Médicos describen la escena en el hospital cuando llegaron las víctimas del tiroteo de la iglesia de Michigan

Un “estoico” niño de 6 años que sobrevivió al tiroteo masivo y al incendio del 28 de septiembre en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, fue la primera persona de la tragedia atendida en el Hospital Henry Ford Genesys, según el médico que lo atendió.

“No derramó ni una lágrima”, dijo el Dr. Sanford Ross, médico tratante y subdirector del departamento de emergencias, en una conferencia de prensa el 1 de octubre.

“Entró a la sala de emergencias estoico. La mamá estaba destrozada, lo cual, como padre, entiendo perfectamente, y lo que hice fue mirar la herida, darme una idea de lo que estaba pasando”, continuó Ross. “A los dos los tranquilicé diciéndole a él y a su mamá: ‘Van a salir adelante. Van a estar bien’”.

El niño fue atendido y dado de alta el domingo, según el Dr. Chris Ash, cirujano general y de trauma, quien también es director médico de servicios quirúrgicos en el Hospital Henry Ford Genesys.

De acuerdo con la policía, Thomas Jacob Sanford presuntamente estrelló una camioneta contra una capilla de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (LDS) en Grand Blanc antes de abrir fuego e incendiar la estructura durante el servicio dominical del 28 de septiembre.

Diez personas recibieron disparos, incluidas dos que fallecieron. Más tarde se encontraron dos cuerpos entre los escombros.

Sanford, de 40 años, murió a manos de agentes de la ley en el estacionamiento de la iglesia tras un intercambio de disparos.

Hasta el 1 de octubre, tres de los heridos permanecían hospitalizados en condición estable, informó Lauren Zakalik, vocera del Hospital Henry Ford Genesys.

Algunos de los feligreses de la iglesia trabajan en el hospital y actuaron de inmediato, dijo el Dr. Michael Danic, jefe médico del personal. Los empleados entraban y salían del fuego para ayudar a sacar a las personas de la iglesia, señaló.

“Los que estuvieron en la escena fueron auténticos héroes”, dijo Danic.

El Dr. Alan Janssen, director del programa de residencia del hospital, describió la escena previa a la llegada de las víctimas.

“Era un día soleado y una mañana de domingo. La combinación de esas dos cosas normalmente significa que el volumen de pacientes es bastante bajo al inicio del día. No teníamos muchos pacientes en el departamento”, comentó.

Eso cambió cuando un médico residente llamó al hospital, explicó Janssen.

“Mi residente estaba en la iglesia y dijo: ‘Hay un tirador activo en nuestra iglesia’. Eso fue antes de que se llamara a los servicios de emergencia. Eso fue antes de que alguien más supiera de esto. Así que, inicialmente, simplemente comenzamos a preparar el departamento de emergencias”, relató.

Equipos de emergencia responden a un tiroteo e incendio en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Grand Blanc, Michigan, el 28 de septiembre de 2025. (David Guralnick/Detroit News vía AP)

Janssen y Ross llamaron a los departamentos de cirugía y anestesia. Alertaron al personal para que se preparara ante una situación de víctimas múltiples. Las ambulancias llegaron aproximadamente 15 minutos después, trasladando a las víctimas.

Los miembros del personal del Hospital Henry Ford Genesys recibieron entrenamiento para situaciones de víctimas múltiples “hace uno o dos meses”, señaló Ross. “Siempre dices que podría pasar, pero probablemente pasará, que es lo lamentable”.

Dos personas heridas dentro de la iglesia eran médicos residentes del hospital. Varios empleados más del hospital asisten a la iglesia.

“Nuestro residente, cuyos hijos estaban en la iglesia con su esposa mientras él estaba operando conmigo esa noche en el hospital, sus hijos nunca volverán a ser los mismos”, dijo Ash.

Al menos cinco residentes del hospital asisten regularmente a los servicios de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, agregó Ash.

“Algunos de ellos actuaron con heroísmo para sacar a personas del fuego, y nos contaron esa historia cuando vinieron por su propio tratamiento. Esto es muy personal para nuestra comunidad”, dijo.

Ash espera que la tragedia anime a la gente a “tener un poco más de gracia y tolerancia”.

“Soy de esta comunidad. He vivido aquí más de 25 años”, dijo. “Son nuestra gente… Son parte de nuestra familia extendida, y verlos pasar por esto, así como a sus familias, es simplemente desgarrador”, agregó Ash. “Se lo he dicho a mucha gente: las palabras no pueden describir lo que se siente. Realmente no deberíamos pasar por esto en ninguna comunidad”.

Frente a la entrada del hospital, una fila de carpas se extiende por un par de cuadras, albergando a cientos de enfermeras empleadas del hospital que llevan cinco semanas en huelga en medio de las nuevas negociaciones del contrato laboral, las cuales, según varias enfermeras dijeron a The Epoch Times, están relacionadas con las “proporciones de seguridad para los pacientes”.

El 28 de septiembre, estas enfermeras en huelga notaron humo negro elevándose a lo lejos y vieron cómo ambulancias y patrullas pasaban rápidamente por su ubicación. Leyeron en línea que había ocurrido un evento de víctimas múltiples, denominado “Código Negro”, en el hospital.

“Esto es a lo que nos entrenan para responder. No queríamos simplemente quedarnos aquí y mirar. Queríamos ayudar”, dijo a The Epoch Times una enfermera que es parte de la huelga. Pidió mantener el anonimato por temor a represalias.

Las enfermeras en huelga del Hospital Henry Ford Genesys han cambiado los carteles de protesta por mensajes que fomentan el apoyo de la comunidad. (Jeff Louderback/The Epoch Times)

Un grupo de enfermeras recibió permiso del presidente del sindicato Teamsters Local 332 para abandonar la línea de piquete y ayudar en el hospital, la iglesia y un centro de triaje cercano. Cuando llegaron a la iglesia, los heridos ya habían sido trasladados al hospital, dijo la enfermera. El grupo ofreció consuelo y apoyo en el jardín de la iglesia, añadió.

Varias enfermeras que están en huelga el 30 de septiembre dijeron que se les ordenó salir del hospital después de 15 a 20 minutos, citando la huelga en curso.

En un comunicado, los funcionarios del hospital indicaron que contaban con suficiente personal cuando llegaron las víctimas del tiroteo e incendio, ya que habían contratado trabajadores de reemplazo.

“Involucrar a demasiados miembros del equipo en una situación de emergencia con múltiples víctimas y en desarrollo tiene el potencial de poner en peligro o comprometer la atención en curso”, decía el comunicado. “Esperamos continuar con las negociaciones, pero pedimos respetuosamente que no se utilice la tragedia ocurrida en nuestra comunidad como herramienta de negociación”.

Varias enfermeras dijeron que desde la tragedia se movilizaron para mostrar apoyo a la comunidad, cambiando los carteles centrados en la huelga por mensajes que llaman al amor y a las oraciones por Grand Blanc.

“Lo que hacemos como enfermeras lo hacemos porque realmente nos importa la gente. Por eso es que ven lo que ven en este momento”, dijo la enfermera Jennifer Gregory mientras miraba la calle llena de cientos de sus compañeras y compañeros agitando carteles de ánimo mientras los automovilistas que pasaban tocaban el claxon.

Se llevó a cabo una vigilia por las víctimas del tiroteo e incendio en la iglesia en el Hospital Henry Ford Genesys el 30 de septiembre. Jeff Louderback/The Epoch Times

Una vigilia realizada en el Hospital Genesys el 30 de septiembre reunió a decenas de residentes locales, incluido Robert Hempel, quien ha vivido en Grand Blanc por más de 50 años.

“Lo que pasó en la iglesia es un ataque a la libertad religiosa”, dijo Hempel. “Todos somos hermanos y hermanas, sin importar nuestras denominaciones y creencias”.