Las autoridades detuvieron a 101 camioneros inmigrantes ilegales en las autopistas de California en el marco de la Operación Highway Sentinel, según informó el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en un comunicado del 23 de diciembre.
"A lo largo de 2025, los extranjeros ilegales que conducían vehículos comerciales en las carreteras estadounidenses causaron varios accidentes mortales en California, Florida y Oregón, causando la muerte en total a ocho vidas inocentes", declaró la agencia.
"La Operación Highway Sentinel se implementó como respuesta directa a esta amenaza".
Bajo el mando del gobernador Gavin Newsom, "el estado de California expidió conscientemente miles de permisos de conducir comerciales (CDL) a extranjeros ilegales que no tenían nada que hacer en las carreteras estadounidenses. Muchos de estos camioneros causaron estos accidentes mortales ni siquiera sabían leer inglés ni entender las señales de tráfico".
En agosto, un camionero inmigrante ilegal realizó un giro ilegal en U con un camión de 18 ruedas, provocando que una minifurgoneta chocara contra él y matara a sus tres ocupantes. Según el Departamento de Seguridad Vial y Vehículos Motorizados de Florida, el conductor, que entró ilegalmente a Estados Unidos en 2018, obtuvo su permiso de conducir comercial en California.
Este mes, otro conductor de camión con licencia de California fue detenido después de que su vehículo chocara contra un bus de turismo, causando la muerte de un hombre de 29 años.
La operación Highway Sentinel, dirigida por la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional del ICE de las sedes de San Francisco y Los Ángeles, y otros socios federales, tenía como objetivo hacer una revisión de las empresas de transporte por carretera del estado sospechosas de participar en actividades delictivas, según informó el ICE, que añadió que la operación había concluido con éxito.
Según la agencia, las autoridades policiales han denunciado que las empresas de transporte por carretera están involucradas con grupos delictivos dedicados al robo de mercancías, el tráfico de mano de obra y narcóticos, y el tráfico de personas.
La operación llevó al arresto de inmigrantes ilegales procedentes de Colombia, México, India, Honduras, Nicaragua, Georgia, Venezuela, El Salvador, Ucrania, Uzbekistán y Rusia. Los detenidos permanecerán bajo custodia del ICE a la espera de los procedimientos de inmigración.
"Las políticas de estado santuario de Gavin Newsom están costando vidas estadounidenses", dijo Madison D. Sheahan, el subdirector del ICE.
"Su gobierno expidió a sabiendas miles de permisos de conducir comerciales a extranjeros ilegales que no tenían por qué conducir, y mucho menos al volante de un enorme camión semirremolque".
"Estos conductores obtienen sus permisos, salen de California y aterrorizan las carreteras de todo el país. El ICE está interviniendo donde su estado ha fallado. Al igual que en nuestras operaciones en Oklahoma e Indiana, estamos sacando de las carreteras a estos peligrosos camioneros extranjeros ilegales y haciendo que las calles de California vuelvan a ser seguras".
Medidas federales contra los conductores no aptos
La administración Trump ha reforzado los criterios de aptitud para otorgar licencias de conducción a los conductores de camiones con el fin de garantizar la seguridad en las carreteras.En marzo, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva donde designó al inglés como idioma oficial de los Estados Unidos. En abril, el presidente firmó otra orden en la que instruyó al secretario de Transporte, Sean Duffy, a garantizar que los conductores de camiones comerciales que no cumplan con los estándares de dominio del inglés no continúen prestando el servicio.
El conflicto entre California y la administración Trump se intensificó después de que el Departamento de Transporte decidiera recientemente retener 33 millones de dólares en fondos federales destinados a los programas de seguridad de vehículos comerciales del estado por incumplir con los requisitos de dominio del inglés.
El 12 de diciembre, California presentó una demanda judicial contra el departamento y Duffy por la suspensión de los subsidios, argumentando que el estado ha adoptado y aplica normas que exigen a los conductores comerciales leer y hablar inglés de conformidad con las Normas Federales de Seguridad de Autotransportes.
"California exige, evalúa y determina que los conductores tengan un dominio del inglés como condición para obtener una licencia de conducir comercial (CDL) o un permiso de aprendizaje comercial (CLP)", dice la demanda.
"California prohíbe que los solicitantes que no sean capaces de leer o hablar inglés lo suficiente como para superar las pruebas requeridas obtengan estas licencias. La FMCSA [Administración Federal de Seguridad de Autotransportes] ha aceptado durante muchos años sin comentarios los planes de seguridad de vehículos comerciales de California que detallan este proceso".
En la denuncia, California calificó la decisión de suspender el subisidio de transporte como "arbitraria y caprichosa, un abuso de discrecionalidad" y una amenaza para la seguridad de todas las personas del estado.
Anteriormente, en una publicación del 10 de diciembre en X, Duffy anunció que más de 9500 camioneros habían sido retirados de la carretera por incumplir las normas de dominio del inglés.
En septiembre, el Departamento de Transporte afirmó que una auditoría había revelado que más del 25 % de los permisos de conducir comerciales no domiciliados en California se habían expedido de forma indebida. Además, muchos de estos permisos se habían expedido a conductores cuya presencia legal en los Estados Unidos había expirado meses e incluso años antes.
"La imprudente indiferencia del [gobierno de] California es francamente repugnante y una afrenta para los millones de estadounidenses que esperan que les mantengamos a salvo", dijo Duffy en ese momento.
En una publicación del 23 de diciembre en X, Duffy dijo que haría "todo lo que estuviera en sus manos" para evitar la pérdida de vidas y garantizar que el Departamento de Transporte no financiara a los estados que pusieran en peligro la seguridad vial.
"No entiendo la mentalidad liberal que lleva a estos gobernadores a permitir que los inmigrantes ilegales conduzcan camiones de 18 toneladas. Es imprudente. Pone en peligro la vida de los estadounidenses", dijo.
