing y tácticas sofisticadas, como identidades falsas en Internet y ofertas de inversión fraudulentas, para engañar a las víctimas y que estas transfieran fondos o revelen información confidencial. Estos delitos suelen provocar que las víctimas pierdan los ahorros de toda su vida, el capital esencial para sus negocios o el dinero que habían pedido prestado.
Las autoridades afirman que se están introduciendo programas de rehabilitación para alejar a los jóvenes nigerianos del fraude en línea y orientarlos hacia la formación en competencias digitales.
Las estafas por Internet en las que están implicados ciudadanos chinos suscitaron una creciente atención a nivel mundial, especialmente desde finales de 2023, cuando comenzaron a salir a la luz operaciones de fraude a gran escala con base en Birmania (también conocida como Myanmar).
Muchas de estas estafas se dirigen desde sofisticados centros situados cerca de la frontera entre Tailandia y Birmania, donde los ciudadanos chinos desempeñan un papel destacado como operadores y ejecutores.
Las investigaciones revelaron que estas organizaciones se dirigen principalmente a ciudadanos chinos, aunque también afectan a víctimas internacionales.
Con información de Reuters.
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