Comentario
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder chino, Xi Jinping, alcanzaron un acuerdo marco para las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China en una reunión en Busan, Corea del Sur, a finales de octubre. Este "acuerdo comercial de 1 año" equivale a una tregua temporal que suspende varias medidas de represalia de ambas naciones y compromete a las dos partes a mantener conversaciones continuas.
Estados Unidos y China implementaron una desescalada recíproca de 1 año en la que Estados Unidos redujo a la mitad sus aranceles relacionados con el fentanilo hasta 10 por ciento y suspendió nuevos controles a entidades afiliadas y tarifas marítimas. China revirtió las restricciones a las exportaciones de tierras raras y minerales críticos, eliminó barreras no arancelarias a empresas estadounidenses y se comprometió a realizar compras a gran escala de soya y productos agrícolas a cambio de un acceso estable a los mercados.
Durante el periodo previo a esa reunión y en consonancia con la estrategia negociadora china, varios analistas chinos, incluidos Zhou Mi, investigador de la Academia China de Comercio Internacional y Cooperación Económica; Huang Rengang, vicepresidente de la Sociedad China de Estudios de la Organización Mundial del Comercio; y Wang Wei, investigador del Instituto de Estudios Estadounidenses de la Academia China de Ciencias Sociales en Beijing, instaron públicamente a Estados Unidos a mostrar "mayor sinceridad al interactuar con Beijing" para reducir la desconfianza y desescalar las tensiones.
Examinemos si la sinceridad del régimen comunista chino en las negociaciones y la diplomacia suele coincidir con una comprensión común del concepto.
La estrategia de la diplomacia china
La diplomacia del Partido Comunista Chino (PCCh) se orquesta desde Zhongnanhai como parte de una estrategia pragmática y centrada en la soberanía para negociar acuerdos internacionales que priorizan los intereses de Beijing por encima de todo.El PCCh busca activamente tratados, pactos y otros acuerdos que le otorguen ventajas económicas, tecnológicas y diplomáticas en la persecución de objetivos y metas de largo plazo. La estrategia implica asegurar ganancias de corto plazo y enviar señales diplomáticas a otros países.
Un ejemplo de una ganancia de corto plazo fue la adhesión al Acuerdo de París de 2015, que con el tiempo condujo a que China dominara la recientemente concluida Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático 2025 en Belém, Brasil. Un ejemplo de señalización diplomática fue el reciente compromiso de Beijing con las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional para 2035 en materia de recortes de emisiones, que transmitió la "confiabilidad a lo largo del tiempo" de China a sus aliados del "sur global".
Un tercer aspecto de la estrategia diplomática del PCCh es la omnipresente guerra psicológica practicada a lo largo de todas las negociaciones, orientada a reforzar la influencia global china y a presentar a Beijing como una "potencia responsable" digna de liderar el mundo.
Sin embargo, el cumplimiento chino de los acuerdos alcanzados es altamente selectivo y condicionado, con reinterpretaciones o violaciones frecuentes cuando las obligaciones chocan con intereses nacionales centrales como las reclamaciones territoriales, el proteccionismo económico o, lo más importante, la estabilidad del régimen. Este enfoque continuo de guerra jurídica incrustado en toda la diplomacia del PCCh podría denominarse "derecho internacional con características chinas".
En síntesis, la estrategia diplomática del PCCh, combinada con la guerra jurídica, permite a Beijing explotar ambigüedades, construir instituciones paralelas que pueden reemplazar a las instituciones internacionales en un futuro "nuevo orden mundial chino" y contrarrestar el predominio occidental dentro de las instituciones internacionales existentes. Los diplomáticos chinos probablemente enmarcan esto como un cumplimiento responsable de compromisos mientras resisten presiones "hegemónicas", siendo "hegemónico" una palabra favorita cuando se refieren a su principal enemigo, Estados Unidos.
Incumplimiento estratégico
Beijing considera todos los tratados como voluntarios y no vinculantes si afectan “intereses centrales” como la pacificación de los uigures o la absorción de Taiwán. Muchos acuerdos alcanzados con otros países se enfocan en contrarrestar políticas percibidas de contención de Estados Unidos, incluidos aranceles, alianzas y el uso del derecho internacional, por ejemplo, en el mar de China Meridional.A lo largo de las décadas, Beijing exhibe un patrón de incumplimiento estratégico de acuerdos, grandes y pequeños, que erosiona la confianza y provoca contramedidas como sanciones y aranceles. El patrón implica que el régimen chino suele adherirse inicialmente a un acuerdo o tratado por razones de buena voluntad, seguido de una erosión con el tiempo de las disposiciones acordadas. A continuación se presentan algunos ejemplos.
Explotación de vacíos legales y asimetrías
Esto implica aprovechar y estirar ambigüedades del lenguaje como “estatus de nación en desarrollo” para eludir violaciones directas. Un ejemplo fue la exportación china de tecnología nuclear a Pakistán e Irán a pesar del Acuerdo de Cooperación Nuclear Estados Unidos–China de 1985, que prohibía tal conducta. Beijing racionalizó que su estatus de nación en desarrollo la liberaba de sus obligaciones.Uso de incumplimientos retaliatorios o condicionales
El régimen con frecuencia vincula su cumplimiento al de sus socios, según lo especificado en los acuerdos. Si un socio crea lo que Beijing considera una “disputa”, China se reserva el derecho de suspender el cumplimiento o retirarse del acuerdo. Un ejemplo fue el retroceso de China en el acuerdo comercial de Fase 1 durante la primera administración Trump, después de que Estados Unidos impuso aranceles.Cebo y cambio
Esto implica generar un gran impacto público al aceptar un tratado internacional importante, para luego usar leyes internas chinas o imperativos estratégicos chinos para reinterpretar y diluir disposiciones clave y restricciones al comportamiento chino. Un ejemplo: China cumplió las diversas garantías derivadas de la resolución de las disputas del mar de China Meridional en 2016, pero luego inició una campaña para militarizar las islas en disputa.Incumplimiento total
Existen muchos otros ejemplos del incumplimiento de China de sus compromisos bajo tratados y acuerdos. A continuación se enumeran algunos de los más destacados.La investigación de la Sección 301 de Estados Unidos de 2024 (en curso)
Esta investigación se inició por el Representante de Comercio de Estados Unidos el 24 de octubre para determinar si China negó derechos o beneficios a Estados Unidos bajo el Acuerdo Económico y Comercial de Fase 1, firmado el 15 de enero de 2020, o si actos, políticas o prácticas chinas violan o resultan incompatibles con las disposiciones del acuerdo.En concreto, datos oficiales de exportaciones de Estados Unidos revelaron déficits chinos significativos. China se comprometió a comprar más de $535 mil millones en bienes y servicios estadounidenses para 2020 y 2021, pero quedó por debajo en más de $217 mil millones en conjunto, con deficiencias en casi todas las categorías negociadas, incluidas manufacturas, energía, agricultura y servicios.
El informe de la USTR de enero de 2025
Con base en sus compromisos originales ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2001, reafirmados en las conversaciones comerciales bilaterales entre Estados Unidos y China durante la primera presidencia de Trump, este informe concluyó que los subsidios respaldados por el Estado chino, la sobreconstrucción de capacidad marítima y las tácticas mercantilistas coercitivas inundaron los mercados globales con buques y servicios chinos baratos, lo que perjudicó a empresas estadounidenses.Garantías de autonomía de Hong Kong (en curso)
El PCCh impuso una ley de seguridad nacional en Hong Kong en 2020, eludiendo la legislatura local de Hong Kong y criminalizando la disidencia, lo que Estados Unidos determinó como una violación directa de la Ley de Política Estados Unidos–Hong Kong de 1992.La nueva ley también violó la Declaración Conjunta Sino–Británica de 1984, que comprometía a Beijing a preservar la autonomía de Hong Kong, incluida una judicatura independiente, la libertad de expresión y un estatus comercial separado del territorio continental chino, durante 50 años después de la entrega de 1997.
Compromisos del Protocolo de Adhesión a la OMC (en curso)
Bajo los protocolos acordados en 2001, China aceptó reducir aranceles, eliminar subsidios a la exportación, proteger la propiedad intelectual y tratar de manera equitativa a las empresas extranjeras. Desde 2001, Estados Unidos presentó más de 20 quejas ante la OMC contra China por violaciones, como subsidios no reportados a empresas estatales y una aplicación discriminatoria de la propiedad intelectual.Reflexiones finales
La China comunista ejecuta su estrategia diplomática conforme a un plan de juego cuidadosamente diseñado para lograr los intereses y objetivos de Beijing mediante negociaciones de tratados. Las disposiciones de los tratados y acuerdos luego se desestiman de manera despreocupada si el PCCh determina de forma arbitraria que afectan los intereses centrales de China. Los ejemplos de violaciones chinas abundan, al punto de generar una considerable perplejidad entre algunos observadores.¿Cuál es el sentido de “mostrar mayor sinceridad” al negociar con China, como solicitaron los apparatchiks chinos citados arriba, cuando el incumplimiento de tratados por parte de China es la regla y no la excepción? ¿Se puede creer a algún diplomático chino, y el PCCh cumplirá realmente las disposiciones acordadas a largo plazo? La respuesta parece ser "solo en la medida en que China se beneficie". Y eso puede cambiar desde el momento en que la tinta se seca.
Las opiniones expresadas en este artículo son del autor y no reflejan necesariamente las opiniones de The Epoch Times.
















