WASHINGTON—Se está librando una batalla legal por los aranceles del «Día de la Liberación» del presidente Donald Trump, pero los expertos en comercio afirman que es poco probable que cualquier revés le impida al gobierno seguir presionando a los socios comerciales de Estados Unidos.
El 28 de mayo, una corte federal de comercio anuló la mayoría de los aranceles recíprocos impuestos por Trump, incluido un arancel básico del 10 por ciento sobre casi todas las importaciones. Sin embargo, al día siguiente, la Corte de Apelación del Circuito Federal de Estados Unidos los restableció temporalmente, suspendiendo la sentencia de la corte inferior.
Aunque la batalla legal continúa y el bloqueo aún podría restablecerse, los analistas advierten que los gobiernos extranjeros no deben dar por sentado que el reequilibrio comercial de Estados Unidos con ellos va a terminar pronto. Trump todavía dispone de múltiples vías legales que le permiten imponer aranceles selectivos y obligar a los países a volver a la mesa de negociaciones.
«El presidente tiene varias herramientas», afirmó Charles Benoit, abogado especializado en comercio internacional y asesor comercial de la Coalición para una América Próspera, en una entrevista con The Epoch Times.
Haciéndose eco de un reciente informe de Goldman Sachs, Benoit señaló varias medidas que la Administración podría emplear si se bloquearan de nuevo sus aranceles recíprocos, haciendo referencia específica a los artículos 122 y 301 de la Ley de Comercio de 1974.
La sección 122 le permite al presidente imponer aranceles de hasta el 15 por ciento durante 150 días a las importaciones de países con grandes superávits comerciales. La sección 301 autoriza al presidente a resolver las prácticas comerciales desleales de los gobiernos extranjeros mediante el uso de aranceles, sanciones y otras medidas de represalia.
La sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962 es otra vía que podría explorar la Casa Blanca. Esta disposición faculta al presidente para restringir las importaciones si se consideran una amenaza para la seguridad nacional. Trump ya ha invocado la sección 232 para imponer aranceles al acero, el aluminio y los automóviles.
La sección 338 de la Ley Arancelaria de 1930 es una medida adicional que el presidente podría explorar, según Benoit. Esta disposición otorga al presidente la facultad de imponer derechos de importación adicionales y nuevos aranceles de hasta el 50 por ciento a los productos extranjeros que entren en el mercado estadounidense.
Pero también es fundamental colaborar con el Congreso a la hora de imponer estos aranceles, afirma Benoit.
«Creo que, además de explorar otras herramientas presidenciales, también deberían actuar sin demora y colaborar con el Congreso para que se aprueben, como mínimo, los aranceles universales del 10 por ciento», afirmó.
Benoit también cree que el Congreso, controlado por el Partido Republicano, debería cumplir la promesa anterior de los republicanos de revocar el estatus de «nación más favorecida» de China.
Aranceles bloqueados y luego restablecidos
El 28 de mayo, una corte federal de comercio falló en contra de la mayoría de los aranceles generales del «Día de la Liberación» del 2 de abril de Trump, determinando que había excedido su autoridad al aplicarlos.La Corte de Comercio Internacional de Estados Unidos determinó que la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA) no otorga al presidente autoridad ilimitada para imponer aranceles. La corte subrayó que es el Congreso, y no el presidente, quien tiene la autoridad para aplicar aranceles, y consideró insuficiente la justificación de la Administración para abordar el déficit comercial como una emergencia nacional.
La corte, compuesta por tres jueces, bloqueó la mayoría de los gravámenes del presidente, incluido el arancel básico del 10 por ciento impuesto a la mayoría de los socios comerciales y los derechos de importación adicionales a China, Canadá y México relacionados con el tráfico de fentanilo. Los jueces dieron a la Casa Blanca 10 días para completar formalmente la eliminación de los aranceles.
La decisión se basó en dos demandas, incluida una presentada el 23 de abril por una coalición de 12 estados que argumentaba que los planes arancelarios de Trump estaban sujetos a sus «caprichos y no al ejercicio legítimo de su autoridad».
La sentencia de la corte no afecta a otros aranceles sobre las importaciones estadounidenses, como los derechos del 25 por ciento sobre el acero, el aluminio y los automóviles aplicados en virtud del artículo 232. La decisión tampoco afecta a los aranceles del artículo 301 impuestos antes del segundo mandato de Trump, ni interfiere en las investigaciones en curso en virtud de los artículos 232 y 301.
La Administración presentó inmediatamente un recurso contra la sentencia ante la Corte de Apelación de Estados Unidos para el Circuito Federal y advirtió que solicitaría «medidas de emergencia» a la Corte Suprema si no se concedía una suspensión. La corte federal de apelación aprobó posteriormente la solicitud, bloqueando temporalmente la sentencia de la corte inferior.
Reacción del mercado
Tras la sentencia de la corte, las acciones estadounidenses se dispararon en las operaciones fuera de horario el 28 de mayo. El índice Dow Jones Industrial Average, que agrupa a las empresas de mayor capitalización, y el índice Nasdaq Composite, de gran peso tecnológico, se dispararon hasta 500 puntos.Al inicio de la sesión del 29 de mayo, el repunte general se moderó, ya que los inversores evaluaron la situación comercial. El Dow se mantuvo estable, el Nasdaq sumó más de 100 puntos y el S&P 500, de mayor alcance, subió alrededor de un 0.4 por ciento.
Los rendimientos de los bonos del gobierno estadounidense se situaron en su mayoría en terreno negativo, con el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años por debajo del 4.46 por ciento.
Bill Adams, economista jefe del Comerica Bank, afirma que los últimos acontecimientos en materia de política comercial «refuerzan la profunda incertidumbre» que se cierne sobre la economía este año.
«La incertidumbre arancelaria está provocando que muchas empresas retrasen sus decisiones de inversión y contratación mientras esperan que se aclare la situación», afirmó Adams en una nota enviada por correo electrónico a The Epoch Times.
Los inversores también tomaron nota de un informe de Goldman Sachs en el que se afirmaba que Trump disponía de herramientas para eludir la decisión de la corte comercial. Los economistas afirmaron que la sentencia «podría no cambiar el resultado final para la mayoría de los principales socios comerciales de Estados Unidos».
Existe una solución rápida que no requiere investigaciones formales, según los analistas de Goldman.
«La Administración podría sustituir rápidamente el arancel general del 10 por ciento por un arancel similar de hasta el 15 por ciento en virtud del artículo 122».
Michael Zezas, director global de renta fija e investigación temática de Morgan Stanley, se hizo eco de la opinión de Goldman de que la Administración puede recurrir a múltiples vías legales para imponer aranceles globales generales a las importaciones.
Respuesta de la Administración
El director del Consejo Económico Nacional, Kevin Hassett, afirmó que la Administración está actuando bajo el supuesto de que las apelaciones de la Casa Blanca tendrán éxito y las cortes mantendrán los aranceles de Trump.«Si hay pequeños contratiempos aquí o allá debido a las decisiones de jueces activistas, no debería preocuparles en absoluto, y desde luego no va a afectar a las negociaciones», dijo Hassett en una entrevista el 29 de mayo con Fox Business Network.
Confirmó que la administración completó algunos acuerdos comerciales que están a la espera de la revisión del presidente.
«Hay muchos, muchos acuerdos en camino, y hay tres que básicamente parecen estar cerrados», declaró Hassett.
Mientras tanto, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo que la decisión de la corte con sede en Nueva York «pone en peligro la posición de Estados Unidos en el comercio internacional».
Leavitt dijo que otros países entienden que «el presidente se reserva otras facultades arancelarias, como la Sección 232, para garantizar que se restablezcan los intereses de Estados Unidos en todo el mundo».
También señaló que los socios comerciales tienen la intención de continuar con las negociaciones comerciales actuales.
Perspectivas de las negociaciones
El primer ministro canadiense, Mark Carney, acogió con satisfacción la decisión del tribunal estadounidense y afirmó que es «coherente con la posición que Canadá mantiene desde hace tiempo» de que los aranceles del presidente estadounidense son «ilegales e injustificados».No obstante, Carney declaró que sigue existiendo presión sobre Canadá para que negocie un acuerdo mutuamente beneficioso con Estados Unidos.
«Reconocemos que nuestra relación comercial con Estados Unidos sigue viéndose profundamente afectada», declaró en la Cámara de los Comunes el 29 de mayo.
Esta sentencia judicial parece aliviar en parte la presión sobre los socios comerciales, señaló Benoit, pero no lo suficiente como para permitirles eludir las negociaciones.
«Creo que un gobierno extranjero cometería un error si pensara que ya no tiene que preocuparse. Creo que el presidente sigue teniendo mucho poder incluso sin recurrir a la IEEPA».
La última batalla legal llega en un momento crucial, ya que Trump y altos funcionarios de su administración han señalado avances en las negociaciones comerciales con varios gobiernos extranjeros, entre ellos el régimen comunista chino y la Unión Europea.
Aun así, el exsecretario de Comercio Wilbur Ross afirmó que es crucial mantener las negociaciones con mercados extranjeros como la Unión Europea para desmantelar las barreras comerciales desiguales del bloque.
«Si se llega a un entendimiento, eso podría ser suficiente para posponer la introducción de los aranceles», afirmó Ross en una entrevista con The Epoch Times.
El reto, según Ross, es que muchas de las barreras comerciales no arancelarias son impuestas por los distintos Estados miembros. Además, Ross señaló que los líderes de la UE tardan bastante en comunicarse con los países miembros.
Antes del fin de semana largo del Memorial Day, Trump amenazó con imponer un arancel del 50 por ciento al bloque comercial de 27 miembros, pero dos días después dio marcha atrás para permitir las negociaciones. El arancel se pospuso hasta el 9 de julio.
«No creo que haya ninguna esperanza de llegar a un acuerdo definitivo, pero puede que haya suficiente esperanza para que continúen las negociaciones», afirmó Ross.
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