WASHINGTON — El presidente Donald Trump otorgó Medallas de Defensa Fronteriza Mexicana a 13 miembros del servicio militar que ayudaron a proteger la frontera sur durante una ceremonia celebrada en el Despacho Oval el 15 de diciembre.
"Hoy estamos aquí para honrar a nuestros militares, hombres y mujeres, por su papel fundamental en la protección de nuestra frontera", dijo Trump rodeado de los homenajeados y funcionarios de la administración.
"Hemos pasado de tener a millones de personas cruzando nuestra frontera a no tener ninguna en los últimos ocho meses".
La medalla de bronce se otorgó por primera vez en 1918 para honrar a las personas que lucharon para proteger la nación en la frontera sur en 1916 y 1917.
El secretario de Guerra, Pete Hegseth, anunció en agosto que el Pentágono iba a recuperar el galardón para honrar a quienes prestan servicio actualmente en la frontera. Durante la ceremonia, le dijo a Trump que los miembros del ejército unieron sus fuerzas para proteger la nación.
"La seguridad fronteriza es seguridad nacional", afirmó Hegseth. "Teníamos la tarea de controlar al 100 por ciento y, gracias a estos hombres y mujeres que están aquí, se logró".
También asistió a la ceremonia Tom Homan, responsable de fronteras de la Casa Blanca, quien afirmó haber recorrido cientos de kilómetros de la frontera sur del país sin ver a ningún inmigrante ilegal.
"Esto supone un punto de inflexión", afirmó Homan. "Aún no terminamos. Vamos a seguir adelante y les garantizo que continuaremos salvando miles y miles de vidas".
La ceremonia se celebra después de que, según un comunicado de la Casa Blanca, más de 2.5 millones de inmigrantes ilegales fueron expulsados del país desde enero.
Durante siete meses consecutivos no se ha liberado a ningún inmigrante ilegal en Estados Unidos, y los cruces ilegales de la frontera se encuentran en niveles que no se registraban desde 1970.
Esto se produce tras las noticias sobre operaciones federales dirigidas contra inmigrantes ilegales delincuentes en ciudades con políticas de santuario, entre ellas Boston, Chicago, Los Ángeles y Washington D. C., entre otras.
Mientras tanto, las deportaciones cambian la dinámica del mercado laboral, ya que 2.57 millones de estadounidenses encontraron empleo, mientras que más de un millón de inmigrantes abandonaron la población activa de Estados Unidos o perdieron sus puestos de trabajo, según revelan datos del Banco de la Reserva Federal de St. Louis.
Las medidas de seguridad fronteriza, que incluyen 13,000 patrullas dirigidas por 25,000 personas, tienen como objetivo combatir los delitos violentos y mitigar el flujo de drogas mortales, como el fentanilo. Según la Casa Blanca, los incidentes por sobredosis de drogas han disminuido año tras año.
Además, los agentes del orden recuperaron a más de 62,000 niños migrantes con fines de explotación laboral y sexual.
Declaran al fentanilo, arma de destrucción masiva
El 15 de diciembre, Trump también firmó una orden que clasifica el fentanilo como arma de destrucción masiva, señalando que cientos de miles de estadounidenses perdieron la vida en los últimos años a causa de este opioide mortal."Toda nuestra frontera suroeste con México está bajo el control físico de los cárteles, que se encuentran entre las entidades más violentas... las personas más violentas del planeta", afirmó.
El volumen de drogas que entra por mar se redujo en un 94 por ciento luego de que el ejército estadounidense comenzara a principios de septiembre a atacar los barcos que transportaban cargas ilícitas, y pronto se llevarán a cabo ataques contra los envíos de narcóticos por tierra, según el presidente.
"No toleramos eso", dijo Trump. "Están intentando narcotizar nuestro país, pero lo estamos revirtiendo rápidamente", añadió.
"Ninguna bomba tiene el mismo efecto que esta", afirmó Trump, refiriéndose al impacto letal del fentanilo en los estadounidenses.
El presidente también destacó las recientes investigaciones que lograron el decomiso de tres millones de pastillas de fentanilo, la mayor incautación de la historia en un solo momento.
