American Airlines y United Airlines suspendieron sus únicas rutas de pasajeros a Medio Oriente, alegando motivos de seguridad ante la escalada de tensiones entre Israel e Irán.
En una declaración a The Epoch Times, American confirmó que suspendió su vuelo diario entre Filadelfia y Doha, Catar, hasta al menos el 22 de junio, suspendiendo así todos los servicios a Medio Oriente. La medida se produce en un momento de gran tensión en la región, después de que la campaña aérea de Israel del 13 de junio contra instalaciones nucleares y militares iraníes desencadenara una serie de ataques con drones y misiles por parte de Irán en represalia.
«American Airlines realizó ajustes en sus operaciones en Doha, Catar (DOH), suspendiendo temporalmente los vuelos entre DOH y Filadelfia (PHL) hasta el domingo 22 de junio», dijo la aerolínea en un comunicado enviado por correo electrónico el 19 de junio. «Seguiremos vigilando la situación con la seguridad como prioridad y realizaremos los ajustes adicionales que sean necesarios».
Citando los disturbios regionales, un portavoz de United le dijo a The Epoch Times por correo electrónico que su única ruta activa en Medio Oriente fue suspendida.
«Debido al conflicto en la región, los vuelos diarios de United entre Newark y Dubái (DXB) fueron suspendidos», dijo el portavoz. «United seguirá vigilando la situación y trabajará para ayudar a nuestros clientes durante esta interrupción».
Las cancelaciones se producen tras una alerta de seguridad emitida el 19 de junio por la embajada de Estados Unidos en Catar, en la que se les avisaba a los estadounidenses sobre del aumento de los riesgos en el país y se restringía temporalmente el acceso a la base aérea de Al Udeid. Situada al suroeste de Doha, la base aérea alberga a más de 10,000 soldados estadounidenses, lo que convierte el sitio en el lugar donde está la mayor presencia militar de Estados Unidos en Medio Oriente.
«Por precaución y a la luz de las hostilidades regionales en curso, la embajada de Estados Unidos aconsejó a su personal que extreme la vigilancia y ha restringido temporalmente el acceso a la base aérea de Al Udeid», afirma la alerta. «Recomendamos a los ciudadanos estadounidenses en Qatar que tomen precauciones similares».
La embajada aconsejó a los estadounidenses en Qatar que eviten las manifestaciones y las grandes concentraciones, se mantengan alejados de las zonas con fuerte presencia policial, sigan los medios de comunicación locales, sigan las instrucciones de las autoridades locales y mantengan un perfil bajo, especialmente en lugares públicamente asociados con Estados Unidos.
Las cancelaciones de vuelos y el aumento de las medidas de seguridad se producen en medio de las crecientes tensiones debido al conflicto en curso entre Israel e Irán, los cuales el 19 de junio se enfrentaron con nuevos ataques aéreos, lo que aumentó el temor de que las principales potencias mundiales pudieran verse involucradas y socavar aún más la estabilidad regional.
En respuesta al deterioro de la situación de seguridad, la administración Trump tomó medidas para reforzar la presencia militar estadounidense en la región. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, anunció durante el fin de semana que se desplegarían fuerzas estadounidenses adicionales en la zona de responsabilidad del Mando Central, que incluye Medio Oriente.
El presidente Donald Trump también intensificó su retórica hacia Irán. El 16 de junio, instó a todos los civiles a evacuar Teherán inmediatamente, reiterando su posición de larga data con respecto a que nunca se debe permitir que Irán obtenga armas nucleares.
Un día después, el 17 de junio, Trump pidió la «rendición incondicional» de Irán y advirtió al líder iraní, el ayatolá Alí Jamenei, que no autorizara ataques con misiles contra personal o civiles estadounidenses, o se enfrentaría a una represalia contundente. Trump afirmó que las fuerzas estadounidenses tenían el control total del espacio aéreo iraní y estaban vigilando el paradero de Jamenei.
«Sabemos exactamente dónde se esconde el llamado 'líder supremo'», dijo Trump en una publicación en las redes sociales. «Es un blanco fácil, pero está a salvo allí. No vamos a eliminarlo (¡matarlo!), al menos por ahora. Pero no queremos que se lancen misiles contra civiles o soldados estadounidenses. Nuestra paciencia se está agotando».
El presidente culminó su serie de advertencias con un nuevo llamamiento a la rendición incondicional del régimen iraní.
Mientras tanto, aunque las fuerzas israelíes lograron dañar varias instalaciones nucleares iraníes, hasta ahora no han conseguido destruir la planta de enriquecimiento de uranio de Fordow, un emplazamiento fortificado enterrado a gran profundidad bajo tierra. Los analistas de defensa afirman que para atacar Fordow probablemente se necesitaría la GBU-57 Massive Ordnance Penetrator, una bomba de 30,000 libras que solo puede lanzar el bombardero furtivo estadounidense B-2. Israel no posee ni la bomba ni el avión.
Trump declaró a los periodistas en la Casa Blanca el 18 de junio que tiene varias ideas en mente sobre cómo debería proceder Estados Unidos en el conflicto, pero afirmó que esperaría hasta el último momento para tomar una decisión.
«Me gusta tomar la decisión final un segundo antes de que sea necesario», afirmó Trump. «En la guerra, se puede pasar de un extremo al otro».
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