El presidente francés Emmanuel Macron ha aterrizado en Beijing para iniciar una visita de Estado de tres días, en la que el comercio y la guerra en Ucrania ocuparán un lugar central.
A su llegada al Aeropuerto Internacional de la Capital en la tarde del 3 de diciembre, Macron y su esposa Brigitte fueron recibidos por Wang Yi, el máximo diplomático de China, según los vídeos difundidos por los medios de comunicación estatales chinos.
Macron está acompañado por una delegación de altos funcionarios franceses, entre los que se encuentra el ministro de Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot, junto con un grupo de líderes empresariales como Henri Poupart-Lafarge, director general del gigante ferroviario francés Alstom.
La visita del líder francés se produjo inmediatamente después del viaje realizado en julio por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante el cual le dijo al líder chino Xi Jinping que las relaciones entre Beijing y el bloque de 27 naciones habían llegado a un "punto de inflexión".
El viaje también se produjo en medio de la preocupación en Bruselas por la creciente brecha comercial, que alcanzará un déficit de 305 mil millones de euros (358 mil millones de dólares) en 2024. Con la disminución de las exportaciones de China a Estados Unidos tras los aranceles adicionales impuestos por el presidente Donald Trump, los líderes de la UE están cada vez más preocupados por el dumping de productos chinos baratos en el mercado de la UE, lo que socava las empresas y los puestos de trabajo locales.
Los datos aduaneros de China muestran que, en los primeros diez meses de este año, las exportaciones a la UE superaron a sus importaciones en 241.6 mil millones de dólares, lo que supone un aumento del 19 % en comparación con el mismo periodo del año pasado. Concretamente, el superávit comercial con Francia se situó en 10.6 mil millones de dólares en el periodo comprendido entre enero y octubre, lo que supone un aumento de casi el 31 % con respecto al mismo periodo del año pasado.
Además del comercio, se espera que la guerra en Ucrania también figure en la agenda de Macron. Antes de partir hacia Beijing, Macron reafirmó el apoyo de larga data de Francia a Ucrania tras recibir al presidente ucraniano Volodímir Zelenski en París el 1 de diciembre.
El Partido Comunista Chino (PCCh) ha sido acusado de ayudar a la invasión de Rusia a Ucrania mediante el suministro de equipos y herramientas que tienen aplicaciones tanto civiles como militares.
El ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Jean-Noel Barrot (izquierda), asiste a una reunión con el ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi (no aparece en la foto), en la residencia oficial para invitados extranjeros Diaoyutai, en Beijing, el 3 de diciembre de 2025. (Pedro Pardo/POOL/AFP a través de Getty Images).A última hora del 3 de diciembre, los máximos responsables diplomáticos de ambos países mantuvieron una reunión en Beijing, durante la cual intercambiaron opiniones sobre la crisis de Ucrania, entre otros temas, según informaron ambas partes.
Wang también expuso la posición de Beijing con respecto a las recientes declaraciones del primer ministro japonés sobre Taiwán, a las que su ministerio se opuso. Según el ministerio, Wang le dijo a Barrot que esperaba que Francia apoyara la posición de China.
El resumen francés de la reunión no mencionó a Taiwán. En cambio, señaló que Barrot hizo hincapié en la responsabilidad compartida de Francia y China, como miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y en la necesidad de abordar las amenazas a la seguridad y la estabilidad mundiales.
El PCCh ha aumentado la presión diplomática sobre Tokio, exigiendo la retractación de las declaraciones de la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, quien relacionó una contingencia en Taiwán con posibles amenazas existenciales para Japón. El PCCh nunca ha gobernado Taiwán, pero considera la isla como una provincia separatista y se niega a descartar el uso de la fuerza para tomar el control de la democracia autónoma, que se encuentra a solo 68 millas de Japón.
Durante la visita, Macron se reunirá con el líder del PCCh, Xi Jinping, para discutir "importantes cuestiones internacionales y regionales candentes", según el Ministerio de Asuntos Exteriores de China.
Macron también se reunirá con el primer ministro Li Qiang y con Zhao Leji, presidente de la Asamblea Popular Nacional, el órgano legislativo del país, según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores el 1 de diciembre.
El ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi (segundo por la derecha), recibe al presidente de Francia, Emmanuel Macron (segundo por la izquierda), y a su esposa, Brigitte Macron (izquierda), a su llegada al Aeropuerto Internacional de la Capital, en Beijing, el 3 de diciembre de 2025. (Ludovic Marin/POOL/AFP a través de Getty Images).Los defensores de los derechos humanos han pedido a Macron que plantee sus preocupaciones en materia de derechos humanos a Xi y a otros líderes del PCCh cuando comiencen sus reuniones en Beijing el 4 de diciembre.
Human Rights Watch, en una declaración del 3 de diciembre, señaló que el régimen ha ampliado cada vez más su campaña opresiva más allá de las fronteras de China, tratando de suprimir las críticas y aplicar el control ideológico en países extranjeros como Francia.
"Millones de personas en China, Francia y la UE siguen soportando el peso de la represión y los abusos de Beijing", dijo en un comunicado Bénédicte Jeannerod, directora de la organización de derechos humanos en Francia.
"Macron debería dejar de intentar justificar el silencio de Francia en materia de derechos y dejar claro que la represión del gobierno chino afecta a muchos intereses fundamentales de Francia y de la UE, y que China debe cambiar de rumbo para mantener unas relaciones sólidas".
