La Comisión Federal de Comercio (FTC) demandó a Key Investment Group y sus empresas afiliadas el 18 de agosto, alegando que eludieron los límites de compra de entradas para eventos en directo, como la gira Eras de Taylor Swift, y revendieron esas entradas a precios inflados.
En su denuncia, la FTC alegó que el corredor de entradas con sede en Maryland y sus empresas afiliadas, que operan bajo marcas como Epic Seats y Totally Tix, utilizaron miles de cuentas falsas de Ticketmaster y otras tácticas ilegales para eludir las medidas de seguridad diseñadas para evitar que los compradores superaran los límites de compra de entradas.
Entre noviembre de 2022 y diciembre de 2023, las empresas compraron supuestamente alrededor de 379,776 entradas a Ticketmaster por casi 57 millones de dólares y posteriormente revendieron una parte de ellas en mercados secundarios por 64 millones de dólares, según la denuncia.
La FTC alegó que los acusados utilizaron 49 cuentas para comprar 273 entradas para un concierto de Taylor Swift en 2023, superando con creces el límite de seis entradas por evento. A continuación, las empresas revendieron las entradas a precios inflados, generando más de 119,000 dólares en ingresos.
Las empresas fueron acusadas de violar la Ley de Mejora de la Venta de Entradas por Internet (BOTS), una ley de 2016 que prohíbe el uso de tecnología de bots para comprar entradas por Internet.
“La medida de hoy advierte a los corredores que la FTC de Trump-Vance vigilará las operaciones que eludan ilegalmente los límites de compra de los vendedores de entradas, garantizando que los consumidores tengan la oportunidad de comprar entradas a precios justos”, dijo el presidente de la FTC, Andrew Ferguson, en un comunicado.
Key Investment Group afirmó en un comunicado que “se defenderá enérgicamente” contra la demanda de la FTC y argumentó que la Ley BOTS tenía por objeto combatir el “software malicioso”, no los negocios legítimos.
“El caso amenaza con desmantelar el mercado secundario de entradas para eventos en directo, consolidando aún más el poder en manos del mayor monopolio del sector”, afirmó la empresa.
Key Investment Group presentó una demanda contra la FTC en julio, acusando al regulador de atacar sus prácticas comerciales utilizando “una interpretación errónea” de la Ley BOTS.
En marzo, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva en la que ordenaba a la FTC que colaborara con el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y la fiscal general, Pam Bondi, para garantizar que los revendedores que compran entradas para eventos al por mayor y las revenden a precios inflados cumplan plenamente el Código de Rentas Internas y otras leyes aplicables.
Trump afirmó en su orden que los revendedores de entradas utilizan bots y otros medios para comprar grandes cantidades de entradas y revenderlas con “un enorme margen de beneficio” en el mercado secundario. Según la orden, algunos fans pagaron hasta 70 veces el valor nominal para conseguir una entrada para ver a sus artistas favoritos.
“La industria de los conciertos y el entretenimiento en directo de Estados Unidos es la envidia del mundo”, declaró el presidente.
“Pero se ha visto empañada por intermediarios sin escrúpulos que se interponen entre los artistas y los fans e imponen tarifas exorbitantes mientras brindan un valor mínimo”.
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