El presidente Donald Trump ordenó el domingo a los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) que amplíen los esfuerzos para detener y deportar a los inmigrantes ilegales en el país.
En una publicación en Truth Social, Trump instó a los agentes del ICE a hacer todo lo posible para llevar a cabo lo que describió como "la mayor operación de deportación masiva de inmigrantes ilegales de la historia", especialmente en ciudades como Los Ángeles, Chicago y Nueva York, donde se concentran muchos inmigrantes ilegales.
En los últimos días se han producido protestas en esas ciudades, con miles de manifestantes marchando hacia las instalaciones del ICE en protesta contra las medidas federales de control de la inmigración. En algunos lugares, las protestas dejaron heridos tras enfrentamientos entre manifestantes y las autoridades.
Trump señaló que los agentes del ICE enfrentan violencia y amenazas de los opositores a la operación, pero subrayó que nada disuadirá a su administración de cumplir su mandato.
El presidente dijo que ordenó a su administración que destinara "todos los recursos posibles a esta iniciativa", al tiempo que ofrecía su apoyo inquebrantable al ICE en la ejecución de su misión.
"Nuestro gobierno federal seguirá centrándose en la repatriación de los extranjeros a los lugares de donde proceden y en impedir la entrada de cualquier persona que socave la tranquilidad interna de los Estados Unidos", afirmó.
El 12 de junio, el Departamento de Justicia (DOJ) presentó una demanda contra el estado de Nueva York por sus políticas estatales que impiden a los funcionarios federales de inmigración arrestar a inmigrantes en los juzgados.
La demanda es la última de una serie de acciones emprendidas por el DOJ, que alega que las jurisdicciones santuario obstaculizan la autoridad federal. En el estado de Nueva York, el departamento presentó otras dos demandas: una contra la ciudad de Rochester y otra contra la restricción estatal de compartir información a través del Departamento de Vehículos Motorizados.
"Las políticas de ciudades santuario sin ley son la causa fundamental de la violencia que los estadounidenses han visto en California, y el estado de Nueva York está aplicando políticas similares para impedir la detención de inmigrantes ilegales", afirmó la fiscal general Pamela Bondi en un comunicado.
Trump sugirió el 12 de junio que su administración emitiría una orden para abordar la cuestión de los inmigrantes ilegales que trabajan en la agricultura, la hostelería y otras industrias, afirmando que su política de inmigración podría afectar a la mano de obra de estos sectores.
"Nuestros grandes agricultores y las personas que trabajan en el sector hotelero y recreativo han dicho que nuestra política de inmigración tan agresiva les está quitando trabajadores muy buenos y con mucha antigüedad, cuyos puestos son casi imposibles de reemplazar", declaró. “¡Se vienen cambios!”.
Las protestas contra los operativos de ICE comenzaron en Los Ángeles el 6 de junio, a raíz de la detención de decenas de inmigrantes como parte de la operación de deportación masiva de la administración Trump.
Trump autorizó el despliegue de la Guardia Nacional y los marines para sofocar los disturbios en la ciudad, a pesar de las objeciones del gobernador Gavin Newsom, quien calificó la medida como "una grave violación de la soberanía estatal".

El 14 de junio, miles de manifestantes marcharon y se concentraron en ciudades desde Nueva York hasta Los Ángeles para protestar contra las medidas de Trump.
En Los Ángeles, la policía dio la orden de dispersión después de que las protestas se tornaran violentas, con piedras y ladrillos lanzados contra los agentes del orden.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) declaró el 14 de junio que los alborotadores en Portland, Oregón, utilizaron fuegos artificiales, lanzaron granadas de humo y piedras contra las fuerzas del orden antes de asaltar una instalación del ICE.
Cuatro agentes resultaron heridos durante la protesta. El departamento dijo que la secretaria del DHS, Kristi Noem, advirtió a los manifestantes que ICE no suspenderá ni retrasará la aplicación de las leyes migratorias pese a las protestas.
"ICE y nuestros socios federales encargados de hacer cumplir la ley seguirán aplicando la ley. Si levantan una mano contra un agente del orden, serán procesados con todo el peso de la ley", declaró el DHS.
Las manifestaciones nacionales del sábado se celebraron el mismo día que un desfile militar en Washington con motivo del 250 aniversario del Ejército, que coincidió con el cumpleaños de Trump.
Con información de Sam Dorman.
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