Taiwán exhibió el jueves sus nuevos tanques M1A2T Abrams fabricados en Estados Unidos, en el segundo día de las maniobras militares anuales destinadas a disuadir posibles agresiones procedentes de china.
Un vídeo muestra los tanques desfilando individualmente y en formaciones grupales, realizando un entrenamiento de tiro con fuego real en el campo de entrenamiento de Husinchu. Los cañones de 120 mm de los tanques dispararon munición perforante contra objetivos fijos y móviles; según el ejército, los 19 proyectiles dieron en el blanco sin fallar.
Las maniobras, conocidas como Han Kuang, son ejercicios anuales para fortalecer la preparación para el combate en caso de una invasión china a gran escala. Los ensayos se centran en la guerra defensiva y medidas de integración civil-militar, según anunció el martes el Ministerio de Defensa Nacional de Taiwán.
La duración de las maniobras se duplicó con respecto a años anteriores, y se prolongarán desde el 9 hasta el 18 de julio. Las fuerzas armadas entrenarán durante 10 días y 9 noches, las 24 horas del día. El Ministerio de Defensa advirtió que los ejercicios podrían causar inconvenientes temporales en el tráfico público, según el comunicado.
El Partido Comunista Chino afirma que Taiwán, una nación gobernada democráticamente, es una provincia suya, a pesar de que nunca ha gobernado la isla. Las tensiones a ambos lados del estrecho se han ido recrudeciendo gradualmente, ya que China intensificó en los últimos años su actividad militar en la zona de identificación de defensa aérea de Taiwán.
El presidente taiwanés, Lai Ching-te, inspeccionó el lugar y elogió la movilidad y la capacidad de ataque de los tanques. En su discurso, Lai afirmó que el ejército nacional está llevando a cabo el ejercicio Han Kuang más importante y que el «entrenamiento extremo» se enmarca en la estrategia de «defensa y disuasión en múltiples frentes» de Taiwán.
Lai animó a los militares a entrenarse rigurosamente en tiempos de paz, haciendo hincapié en la importancia de la contribución individual.
«Con cada pizca de poderío militar adicional, la nación, la sociedad y el pueblo ganan una capa más de seguridad», afirmó. «Ningún esfuerzo será en vano».
Taiwán comenzó a recibir el primer lote de tanques M1A2T Abrams fabricados en Estados Unidos el pasado mes de diciembre, lo que supone la primera adquisición de nuevos carros de combate principales en 24 años. El envío inicial incluyó 38 tanques, y se espera que la entrega completa de los 108 se realice en los próximos dos años, en virtud de un acuerdo por valor de 1450 millones de dólares.
Los nuevos Abrams sustituyen a los antiguos tanques CM-11 «Brave Tiger», desarrollados localmente hace décadas con componentes estadounidenses más antiguos. Lai calificó la mejora como una bendición para el ejército taiwanés, afirmando que «se integrará de forma más eficaz en el futuro, ya sea con drones o con tácticas y estrategias innovadoras, para avanzar aún más en nuestros objetivos nacionales».
Al inicio de las maniobras, el ministerio instó a la población taiwanesa a permanecer alerta y a actuar con cautela ante cualquier grupo coordinado que difunda «desinformación militar» o «afirmaciones falsas y engañosas».
El portavoz del Ministerio de Defensa chino, Jiang Bing, respondió al anuncio de las maniobras de Han en una conferencia de prensa celebrada el 8 de julio. Desestimó las maniobras calificándolas como «pura bravuconería» y culpó al Partido Democrático Progresista, en el poder en Taiwán, de estar motivado por intereses partidistas.
A finales de junio, Estados Unidos reafirmó su compromiso de ayudar a Taiwán y destacó la amenaza que China supone para la isla. El general Ronald P. Clark, comandante del Ejército de los Estados Unidos en el Pacífico, afirmó que el estrecho está siendo vigilado con mucha atención y que varios países están colaborando para impedir una invasión.
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