Arizona firma una ley para combatir la práctica del régimen comunista chino de extraer órganos por la fuerza de presos de conciencia, sumándose a otros cuatro estados con normas similares.
La gobernadora de Arizona, Katie Hobbs, firmó la Ley para Poner Fin a la Extracción de Órganos en Arizona (HB 2109) el 6 de mayo, después de que el Senado estatal aprobara la legislación a finales del mes pasado. Con esta ley, los proveedores de seguros —incluidos los contratos de suscripción, las organizaciones de servicios de salud, las aseguradoras de discapacidad y la agencia estatal de Medicaid— pueden negar o limitar la cobertura a un paciente que elija recibir un trasplante de órgano de China o Hong Kong, o si el órgano proviene de la jurisdicción del Partido Comunista Chino (PCCh).
La ley entrará en vigor en verano, ya que la legislación de Arizona establece que los proyectos de ley firmados entran en vigor 90 días después de terminar la sesión legislativa actual.
El representante estatal Leo Biasiucci, principal promotor del proyecto, dice que le anima ver a su estado unido para frenar la susreacción forzada de órganos.
Él espera que esta noticia aporte algo de consuelo a las personas y familias que han sido blanco de este abuso, comentó a The Epoch Times.
Un proyecto de ley similar, también impulsado por Biasiucci, fue vetado por Hobbs en abril del año pasado tras ser aprobado por ambas cámaras legislativas del estado. En ese momento, la gobernadora lo rechazó alegando que contenía “disposiciones excesivas” que habrían prohibido a las instituciones sanitarias y a los centros de investigación utilizar equipos fabricados en China para la secuenciación genética, y a las aseguradoras financiar esa práctica.
Biasiucci dividió el proyecto de ley de 2024 en dos leyes, una sobre la sustracción de órganos y otra sobre la secuenciación genética, y las presentó a principios de este año. Hobbs vetó el proyecto de ley sobre la secuenciación genética (HB 2693) el 2 de mayo.
Texas, Utah, Idaho y Tennessee han promulgado leyes similares para contrarrestar la sustracción forzada de órganos por parte del PCCh.
Actualmente, hay dos proyectos de ley en el Congreso que abordan esta cuestión.
El 7 de mayo, la Cámara de Representantes aprobó la Ley para Detener la Extracción Forzada de Órganos (HR 1503), que sancionaría a cualquiera implicado en el abuso, incluyendo la revocación de visas y el bloqueo de transacciones de bienes en Estados Unidos. Además, las personas que participen deliberadamente en este acto podrían enfrentarse a una pena de hasta un millón de dólares y 20 años de prisión.
La Cámara de Representantes también aprobó la Ley de Protección de Falun Gong (HR 1540) el 5 de mayo, que incluye medidas para sancionar a quienes participen en la extracción forzada de órganos de practicantes de Falun Gong.
La industria de la extracción forzada de órganos experimentó un auge a partir del año 2000, cuando el régimen inició una campaña a gran escala para perseguir la disciplina espiritual Falun Gong, que por entonces contaba con entre 70 y 100 millones de practicantes en China.
En 2019, la Corte de China en Londres concluyó que el régimen chino ha extraído órganos por la fuerza de presos de conciencia “a gran escala” durante años, siendo los practicantes de Falun Gong la “fuente principal” de esos órganos humanos.
Biasiucci afirma que le reconforta ver al Congreso actuar sobre este asunto. Y pronto, dijo, otros estados seguirán su ejemplo.
"Ha tardado mucho tiempo", dijo. "Es una locura pensar que esto está sucediendo en el año 2025, así que creo que la gente ha tardado un poco en comprender que es real".
“Pero una vez que la gente comprenda exactamente lo que hace el PCCh, no podrá mirar hacia otro lado”, añade.
La Asociación de Médicos y Cirujanos Americanos, en una declaración emitida en julio de 2023, expresó su preocupación por cómo las instituciones estadounidenses podrían estar ayudando sin saberlo a los abusos de China.
“Ciudadanos chinos que son médicos y estudiantes, coaccionados o adoctrinados, aprobados por el Partido Comunista Chino para salir del país, han sido admitidos en universidades, facultades de medicina y programas de internado/residencia en Estados Unidos, donde aprenden ciencia, absorben conocimientos médicos y practican procedimientos”, declara la asociación.
Biasiucci comparte su inquietud por que las universidades de Estados Unidos formen a médicos chinos que luego regresen a China y realicen cirugías de trasplante, convirtiéndose en cómplices del abuso.
En un informe de 2022, la Organización Mundial para Investigar la Persecución de Falun Gong, un grupo de derechos humanos con sede en Estados Unidos, señaló cientos de casos en los que cirujanos de trasplantes chinos perfeccionan sus habilidades en Estados Unidos antes de aplicarlas en hospitales chinos implicados en la extracción forzada de órganos.
Biasiucci afirmó que una de las principales razones por las que decidió patrocinar el proyecto de ley es que quiere concienciar a la población de Arizona y más allá.
“Pensar que encarcelan a personas y usan sus órganos en el comercio de trasplantes en países como China… no creo que mucha gente crea que esto realmente sucede”, asegura.
Él confía en que la ley ayude a “difundir la información” y a mostrar lo grave que es la situación.
"Una vez que se aprueba algo así, se abre la puerta a más cambios", afirmó.
Detener la cobertura del seguro médico será el primer paso, dijo, y añadió que seguirá intentando “incidir en más aspectos” y “hacer todo lo posible para poner fin a esto”.
“Esto es lo correcto”, concluye.
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