Autoridades mexicanas desmantelaron dos laboratorios de producción de drogas e incautaron 21 toneladas de metanfetaminas en el poblado Carricitos, en el estado fronterizo de Durango, en el norte de México, informaron el 8 de septiembre.
En una operación liderada por la Secretaría de Marina (Semar), en coordinación con la Fiscalía General de la República (FGR), la Secretaría de la Defensa Nacional, la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), se localizaron y desmantelaron dos laboratorios clandestinos empleados para la elaboración de sustancias ilícitas, según un comunicado de la Semar.
"Esta acción representa el segundo aseguramiento más grande que ha realizado el Personal Naval, siendo este el pasado 08 de febrero 2024 en Sonora y uno de los mas importantes de la actual administración", dice una publicación de la Semar en X del 8 de septiembre.
La identificación de los laboratorios fue realizada con apoyo de las patrullas de reconocimiento terrestre de equipo Naval de la Marina de México.
Además de las metanfetaminas incautadas, los agentes también decomisaron diversos precursores químicos, incluidos 1000 litros de ácido clorhídrico, 200 litros de ácido acético, 1000 litros de tolueno, 200 litros de cianuro de bencilo, 250 litros de P2P, 575 kilogramos de sosa cáustica y 200 kilogramos de cianuro de sodio.
La agencia no reportó detenciones de personas asociadas a los laboratorios y declaró que se avanzará en una investigación relacionada.
Según la Semar, la incautación evitó que se distribuyeran más de 525,000,000 dosis de droga en las calles y estima un golpe económico a la delincuencia organizada en México de más de 6500 pesos mexicanos (aproximadamente 350 millones de dólares).

Los laboratorios de metanfetamina suponen un riesgo elevado de contaminación ambiental, adicional al de la producción de drogas. Usualmente se encuentran en zonas remotas de bosques.
Un laboratorio de metanfetamina promedio produce cerca de 6 libras de desechos tóxicos por cada libra de metanfetamina producida.
"Los hornos de metanfetamina vierten ácido de batería, solventes y otros materiales tóxicos en los ríos o el suelo. Gran parte de los desechos son altamente inflamables y explosivos.", dice una publicación del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.
La metanfetamina es una droga que afecta gravemente la salud de las personas que la consumen. Esta droga estimula el sistema nervioso central produciendo niveles excesivos de neurotixinas que el cerebro no puede procesar, causando la eliminación de las funciones cerebrales y psicosis y, en algunos casos, accidentes cerebrovasculares mortales.
Según datos de los CDC de mayo, 80,391 estadounidenses murieron en 2024 por sobredosis de drogas en los Estados Unidos.
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