El secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, anunció el viernes por la noche que había revocado las visas del juez del Tribunal Supremo brasileño Alexandre de Moraes, sus "aliados en el tribunal" y sus familiares cercanos, alegando una "caza de brujas política" en curso contra el expresidente brasileño Jair Bolsonaro y la "censura de la libertad de expresión en Estados Unidos".
La decisión se produjo horas después de que el Tribunal Supremo de Brasil ordenara a la policía registrar el domicilio de Bolsonaro y colocar un monitor electrónico en el tobillo del expresidente. Bolsonaro, a quien ya se le confiscó el pasaporte, está ahora también sujeto a un toque de queda nocturno y durante los fines de semana.
En virtud de la misma orden judicial firmada por Moraes, Bolsonaro tiene prohibido utilizar las redes sociales, comunicarse con diplomáticos extranjeros o acercarse a embajadas extranjeras. A principios de este año, se le denegó una solicitud para recuperar temporalmente su pasaporte con el fin de poder asistir a la segunda ceremonia de investidura del presidente Donald Trump.
Por otra parte, De Moraes está llevando a cabo una investigación agresiva sobre las llamadas "milicias digitales", acusadas de difundir desinformación y discursos de odio durante el gobierno de Bolsonaro. El año pasado, prohibió temporalmente X en todo el país después de que la plataforma de redes sociales propiedad de Elon Musk se negara a eliminar ciertas cuentas, muchas de ellas vinculadas a seguidores de Bolsonaro, que según De Moraes habían violado la ley brasileña.
Rubio condenó las acciones del tribunal como una represión por motivos políticos.
"El presidente Trump dejó claro que su administración exigirá responsabilidades a los extranjeros responsables de la censura de la libertad de expresión en Estados Unidos", afirmó Rubio en un comunicado.
"La caza política del juez del Tribunal Supremo Federal de Brasil, Alexandre de Moraes, contra Jair Bolsonaro ha creado un complejo de persecución y censura tan generalizado que no solo viola los derechos fundamentales de los brasileños, sino que también se extiende más allá de las fronteras de Brasil para atacar a los estadounidenses", continuó.
"Por lo tanto, he ordenado la revocación de las visas de Moraes y sus aliados en el tribunal, así como de sus familiares directos, con efecto inmediato".
De Moraes preside el juicio contra Bolsonaro, en el que el expresidente se enfrenta a cargos de intento de golpe de Estado en relación con las protestas del 8 de enero de 2023 en los edificios del gobierno federal de Brasil.
Las autoridades alegan que las protestas formaban parte de una conspiración más amplia para invalidar los resultados de las elecciones de 2022, que llevaron al poder al rival de Bolsonaro, el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
Bolsonaro ha negado sistemáticamente haber cometido ningún delito o haber participado en el presunto complot golpista. No ha sido condenado, pero se le ha prohibido presentarse a cargos públicos hasta 2030.
Su trato se ha convertido en un punto álgido en la escalada de tensiones entre las administraciones de Trump y Lula. La semana pasada, el presidente estadounidense amenazó con imponer un arancel del 50 % a los productos brasileños a menos que se retiraran los cargos contra Bolsonaro.
Trump también citó las barreras comerciales no arancelarias de Brasil en su decisión de imponer la nueva tasa arancelaria. Mientras tanto, Brasil es uno de los aproximadamente dos docenas de países que registran un déficit comercial con Estados Unidos, mientras que casi todos los demás países afectados por las medidas arancelarias de Trump registran grandes superávits.
"No habrá aranceles si Brasil, o las empresas de su país, deciden construir o fabricar productos en Estados Unidos y, de hecho, haremos todo lo posible para obtener las aprobaciones de forma rápida, profesional y rutinaria, es decir, en cuestión de semanas", escribió Trump.
Tras la redada policial del viernes, el hijo de Bolsonaro, el senador Flávio Bolsonaro, recurrió a las redes sociales para instar a Trump a "suspender el arancel del 50 % sobre las importaciones brasileñas e imponer sanciones individuales en su lugar". La publicación fue posteriormente eliminada.
Lula ha desestimado las acusaciones de Trump de prácticas comerciales desleales como falsas y ha denunciado la revocación de las visas de Rubio como una injerencia indebida en el poder judicial de Brasil.
"La injerencia de un país en el sistema judicial de otro es inaceptable y viola los principios básicos de respeto y soberanía entre las naciones", escribió Lula en X.
"Estoy seguro de que ninguna forma de intimidación o amenaza, procedente de quien sea, comprometerá la misión más importante de los poderes y las instituciones nacionales, que es actuar permanentemente en defensa y preservación del Estado de derecho democrático".
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