El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el 2 de diciembre que habló por teléfono con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, para discutir sobre comercio, sanciones y cómo combatir el crimen organizado.
En declaraciones a los periodistas en la Casa Blanca, Trump dijo que habían tenido "una gran conversación".
"Hablamos sobre comercio. Hablamos sobre sanciones porque, como saben, les impuse sanciones por ciertos hechos que tuvieron lugar. Pero tuvimos una conversación muy buena", dijo Trump.
"Me cae bien. Tuvimos algunas reuniones buenas, como saben, pero hoy tuvimos una conversación muy buena".
Más tarde, en una publicación en Truth Social, Trump calificó la llamada como productiva y reiteró que habían hablado sobre comercio y sanciones. También hablaron sobre las sanciones a dignatarios brasileños, cómo detener el crimen organizado y otros temas, añadió.
"El presidente Lula y yo establecimos una relación en una reunión que tuvo lugar en las Naciones Unidas, y creo que sentó las bases para un diálogo y un acuerdo muy buenos en el futuro. Espero verle y hablar con él pronto. ¡Esta nueva asociación dará muy buenos frutos!", escribió Trump.
La oficina presidencial de Brasil dijo más tarde en un comunicado que, durante la conversación de 40 minutos, Lula había indicado que la eliminación de los aranceles estadounidenses sobre algunos productos era "muy positiva", pero que los dos países debían discutir la eliminación de las medidas sobre otros productos arancelados.
La oficina dijo que Brasil quería avanzar rápidamente en estas negociaciones.
"El presidente Lula también hizo hincapié en la urgencia de reforzar la cooperación con EE. UU. para luchar contra el crimen organizado internacional. Destacó las recientes operaciones llevadas a cabo en Brasil por el Gobierno federal con el objetivo de paralizar financieramente a las organizaciones criminales, y señaló que algunos de estos grupos tienen operaciones en el extranjero", afirmó la oficina de Lula.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, gesticula durante una rueda de prensa al margen de la 47.°Cumbre de la ASEAN en Kuala Lumpur, Malasia, el 27 de octubre de 2025. (Edgar Su/Reuters)La oficina añadió que Trump colaboraría con Brasil y estaba dispuesto a proporcionar "pleno apoyo a las iniciativas conjuntas entre ambos países para hacer frente a estas redes criminales".
La llamada entre los presidentes se produce tras el anuncio del ministro de Finanzas brasileño, Fernando Haddad, el 27 de noviembre, de que Brasil buscaría una cooperación más estrecha con Estados Unidos para combatir el crimen organizado. La medida se produce después de que Brasil iniciara investigaciones sobre un plan de lavado de dinero en el que está involucrada una red criminal que, según las autoridades brasileñas, está vinculada a entidades estadounidenses.
Tensiones anteriores
El tono positivo mostrado por ambos líderes tras la llamada marca el último compromiso diplomático entre Estados Unidos y Brasil tras meses de tensión, en particular por el juicio al aliado de Trump y expresidente brasileño Jair Bolsonaro, que el presidente estadounidense calificó en su momento de "caza de brujas" por parte del Gobierno de Lula.El mes pasado, Trump eliminó los aranceles del 40 % sobre la carne de vacuno, el café y algunos productos agrícolas brasileños. Los aranceles se habían impuesto inicialmente el 30 de julio, con una hoja informativa de la Casa Blanca que citaba "políticas, prácticas y acciones recientes" del país sudamericano que suponían "una amenaza inusual y extraordinaria" para la seguridad nacional, la política exterior y la economía de Estados Unidos.
La orden también hacía referencia a la supuesta persecución política de Bolsonaro. Ese mismo día, el Departamento de Estado de Estados Unidos sancionó al juez de la Corte Suprema Alexandre de Moraes, que supervisó el caso contra Bolsonaro a principios de este año, por supuestos abusos graves de los derechos humanos, y los funcionarios lo acusaron de perseguir a sus oponentes políticos y reprimir la libertad de expresión.
En septiembre, el Tribunal Supremo de Brasil condenó a Bolsonaro a 27 años de prisión tras declararlo culpable de intentar derrocar al Gobierno tras su derrota en las elecciones de 2022. A finales del mes pasado, Bolsonaro comenzó a cumplir su condena de prisión.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, entrega una camiseta de la selección brasileña de fútbol al presidente estadounidense, Donald Trump, durante una reunión en el Despacho Oval de la Casa Blanca, el 19 de marzo de 2019. (Kevin Lamarque/Reuters)Lula defiende el sistema legal de Brasil.
"Los procedimientos judiciales contra los responsables de planear el golpe de Estado son competencia exclusiva del Poder Judicial de Brasil y, como tales, no están sujetos a ninguna interferencia o amenaza que pueda comprometer la independencia de las instituciones nacionales", dijo en una publicación del 10 de julio en X.
Bolsonaro, un exmilitar y conservador, ha mantenido su inocencia y dice que es objeto de persecución política.
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