El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) debe revocar los cambios que impuso a los programas de prevención del embarazo adolescente, dictaminó una jueza federal el 7 de octubre.
Las condiciones actualizadas para las organizaciones que llevan a cabo los programas, que citaban órdenes ejecutivas del presidente Donald Trump, eran tan vagas que las organizaciones no podían saber cómo cumplirlas, dijo la jueza federal Beryl Howell en una decisión de 65 páginas.
“La notificación de la política exige el cumplimiento ahora, sin proporcionar a los demandantes ninguna norma significativa para lograr ese cumplimiento”, dijo Howell.
Ordenó al HHS que anulara la notificación en la que se establecían las condiciones actualizadas para los beneficiarios de las subvenciones.
Un portavoz del HHS dijo a The Epoch Times en un correo electrónico que el departamento no haría comentarios sobre el litigio. El portavoz señaló el comunicado de prensa sobre la política, que decía en parte que la actualización "salvaguarda los derechos de los padres a proteger a sus hijos de contenidos que socavan sus creencias religiosas".
En el marco del Programa de Prevención del Embarazo Adolescente, creado por el Congreso en 2009, el HHS proporciona fondos a organizaciones para llevar a cabo "programas médicamente precisos y adecuados a la edad que reduzcan el embarazo adolescente". La mayor parte de los fondos se destinan a programas que "han demostrado su eficacia, tras una rigurosa evaluación, para reducir el embarazo adolescente, los factores de riesgo conductuales subyacentes al embarazo adolescente u otros factores de riesgo asociados".
La notificación, con fecha del 1 de julio, informaba a los beneficiarios de las subvenciones que debían transmitir, en sus materiales y actividades, información "médicamente precisa" y "apropiada para la edad" que redujera el embarazo adolescente. En ella se establecía que los beneficiarios debían revisar sus proyectos para ajustarlos a las órdenes ejecutivas de Trump, incluida una que establece que "mi Administración defenderá los derechos de las mujeres y protegerá la libertad de conciencia utilizando un lenguaje y unas políticas claras y precisas que reconozcan que las mujeres son biológicamente mujeres y los hombres son biológicamente hombres".
La ley que financia los esfuerzos de prevención del embarazo adolescente "no exige, apoya ni autoriza la enseñanza a menores de contenidos de este tipo, incluida la afirmación ideológica radical de que los niños pueden identificarse como niñas y viceversa", decía el aviso del HHS.
También decía que los proyectos no debían incluir contenidos “que fomenten, normalicen o promuevan la actividad sexual de los menores”.
Según el documento, los programas que no se ajustaran a las órdenes podrían perder su financiación.
Tres filiales de Planned Parenthood que reciben financiación para dichos programas presentaron una demanda por el aviso, alegando que violaba la Ley de Procedimiento Administrativo, en parte porque era demasiado vago.
"El aviso sobre la política impone una serie de mandatos sobre el contenido que carecen de normas claras y, por lo tanto, invitan a una aplicación arbitraria y discriminatoria", dijeron en una moción de sentencia sumaria o de orden definitiva.
Howell se mostró de acuerdo y consideró que la notificación "no ofrece a los demandantes ninguna forma de determinar su cumplimiento" de las condiciones actualizadas.
También dijo que la notificación violaba el requisito de la ley de que las políticas no fueran arbitrarias y caprichosas, ya que el HHS no proporcionó ningún análisis, estudio o informe que demostrara que los nuevos requisitos eran lógicos o respaldaban los objetivos del programa de prevención del embarazo establecidos por el Congreso.
“Esta conclusión se ve reforzada por algunas de las directrices de la Notificación de Política de julio, como la exclusión de la enseñanza que implique ‘la afirmación ideológica radical de que los niños pueden identificarse como niñas y viceversa’ y ‘la información que niega la realidad biológica del sexo o que no distingue adecuadamente entre hombres y mujeres’, lo que parece incongruente con la reducción de los embarazos adolescentes”, escribió.
“Esto se debe a que, aunque ambiguas, esas declaraciones parecen rechazar la existencia de personas intersexuales y transgénero, lo que no solo sería científicamente falso (y, por lo tanto, contrario al requisito legal de una programación 'médicamente precisa'), sino que también parecería inhibir, o al menos no promover, el objetivo de reducir los embarazos no deseados en adolescentes”.
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