Casi una docena de cazas furtivos F-35 se ubicaron en una base aérea de Puerto Rico, según confirmó a The Epoch Times una fuente familiarizada con la situación.
Este es el último ejemplo del continuo aumento de la presencia militar de Estados Unidos en el Caribe, donde se intensifican los esfuerzos para combatir las operaciones de los cárteles de la droga que provocaron un aumento de las tensiones con Venezuela.
Esta revelación de la presencia de 10 cazas F-35 en el Caribe se produce poco después de que el Pentágono anunciara que dos aviones militares venezolanos sobrevolaron un buque de la Armada estadounidense en el Mar Caribe, calificándolo de "acción altamente provocadora" destinada a interferir con las "operaciones anti-narcotráfico" en curso.
El 2 de septiembre, fuerzas militares estadounidenses atacaron una embarcación que, según la Casa Blanca, partió de Venezuela, transportaba drogas y estaba ocupada por 11 miembros del Tren de Aragua, una banda transnacional conocida por el tráfico de drogas y personas, designada por el gobierno estadounidense como organización terrorista extranjera.
"Se recomienda encarecidamente al cártel que gobierna Venezuela que no realice ningún otro esfuerzo para obstruir, disuadir o interferir con las operaciones antinarcóticos y antiterroristas llevadas a cabo por el ejército estadounidense", añadió el Pentágono, aunque no proporcionó más detalles acerca del sobrevuelo.
La noticia de los F-35 también se produce tras la llegada de más buques de guerra estadounidenses al Caribe, algunos de los cuales fueron avistados cruzando el Canal de Panamá desde el Pacífico el 30 de agosto.
El 28 de agosto, Venezuela se quejó del aumento de tropas navales estadounidenses ante el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, y acusó a Washington de violar la Carta fundacional de la ONU.
"Se trata de una operación de propaganda masiva para justificar lo que los expertos llaman acción cinética, es decir, una intervención militar en un país soberano e independiente que no representa una amenaza para nadie", declaró a la prensa el embajador venezolano ante la ONU, Samuel Moncada, tras reunirse con Guterres.
Trump declaró durante una conferencia de prensa el 5 de septiembre en la Oficina Oval que el aumento de tropas es una advertencia para quienes trafican drogas, incluyendo opioides mortales, a Estados Unidos.
"Somos fuertes en la lucha contra las drogas", afirmó. "No queremos que las drogas maten a nuestra gente".
El presidente estadounidense afirmó que más de 300,000 personas mueren cada año debido al tráfico ilegal de drogas, y comparó esa cifra con los más de 600,000 soldados estadounidenses que murieron durante la Guerra Civil.
"Imaginen que están en una guerra y pierden 300,000", dijo.
"Cuando veo barcos llegando, como el otro día cargados con todo tipo de drogas, probablemente fentanilo ―pero sobretodo también otras sustancias―, nuestra tarea es eliminarlos", afirmó.
También advirtió que si los aviones venezolanos pusieran a Estados Unidos en otra "posición peligrosa", como un sobrevuelo, serían derribados.
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