WASHINGTON — El presidente Donald Trump sugirió el 3 de septiembre que podría federalizar la Guardia Nacional del Ejército de Luisiana y enviarla a combatir el crimen en Nueva Orleans, la ciudad más grande del estado.
Trump hizo estas declaraciones en la Casa Blanca durante una reunión bilateral con el presidente de Polonia, Karol Nawrocki.
Sugirió que Nueva Orleans podría ser la próxima ciudad en la que se tomaran medidas drásticas contra el crimen, a petición de su gobernador.
"Estamos tomando una decisión ahora: ¿Vamos a Chicago? ¿Vamos a un lugar como Nueva Orleans, donde tenemos un gran gobernador, Jeff Landry, que quiere que vayamos y pongamos en orden una zona muy bonita de este país que se ha vuelto bastante, ya sabes, bastante difícil, bastante mala?", dijo Trump en el Despacho Oval.
"Así que quizá vayamos a Luisiana, donde está Nueva Orleans, que tiene un problema de delincuencia. Lo arreglaremos en unas dos semanas. Nos llevará dos semanas. Será más fácil que en Washington D. C.".
El 11 de agosto, Trump emitió una orden ejecutiva en la que declaraba una "emergencia por delincuencia" en el Distrito de Columbia.
La orden invocaba sus poderes en virtud de la Ley de Autonomía de Washington D. C. de 1973 para tomar el control de la Policía Metropolitana, mientras que la Guardia Nacional de Washington D. C. —sobre la que el presidente tiene control total— y los agentes federales también fueron desplegados para combatir la delincuencia.
Desde la operación en Washington, Trump ha reflexionado públicamente sobre el despliegue de esos recursos federales en Chicago, la tercera ciudad más grande de Estados Unidos, donde los delitos violentos han sido un problema histórico, especialmente en la zona sur de la ciudad.
Las declaraciones de Trump al respecto han sido criticadas por funcionarios de Illinois y Chicago, como el gobernador J.B. Pritzker y el alcalde Brandon Johnson.
La mención de Trump a Nueva Orleans el 3 de septiembre es la primera vez que se considera a la ciudad para un despliegue de este tipo.
Si se produjera, podría haber una mayor cooperación entre las autoridades federales y estatales.
A diferencia de Washington e Illinois, que son jurisdicciones mayoritariamente demócratas, Luisiana está dominada por el Partido Republicano, aunque la propia Nueva Orleans sea históricamente demócrata.
Landry no hizo comentarios inmediatos al respecto, aunque en el pasado ha apoyado las políticas de justicia penal de Trump y ha estado construyendo centros de detención para retener a los inmigrantes ilegales antes de su expulsión de Estados Unidos.
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