La vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo el lunes que el hombre acusado de matar al menos a cuatro personas y herir a otras ocho en una iglesia de Michigan odiaba a los mormones.
“Por lo que tengo entendido, según mis conversaciones con el director del FBI, lo único que saben por ahora es que se trata de un individuo que odiaba a las personas de fe mormona, y están tratando de averiguar más al respecto, cuán premeditado fue, cuánto lo planeó, si dejó una nota... Todas esas preguntas aún no tienen respuesta, pero sin duda el FBI las responderá”, declaró a Fox News en una entrevista el 29 de septiembre.
Leavitt dijo que se están ejecutando órdenes de registro en la casa del sospechoso, Thomas Jacob Sanford, para "llegar al fondo de por qué cometió un acto tan malvado".
La familia de Sanford está cooperando con el FBI, dijo también Leavitt. No dio más detalles sobre el sospechoso, que fue abatido por la policía durante el incidente.
Sanford, de 40 años, presuntamente condujo una camioneta hasta la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (LDS) en Grand Blanc antes de abrir fuego e incendiar el edificio durante un servicio dominical, según informaron las autoridades. El agresor presuntamente utilizó gasolina para iniciar el incendio y también tenía artefactos explosivos, pero no está claro si los utilizó, según declaró James Dier, de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF).
Los investigadores registraron la residencia de Sanford. Las autoridades no revelaron lo que encontraron ni proporcionaron más detalles, como si era miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, conocida popularmente como la iglesia mormona.
Este ha sido el último de los numerosos tiroteos perpetrados en lugares de culto en Estados Unidos en los últimos 20 años, incluido uno en agosto en el que murieron dos niños durante la misa en la Iglesia de la Anunciación de Minneapolis.
En un posteo del domingo, el presidente Donald Trump elogió al FBI por su respuesta al tiroteo de Míchigan.
“Esta epidemia de violencia en nuestro país debe terminar de inmediato”, dijo Trump.
También dijo que el tiroteo y el incendio provocado del domingo eran “otro ataque más contra los cristianos” y pidió oraciones.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, en un comunicado, dijo que “está en comunicación con las fuerzas policiales locales mientras continúa la investigación y recibimos información actualizada sobre el estado de los afectados”.
“Los lugares de culto están destinados a ser santuarios de paz, oración y conexión”, dijo el comunicado. “Oramos por la paz y la sanación de todos los involucrados”.
La gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, dijo en un comunicado el domingo que su corazón estaba destrozado por la comunidad.
“La violencia en cualquier lugar, especialmente en un lugar de culto, es inaceptable”, dijo.
El FBI dijo el domingo que cualquier persona que tenga información sobre el ataque en Gland Blanc debe ponerse en contacto con la agencia.
El tiroteo ocurrió la mañana después de que Russell M. Nelson, el presidente más anciano de la historia de la iglesia mormona con sede en Utah, falleciera a los 101 años. Se espera que el próximo presidente sea Dallin H. Oaks, según el protocolo de la iglesia.
Con información de The Associated Press
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