NUEVA YORK—El juicio federal por tráfico sexual de Sean "Diddy" Combs, cuya exitosa carrera se ha visto salpicada de acusaciones de violencia, comenzó el lunes en la ciudad de Nueva York con la selección del jurado, que se interrumpió brevemente cuando el rapero dijo que estaba "un poco nervioso" y necesitaba ir al baño.
Tres docenas de posibles jurados fueron interrogados por el juez Arun Subramanian sobre sus respuestas a un cuestionario destinado a determinar si podrían ser justos e imparciales en un juicio que presentará videos violentos y sexualmente explícitos. Las declaraciones iniciales y el inicio de los testimonios están programados para la próxima semana.
El juez presentó a los posibles jurados una breve descripción de los cargos de tráfico sexual y conspiración para cometer crimen organizado contra Combs, informándoles que se había declarado inocente y se presumía su inocencia.
Al final del día, el jurado se redujo a la mitad, ya que algunos fueron excluidos por razones personales, como la incapacidad económica para afrontar un juicio que se proyectaba durar dos meses o porque sus opiniones o experiencias pasadas pondrían en peligro su objetividad.
Se esperaba que otras tres docenas de posibles jurados fueran interrogados el martes. No era probable que el jurado se formara antes del miércoles.
Durante todo el lunes, Combs, de 55 años, estuvo sentado con sus abogados con un suéter sobre una camisa blanca de cuello y pantalones grises, que el juez le había permitido en lugar de la ropa de la cárcel. Ha permanecido recluido en una lúgubre prisión federal en Brooklyn desde su arresto en septiembre pasado. Su cabello y su barbilla estaban casi completamente canosos porque en la cárcel no se permite teñirse.
Sean Diddy Combs sentado en la mesa de la defensa antes del inicio de la selección del jurado en el tribunal federal de Manhattan, en Nueva York, el 5 de mayo de 2025. (Elizabeth Williams vía AP).A diferencia de otros juicios recientes de celebridades de alto perfil, el caso judicial de Combs no se transmitirá en vivo porque las cortes federales no permiten grabaciones electrónicas en su interior, lo que significa que los dibujantes judiciales sirven como los ojos del público al interior de la sala de la corte.
Si es declarado culpable de todos los cargos, podría enfrentarse a una pena máxima de cadena perpetua.
Varios posibles miembros del jurados indicaron haber visto noticias que mostraban una prueba clave en el caso: un video de Combs golpeando y pateando a una de sus acusadoras en el pasillo de un hotel de Los Ángeles en 2016. Una de las posibles jurados describió una imagen fija que vio del video como "prueba irrefutable". Esa mujer fue descartada.
Después de que otro miembro del jurado fuera despedido, Combs pidió ir al baño y le dijo al juez: "Lo siento, su señoría, estoy un poco nervioso hoy".
Una posible miembro del jurado dijo que había publicado un "me gusta" en un video en redes sociales de un comediante que bromeaba sobre grandes cantidades de aceite de bebé encontradas por las autoridades en una de las casas de Combs. No fue descartado.
La acusación de 17 páginas contra Combs —que se lee como un documento de acusación presentado contra un líder de la mafia o el jefe de una banda de narcotraficantes— alega que Combs participó en un patrón de crimen organizado de dos décadas con comportamiento abusivo contra mujeres y otras personas, con la ayuda de personas de su entorno y empleados de su red de negocios.
Combs y sus abogados afirman su inocencia y que cualquier acto sexual grupal fue consensuado. Afirman que no hubo ningún intento de coaccionar a las personas para que hicieran cosas que no querían hacer, y que nada de lo sucedido constituyó un delito delictivo.
La fiscalía afirma que las mujeres fueron manipuladas para tener relaciones sexuales bajo el efecto de drogas con trabajadores sexuales masculinos, a los que Combs llamaba "Freak Offs". Para mantenerlas a raya, los fiscales afirman que Combs utilizó una combinación de influencia y violencia: les ofreció impulsar sus carreras artísticas si cumplían con sus exigencias, o de lo contrario, las excluía si no lo hacían.
Y cuando no conseguía lo que quería, la acusación afirma que Combs y sus cómplices recurrían a actos violentos, como palizas, secuestros e incendios provocados. En una ocasión, según la acusación, incluso colgó a alguien de un balcón.
Una de las cuatro presuntas víctimas que se espera declaren contra Combs podría no testificar después de todo, reveló el lunes la fiscal federal adjunta Maurene Comey. Comey declaró a Subramanian que el abogado de la mujer tiene problemas personales y ha sido difícil contactarlo, y que no estaba claro si la mujer comparecería.
"No hay ningún cargo en particular que requiera su testimonio para que podamos cumplir con nuestra carga probatoria", declaró Comey.
Combs reconoció un episodio de violencia que se considera clave en el caso de la fiscalía. En 2016, una cámara de seguridad lo grabó golpeando a su exnovia, la cantante de R&B Cassie, en el pasillo de un hotel de Los Ángeles. Cassie presentó una demanda a finales de 2023, alegando que Combs la sometió a años de abuso, incluyendo palizas y violaciones.
The Associated Press no suele identificar a las personas que dicen haber sido abusadas sexualmente a menos que se presenten públicamente, como lo hizo Cassie, cuyo nombre legal es Casandra Ventura.
Por Michael R. Sisak y Larry Neumeister.
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