La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que la reforma a la Ley General de Aranceles de Importación y Exportación, aprobada ayer por el Senado, no tiene como objetivo castigar a China, sino que forma parte de una estrategia para impulsar la producción nacional.
"No es a China, no está dirigido a China, eso es muy importante", afirmó este 11 de diciembre durante su conferencia matutina. "Es a los países con los que no tenemos tratado comercial, porque si no, parece que es un asunto en donde México le está poniendo restricciones al comercio".
La mandataria explicó que el aumento de aranceles —que oscilarán entre 5 y 50 % y que entrarán en vigor en 2026— responde al llamado Plan México, una estrategia industrial lanzada por su gobierno para recuperar sectores debilitados, como el textil y el automotriz.
Sheinbaum detalló que la iniciativa fue modificada tras reuniones con empresarios nacionales e internacionales establecidos en México, quienes advirtieron que la versión inicial elevaría los precios al consumidor.
"[Los empresarios] nos dijeron que si se ponían tantos aranceles iba a afectar al precio de los productos", indicó. "Entonces se fue disminuyendo de manera muy importante, [...] Cambió bastante de la propuesta original a la propuesta que finalmente se aprobó".
La presidenta explicó que hubo comunicación directa con Corea del Sur y China, y destacó el papel del embajador mexicano en Beijing para explicar las razones de la medida. Aseguró que su gobierno mantiene su "mejor disposición" para dialogar con los países involucrados.
Sheinbaum anunció que el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, presentará un informe detallado del tema esta semana. Para el gobierno federal, el objetivo central es fortalecer las cadenas productivas.
"Lo que queremos es recuperar la industria textil", reiteró. "También la industria automotriz en México que aunque no es de empresarios mexicanos, directamente participan muchos empresarios mexicanos en las autopartes".
El 10 de diciembre, legisladores mexicanos aprobaron imponer o aumentar aranceles, principalmente hasta 35 %, pero en algunos casos hasta 50 % a más de 1400 productos procedentes de países con los que México no tiene un tratado de libre comercio, entre ellos China, Corea del Sur, India, Vietnam y Tailandia.
La reforma fue avalada en el Senado con 76 votos a favor, 5 en contra y 35 abstenciones, tras haber sido aprobada previamente en la Cámara de Diputados.
Los sectores afectados incluyen textiles, acero, hierro, autopartes, plásticos, calzado y otros bienes que, según el gobierno, han desplazado a la industria nacional en la última década.
A pesar de las declaraciones por parte de la presidenta de México, el asesor principal para comercio y manufactura del presidente Trump, Peter Navarro, dijo en una declaración en X, que los aranceles a importaciones asiáticas se alinean "ampliamente con los esfuerzos de Estados Unidos para endurecer las barreras comerciales contra China", a la vez que protegen a la industria mexicana.
Por su parte, Beijing criticó la decisión de México y un portavoz del Ministerio de Comercio de China instó al país, a través de un comunicado emitido en internet, a revertir la medida y aseguró que los aranceles podrían socavar sustancialmente sus intereses comerciales. Además agregó, que Beijing supervisará de cerca la aplicación de los aranceles mexicanos y evaluará su impacto.
En cuanto al contexto comercial entre ambos países es desigual, ya que China envía más productos a México de los que importa. En 2024, México registró un déficit comercial cercano a los 120 mil millones de dólares con China, según datos oficiales.
La reforma también ocurre en la antesala de la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Funcionarios en Washington y Ottawa han expresado preocupación por el uso de México como puerta de entrada para productos chinos que buscan evitar aranceles impuestos por Estados Unidos.
En los últimos años, múltiples empresas chinas han reubicado sus líneas de montaje a territorio mexicano para aprovechar el acceso preferencial al mercado norteamericano.
En el Congreso, el presidente de la Comisión de Economía del Senado, Emmanuel Reyes, respaldó la reforma y destacó que los nuevos aranceles ayudarán a proteger empleos en industrias clave.
"México debe competir en mejores condiciones y fortalecer su mercado interno", escribió en X.
Con información de EFE.
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