La Fuerza Aérea de EE. UU. anunció el viernes que la entrega del primero de los dos nuevos aviones Air Force One de Boeing se retrasará un año más, hasta mediados de 2028, el último de una serie de retrasos.
El último retraso corre el riesgo de molestar aún más al presidente Donald Trump, quien ha dicho que quiere volar en los nuevos aviones antes de que termine su mandato en enero de 2029.
El coste del actual proyecto de Boeing para construir los dos nuevos aviones supera los 5000 millones de dólares. Los actuales aviones Air Force One entraron en servicio en 1990.
El programa Air Force One, que consiste en convertir dos aviones 747-8 en aviones especializados equipados con sistemas avanzados de comunicaciones y defensa para servir como la próxima generación de transporte aéreo presidencial de Estados Unidos, se retrasaría cuatro años con una entrega prevista para 2028.
Boeing afirmó en un comunicado que está avanzando en el programa. "Nuestro objetivo es entregar dos aviones Air Force One excepcionales para el país".
En 2018, Boeing recibió un contrato de 3900 millones de dólares para construir los dos aviones que se utilizarán como Air Force One, aunque desde entonces los costes han aumentado. Boeing ha registrado 2400 millones de dólares en gastos contra los ingresos del proyecto.
En mayo, Estados Unidos aceptó un lujoso avión Boeing 747 como regalo de Qatar. La Casa Blanca pidió a la Fuerza Aérea que actualizara rápidamente el regalo para utilizarlo como Air Force One.
El Gobierno recurrió al contratista de defensa L3Harris Technologies para revisar el 747 de Qatar.
Trump expresó su descontento con Boeing por los retrasos a principios de este año, pero descartó a su rival europeo Airbus como alternativa. Por esas mismas fechas, el director ejecutivo de Boeing, Kelly Ortberg, dijo que Elon Musk, que ejerce de asesor de Trump, estaba "ayudándonos mucho" a gestionar la entrega del avión presidencial.
En junio, Boeing contrató a un antiguo ejecutivo de Northrop Grumman, Steve Sullivan, para dirigir el programa Air Force One, según dos personas informadas sobre el asunto.
Sullivan, que anteriormente trabajó en programas clave de Northrop, incluido el bombardero B-21, sustituyó a Gregg Coffey, que pasó a ocupar otro puesto en el fabricante de aviones estadounidense.
Por Abhinav Parmar y Mike Stone, David Shepardson y Chris Sanders y Dan Catchpole.
















