LA PAZ—El senador centrista Rodrigo Paz lideraba las elecciones presidenciales de Bolivia la noche del domingo, según los primeros resultados oficiales, que mostraron que el gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) se encaminaba a su peor derrota electoral en una generación.
Paz, del Partido Demócrata Cristiano, había obtenido el 32.18 por ciento de los votos, mientras que Eduardo del Castillo, del MAS, apenas el 3.16 por ciento, según los resultados preliminares publicados por el tribunal electoral la noche del domingo.
El expresidente conservador Jorge "Tuto" Quiroga, de la coalición Alianza, quedó en segundo lugar con el 26.94 por ciento de los votos.
"Bolivia no solo pide un cambio de gobierno, sino un cambio de sistema político", declaró Paz en un discurso transmitido el domingo por la noche. "Este es el comienzo de una gran victoria, de una gran transformación", añadió, mientras sus partidarios coreaban "renovación".
Horas antes, el domingo, Quiroga reconoció los resultados, confirmó su participación en la segunda vuelta y felicitó a Paz por su desempeño.
El presidente saliente, Luis Arce, emitió un comunicado optimista reconociendo los resultados. "La democracia triunfo", decía el comunicado.
Si ningún candidato presidencial obtiene más del 40 por ciento de los votos con una ventaja de 10 puntos, las elecciones se decidirán en una segunda vuelta el 19 de octubre. Los resultados oficiales completos se anunciarán en siete días.
El sólido desempeño de Paz sorprendió a los analistas. Las encuestas de opinión indicaban que el senador, con aproximadamente un 10 por ciento de apoyo, se encontraba muy por detrás de Quiroga y del candidato de centroderecha Samuel Doria Medina, de la coalición Unidad Alianza. El empresario Medina reconoció su derrota el domingo y afirmó que apoyaría a Paz en una segunda vuelta.
Las elecciones generales del domingo se vieron eclipsadas por la inflación, que se encuentra en su nivel más alto en cuatro décadas, y la ausencia del expresidente izquierdista Evo Morales, a quien se le impidió presentarse como candidato y criticó la votación.
Sin embargo, los llamados de Morales a boicotear las elecciones parecieron fracasar.
La participación electoral del domingo fue constante, según informaron las autoridades. A pesar de las preocupaciones previas de que el proceso electoral pudiera verse obstruido por los partidarios de Morales, quienes habían llamado a la ciudadanía a boicotear la contienda, los observadores internacionales afirmaron que no hubo interrupciones importantes.
Se produjeron varios incidentes menores en los colegios electorales de la región central de Cochabamba, bastión político de Morales.
Con un amplio abanico de ocho contendientes y sin un candidato dominante del MAS, las elecciones marcaron una encrucijada para Bolivia, según la analista de Southern Andes, Glaeldys González Calanche, del International Crisis Group.
La frágil economía boliviana ha sido una de las principales preocupaciones de muchos votantes. Este año, el aumento de precios ha sido superior al de otros países latinoamericanos, y el combustible y los dólares han escaseado.
La inflación anual se duplicó hasta el 23 por ciento en junio, frente al 12 por ciento de enero, y algunos bolivianos recurrieron a las criptomonedas como cobertura.
Muchos bolivianos, especialmente aquellos que trabajan en la economía informal, ahora luchan por llegar a fin de mes, afirmó el economista Roger López.
"Bolivia está al borde del abismo", declaró López. "No tiene dólares y enfrenta obligaciones que deben pagarse en dólares, y los votantes comprenden que los próximos años serán difíciles".
Los resultados electorales anticipados indicaron que millones de votantes optaron por castigar al MAS el domingo, lo que creó una ventana de oportunidad por primera vez en casi dos décadas para los centristas y la derecha, que juntos obtuvieron aproximadamente tres cuartas partes de los votos, según el recuento preliminar.
"Cada año la situación ha empeorado con este gobierno", declaró Silvia Morales, de 30 años, de La Paz, trabajadora de un comercio minorista. Exvotante del MAS, Morales afirmó que esta vez votaría por la centroderecha.
Carlos Blanco Casas, de 60 años, profesor de La Paz, afirmó su intención de votar por el cambio. "Estas elecciones son esperanzadoras. Necesitamos un cambio de rumbo", afirmó.
Quiroga prometió un "cambio radical" para revertir lo que él llama "20 años perdidos" bajo el gobierno del MAS. Apoya profundos recortes del gasto público y un cambio en las alianzas con Venezuela, Cuba y Nicaragua. Quiroga fue presidente durante un año, entre 2001 y 2002, tras la renuncia del entonces líder de Bolivia.
Paz, por su parte, planea descentralizar el gobierno mediante la introducción de un "modelo económico 50-50" en el que el gobierno central administraría solo la mitad de los fondos públicos. El resto se destinaría a los gobiernos regionales.
Silvia Morales, de 30 años, exvotante del MAS de La Paz, afirmó haber votado por Paz el domingo.
"Es una cara nueva con experiencia", dijo. "Creo que deberíamos dar cabida a nuevas oportunidades".
Los votantes también eligieron a los 26 senadores y 130 diputados, y los funcionarios asumirán sus cargos el 8 de noviembre.
Por Lucinda Elliott y Monica Machicao.
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