Opinión
El Partido Comunista Chino (PCCh) busca impulsar su búsqueda de la hegemonía nacional y mundial logrando el dominio y la amplia incorporación de la tecnología de inteligencia artificial (IA) en la gobernanza, la economía y el ejército de Beijing, para luego exportarla y dominar otras sociedades.
Por su parte, la administración Trump también ha establecido objetivos para que Estados Unidos domine las tecnologías de IA en beneficio tanto económico como militar. Del mismo modo que Estados Unidos ha trabajado para contrarrestar las continuas amenazas cibernéticas chinas, también debería aplicar una estrategia integral para frenar la búsqueda del dominio de la IA por parte del PCCh.
Al igual que ha hecho con los sistemas no tripulados, los vehículos eléctricos y los vehículos de lanzamiento espacial reutilizables, China ha creado un modelo de competencia de mercado contenido de empresas líderes y nuevos participantes selectos para ayudar a lograr el dominio de la IA.
Las principales empresas de IA de China ya son gigantes empresariales digitales bien establecidos, como Huawei (chips y software de IA), Tencent (redes sociales y juegos de IA), Alibaba (servicios en la nube de IA), Baidu (conducción autónoma con IA) y muchas otras empresas emergentes de IA.
Los ambiciosos objetivos chinos en materia de IA se esbozaron en un memorándum del Consejo de Estado chino del 26 de agosto dirigido a los ministerios y gobiernos provinciales titulado "Opiniones del Consejo de Estado sobre la profundización de la aplicación de la acción 'Inteligencia Artificial+'".
"Para 2030, la IA de China potenciará de manera integral el desarrollo de alta calidad, la tasa de adopción de dispositivos terminales inteligentes de próxima generación y agentes inteligentes superará el 90 %, y la economía inteligente se habrá convertido en un importante polo de crecimiento en el desarrollo económico de China, promoviendo la inclusión tecnológica y el intercambio de logros", se lee en el memorándum, según una traducción del texto original.
¿Qué significa esto? Pues bien, el 11 de diciembre, en la plataforma de medios de comunicación estatales chinos Guancha, el columnista Cai Fang preguntó: "¿Cómo debería reformarse el sistema de registro de hogares en la era de la inteligencia artificial?".
El "Hoku", o sistema de registro de hogares, es uno de los órganos más fundamentales del control popular directo del PCCh, y el artículo de Cai Fang indica que la aplicación de la IA tiene que ver con un mayor control del PCCh sobre los ciudadanos chinos, no con la mejora de su libertad.
El memorándum del Consejo de Estado de China afirma además que "para 2035, China habrá entrado plenamente en una nueva etapa de desarrollo de una economía y una sociedad inteligentes, lo que proporcionará un fuerte apoyo a la realización básica de la modernización socialista".
Así pues, en cinco años, Beijing espera que las aplicaciones de IA afecten al 90 % de la economía china y que, para 2035, la IA haya permitido una "nueva etapa" de totalitarismo del PCCh impulsado por la IA, pasando quizás de su actual "estado de vigilancia" digital omnipresente a una supervisión constante directa impulsada por la IA y un control personalizado a los ciudadanos individuales.
Dado que el PCCh utiliza su enorme iniciativa "La Franja y la Ruta" de subvenciones y sobornos para exportar su aparato estatal de vigilancia de "ciudades inteligentes" digitales, es de esperar que ayude a sus Estados clientes autoritarios aliados a reprimir aún más a su población y contrarrestar la resistencia mediante la exportación de plataformas de IA que permiten un control popular más invasivo.
Como han demostrado actores chinos como Huawei, los países que despliegan los productos digitales chinos, potenciados por capacidades mejoradas de IA, también ampliarán la capacidad del PCCh para llevar a cabo espionaje, vigilancia generalizada y, por lo tanto, manipular mejor su política y su sociedad.
El servidor de inferencia Huawei Atlas 800 se exhibe en la feria InnoEX de Hong Kong, China, el 15 de abril de 2025. (Tyrone Siu/Reuters)Además, a medida que el PCCh orienta sus esfuerzos en materia de IA hacia el fortalecimiento de los controles político-económicos, tratando de desplazar el inmenso poder de decisión del mercado, se mostrará decidido a garantizar que el Ejército Popular de Liberación (EPL) haga lo que le corresponde para desarrollar plataformas de IA, que permitan una toma de decisiones militares más rápida y otorguen una autonomía cada vez mayor a las futuras formaciones de fuerzas conjuntas no tripuladas.
Desde el décimo plan quinquenal del PCCh (2001-2005), China ha estado invirtiendo en plataformas de combate no tripuladas aéreas, navales y terrestres en un intento por garantizar el dominio no tripulado, que ahora incluye buques del tamaño de corbetas con capacidad de combate, grandes submarinos no tripulados con capacidad de combate, grandes bombarderos intercontinentales no tripulados y 35 empresas chinas que desarrollan robots humanoides para futuros ejércitos no tripulados.
Además, la empresa china Comospace lidera actualmente el desarrollo de centros de datos de IA basados en el espacio que, según fuentes chinas, podrían convertirse en un "umbilical" interplanetario, ampliando la capacidad del PCCh para controlar funciones específicas y autónomas en la Luna y Marte, y en el sistema solar.
Sin duda, la administración Trump se toma muy en serio esta amenaza. La declaración de la Casa Blanca de julio de 2025, "Ganar la carrera, el plan de acción de Estados Unidos en materia de IA", comienza diciendo: "Estados Unidos se encuentra en una carrera por alcanzar el dominio mundial en inteligencia artificial (IA). Quien tenga el mayor ecosistema de IA establecerá los estándares mundiales de IA y obtendrá amplios beneficios económicos y militares. Al igual que ganamos la carrera espacial, es imperativo que Estados Unidos y sus aliados ganen esta carrera".
Este plan afirma además: "Estados Unidos también debe impulsar la adopción de los sistemas, el hardware informático y los estándares estadounidenses de IA en todo el mundo... Es imperativo que Estados Unidos aproveche esta ventaja para crear una alianza global duradera, al tiempo que impide que nuestros adversarios se aprovechen de nuestra innovación e inversión".
El competidor chino más serio en materia de IA es Huawei, fundada en 1987 por el exoficial del Ejército Popular de Liberación Ren Zhengfei, que hoy en día controla alrededor del 30 % del mercado mundial de tecnología de telecomunicaciones y es el principal fabricante chino de chips informáticos de IA.
En 2001, los cables de fibra óptica de Huawei conectaban las defensas aéreas iraquíes que tenían como objetivo los aviones estadounidenses que hacían cumplir las zonas de exclusión aérea, mientras que en 2018, los ordenadores de Huawei de la nueva sede de la Unión Africana fueron acusados de informar a servidores en China.
Desde 2019, Estados Unidos le prohibió a Huawei el acceso al Gobierno estadounidense y a infraestructuras informáticas críticas, mientras que al menos otros 13 aliados y socios de Estados Unidos restringieron las comunicaciones 5G y la tecnología informática de Huawei.
Aunque Estados Unidos tiene ahora una amplia experiencia en bloquear a Huawei, lo que también debería ayudar a contrarrestar el acceso de Huawei y otras empresas tecnológicas chinas a la IA, la Administración Trump ha llegado a la conclusión de que las empresas estadounidenses necesitan ayuda para competir con Huawei.
El cambio de postura de la administración Trump respecto a la oposición del Departamento de Justicia de Estados Unidos permitió la fusión en julio entre Hewlett Packard Enterprise y la innovadora empresa de IA Juniper Networks, creando una empresa mejor equipada para competir con Huawei en IA.
Además, la administración decidió ayudar a Nvidia aprobando en agosto una decisión que permitía la venta controlada a China del chip procesador de IA H20, de menor potencia, de la empresa líder en IA de Estados Unidos. Esto ayudaría a Nvidia a aumentar sus ingresos para desarrollar mejores chips, absorber la financiación china para investigación y desarrollo y ayudar a mantener sus chips en la cadena de suministro de China.
La misma lógica se aplica a la decisión tomada a principios de diciembre por la administración de revisar si se permite la venta controlada a China del chip de IA H200 de Nvidia, más avanzado y con mayor capacidad que los chips producidos por China.
Nvidia se beneficia en la medida en que China representa 50,000 millones de dólares en ventas anuales, o el 20 % de sus ingresos por chips para centros de datos, lo que genera beneficios que pueden invertirse en capacidades de IA, lo que mantiene su liderazgo tecnológico.
Sin duda, también ha habido amplias críticas a la administración Trump por vender dicha tecnología a China, y esto seguirá siendo un reto político dinámico para la administración en términos del requisito de ganar la carrera tecnológica y, al mismo tiempo, reforzar las protecciones contra el gigante digital y emergente de la IA de China.
Para mantenerse por delante de China, será necesario, sin duda, mantener una vigilancia continua para bloquear la penetración de la tecnología china de IA, controlar la venta de chips avanzados de IA a China y gestionar los riesgos que podrían reportar beneficios a las empresas estadounidenses de IA, ayudándolas a mantener su dominio tecnológico.
Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no reflejan necesariamente las de The Epoch Times.
