Esta es la octava parte de "Medicina de la virtud"
¿Qué medicina es segura, eficaz, gratuita y solo requiere de un sutil cambio de perspectiva? Lo invitamos a explorar el olvidado vínculo entre virtud y salud —la "Medicina de la virtud".
La antigua literatura china cuenta la historia de un anciano llamado Sai Weng, que dependía de su caballo para ganarse la vida.
Un día, su caballo se escapó y los vecinos vinieron a expresar su pésame, diciendo: "Qué lástima".
Sai Weng comentó con calma: "Quizás".
Poco después, el caballo regresó, trayendo consigo un grupo de caballos salvajes. Los vecinos lo felicitaron por su buena suerte. Sai Weng respondió: "Tal vez".
El hijo de Sai Weng intentó montar uno de los caballos salvajes, pero se cayó y se rompió una pierna.
Una vez más, los vecinos se reunieron y dijeron: "Bueno, qué lástima".
Sai Weng respondió: "Tal vez".
Poco después estalló una guerra y todos los jóvenes del pueblo fueron reclutados para luchar. Debido a su lesión, el hijo de Sai Weng quedó exento del servicio militar, lo que lo salvó de los peligros de la guerra. Esta historia, que se remonta al siglo II a. C., inspiró el famoso dicho chino "Sai Weng pierde su caballo; ¿cómo saber si no es una bendición?".
Un paralelismo más familiar puede ser "no hay mal que por bien no venga" o "toda marea tiene su reflujo". Ver el potencial positivo más allá de los desafíos del momento encarna la naturaleza del optimismo, una virtud que proporciona una mentalidad de crecimiento y fomenta increíbles beneficios para la salud.
Los beneficios del optimismo
Carsten Wrosch, profesor de psicología en la Universidad de Concordia e investigador de la personalidad, dijo a The Epoch Times que el optimismo no es solo un rasgo, sino una forma de enfocar la vida."Básicamente, se trata de si esperas que tu vida sea buena o mala en el futuro", dijo.
Las personas optimistas son sin duda menos propensas a desarrollar síntomas depresivos, incluso entre pacientes que sufren enfermedades crónicas. Este efecto protector abarca todos los grupos de edad, desde los adultos más jóvenes hasta los mayores.
Por ejemplo, el Zutphen Elderly Study siguió a más de 800 hombres durante 15 años, analizando cómo el estilo de vida, la dieta y otros factores influyen en las enfermedades y la mortalidad. En particular, el estudio descubrió que un alto optimismo, en comparación con un bajo optimismo, se asociaba con un 77 por ciento menos de riesgo de síntomas depresivos.
(Ilustración de The Epoch Times).Estudios más recientes obtuvieron resultados similares. Un metaanálisis de 18 estudios realizado en 2024 descubrió que participar en un entrenamiento en optimismo, que incluye la atención plena y el diario de gratitud, reduce los síntomas de depresión en aproximadamente un tercio. Psicológicamente, las personas optimistas tienen menos reacciones adversas extremas a los factores estresantes y, por lo tanto, se recuperan de la depresión más rápidamente.
Como tal, el optimismo puede disminuir los sentimientos de desessperanza y las ideas suicidas.
El optimismo produce otro resultado muy deseado: la longevidad. En comparación con los pesimistas, los pacientes de cáncer optimistas tienen más de cuatro veces más probabilidades de sobrevivir un año después del diagnóstico.
Intuitivamente, tiene sentido; aquellos que esperan cosas buenas en la vida tienen más razones para seguir viviendo. En un artículo de investigación seminal publicado en PNAS en el que se analizaron más de 70,000 personas, los investigadores descubrieron que, en comparación con las personas menos optimistas, las más optimistas vivían hasta un 15 por ciento más y sus posibilidades de alcanzar una "longevidad excepcional", es decir —vivir hasta los 85 años o más— aumentaban hasta un 70 por ciento.
Para ponerlo en perspectiva, el optimismo añade casi tantos años a la vida de una persona como no sufrir un ataque al corazón o diabetes, según los investigadores.
Cómo cultivar el optimismo que cura
¿Qué estimula estos profundos cambios que se observan en las personas optimistas? La hipótesis principal es que los optimistas afrontan los retos de manera diferente.Wrosch, que ha publicado numerosos trabajos sobre el optimismo, afirma que los optimistas son más propensos a afrontar los factores estresantes de frente, a invertir tiempo y energía en superar los desafíos y a buscar activamente soluciones a los problemas. Replantean los desafíos como oportunidades —viviendo de forma activa, no pasiva.
Suzanne Segerstrom, profesora y directora del Centro de Investigación sobre el Envejecimiento Saludable de la Universidad Estatal de Oregón, declaró a The Epoch Times que "las personas más optimistas suelen esperar mejores resultados dada la realidad de la situación".
Este estilo de afrontamiento proactivo mitiga los efectos del estrés, promueve la salud mental a largo plazo y fomenta una mentalidad de crecimiento.
Por otro lado, los pesimistas utilizan la estrategia de evitación, que consiste en evitar o negar el factor estresante —y en algunos casos, recurrir a las drogas o a las distracciones para hacer frente a los factores estresantes.
Afortunadamente, el optimismo es una habilidad que se puede practicar. Las investigaciones describen varios métodos basados en la evidencia para cultivar el optimismo. Las estrategias generales incluyen replantear activamente los pensamientos negativos, revisar los logros personales pasados para arraigar expectativas positivas en el futuro y rodearse de compañeros que lo apoyen.
Las intervenciones más estructuradas incluyen participar en el "mejor ejercicio personal posible", durante el cual imaginas un escenario en el que alcanzas todos tus objetivos de vida en diversos ámbitos, como la familia, el trabajo y la salud. Cuanto más imaginas una realidad por la que vale la pena trabajar, más la esperas —y eso es optimismo. Según un gran metaanálisis realizado en 2019, este ejercicio mejora significativamente el optimismo y disminuye los síntomas depresivos.
Además, puedes cultivar el optimismo escribiendo cartas de agradecimiento o listas cortas de aquello por lo que te sientes agradecido. También puedes practicar el "ejercicio de las tres cosas buenas", durante el cual reflexionas y escribes tres cosas positivas que ocurrieron durante el día y por qué ocurrieron. En conjunto, estas prácticas de cultivar el hábito de centrarse en lo positivo del presente y desarrollar las mismas expectativas positivas para el futuro.
En conjunto, la atención plena y la meditación fomentan la conciencia centrada en el presente, lo que reduce los patrones de pensamiento negativo y rumiativo y fomenta indirectamente el optimismo.
Sea menos pesimista
¿Es mejor pensar de forma más positiva o simplemente tener menos pensamientos negativos? En otras palabras, ¿deberíamos centrarnos en ser más optimistas o menos pesimistas?Un metaanálisis de 2021 marcó un hito al descubrir una respuesta sorprendente: el pesimismo desempeña un papel mucho más importante que el optimismo a la hora de predecir los resultados de salud y no solo por un pequeño margen. Wrosch explicó que el análisis mostró que el pesimismo era aproximadamente tres veces más predictivo de las consecuencias para la salud. Por ejemplo, la reducción del pesimismo está relacionada con una inflamación más baja, una mejor salud cardiovascular e incluso tasas de éxito más altas en los tratamientos de fertilidad en comparación con el aumento del optimismo.
Por lo tanto, dijo Wrosch, el pesimismo y el optimismo no deben verse como opuestos de un rasgo, sino como dos rasgos de personalidad separados.
El optimismo es como pisar el acelerador, lo que te impulsa a avanzar. El pesimismo es como tener el freno de mano puesto. Incluso si pisas el acelerador, el freno te arrastra hacia abajo, causando daños a largo plazo y dificultando incluso el movimiento básico.
Dejar de lado el pesimismo es como soltar ese freno. La próxima vez que te sorprendas pensando en el peor de los casos, recuerda: no tienes que obligarte a pensar en cosas felices, simplemente dejar de lado las cosas negativas podría ser un gran paso adelante.
"El optimismo es un bucle de retroalimentación", dijo Segerstrom.
Las personas de éxito suelen ser más optimistas, lo que tiende a abrir las puertas a mayores recursos sociales y financieros, lo que refuerza un ciclo positivo.
Grace Zhang, acupuntora con una licenciatura en ciencias médicas de China, dijo a The Epoch Times que "la mentalidad juega un papel principal en el proceso de curación".
Dijo que, desde la perspectiva de la medicina tradicional china, mantener emociones optimistas ayuda a que la energía fluya más libremente y promueve la salud en general. Por el contrario, las emociones pesimistas causan un desequilibrio energético, lo que debilita el sistema inmunológico y conduce a la enfermedad.
Zhang compartió que la historia de Sai Weng debería recordarnos que, cuando nos enfrentamos a desafíos, debemos permanecer tranquilos, mantener la perspectiva y estar abiertos a la posibilidad de que las cosas puedan mejorar.
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Esta es la octava parte de "Medicina de la virtud".
Parte 1: Gratitud: Una medicina alternativa para la ira y la depresión
Parte 2: Su cerebro está programado para la honestidad: Mentir le puede cobrar la factura
Parte 3: Cómo el perdón curó de manera insólita la salud mental y física de un héroe del 11-S
Parte 4: Resentimiento: "Un huésped malsano en el corazón humano"
Parte 5: Cómo el asombro refuerza el sistema inmunitario y se extiende más allá de un sentimiento momentáneo
Parte 6: Generosidad: Perder un poco significa ganar mucho
Parte 7: Coraje: Los riesgos que asume determinan en quién se convierte
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