La presidenta Claudia Sheinbaum dijo este martes que su gobierno analizará las implicaciones de la designación del fentanilo como "arma de destrucción masiva" que hizo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, un día antes.
"Vamos a analizar qué implicaciones tiene", dijo Sheinbaum durante su conferencia de prensa diaria en el Palacio Nacional, el 16 de diciembre. "Entonces apenas estamos analizando el alcance de lo que se publicó, por un lado. Por otro lado, nuestra visión de cómo atender el consumo de drogas es distinta".
"Por supuesto que hay que atender los delitos y para eso hay una fiscalía y para eso hay jueces, pero hay que atender también las causas de el consumo de las drogas", agregó. "Si no se atienden las causas, será el fentanilo o será otra droga, seguirán utilizándose drogas".
La mandataria señaló que la posición de su gobierno va "más allá de la parte punitiva y que tiene que perseguirse aquellos que sobre todo generan violencia vinculada con el tráfico de drogas".
Las declaraciones de Sheinbaum ocurren luego de que el presidente Trump firmó este 15 de diciembre una orden ejecutiva que designa al fentanilo como arma de destrucción masiva durante una ceremonia de entrega de premios en la que se honró a 13 miembros del servicio militar con la Medalla de Defensa de la Frontera Mexicana.
Así con la ceremonia en honor a las labores militares de seguridad fronteriza por parte del gobierno de EE. UU. como telón de fondo, Trump redobló su campaña para asegurar la frontera con México y detener el flujo de fentanilo hacia su frontera.
"Están intentando drogar a nuestro país", dijo Trump sobre los responsables de la crisis del fentanilo.
"Pueden revisar la historia: Cuando China se vio inundada de drogas; sufrió graves consecuencias y potencias extranjeras se aprovecharon de esa debilidad".
"Ninguna bomba hace lo que está haciendo esto", afirmó. "Sabemos que mueren entre 200,000 y 300,000 personas cada año".
La orden ejecutiva establece que el fentanilo se parece más a un arma química que a un narcótico y que solo 2 miligramos —el equivalente a entre 10 y 15 granos de sal de mesa— constituyen una dosis letal.
La orden establece que la producción y venta de fentanilo por parte de cárteles y organizaciones terroristas extranjeras contribuye a la financiación de asesinatos, actos terroristas e insurgencias en todo el mundo, y la describe como una amenaza para la seguridad de Estados Unidos.
La medida estadounidense ordena a los secretarios del gabinete estadounidense y sus agencias que "eliminen la amenaza que supone el fentanilo ilícito y sus principales precursores químicos para Estados Unidos". Esas medidas incluyen el uso de toda la fuerza del gobierno de Estados Unidos para contrarrestar la crisis del fentanilo, con la coordinación entre los secretarios de Estado, del Tesoro, de Defensa y de Seguridad Nacional, así como la Fiscalía General de Estados Unidos.
La orden especifica que la secretaria de Seguridad Nacional de EE. UU., Kristi Noem, coordinará con los jefes de las agencias pertinentes el uso de inteligencia y la identificación de redes de amenaza relacionadas con el tráfico de fentanilo utilizando armas de destrucción masiva "para apoyar todo el espectro de operaciones contra el fentanilo".
Los gobiernos de ambos países han refrendado distintos esfuerzos conjuntos contra el fentanilo y otras drogas sintéticas. Las últimas cifras de la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana informaron que en los 14 meses del gobierno de Sheinbaum se han incautado 311 toneladas de droga, "incluyendo más de 4 millones de pastillas de fentanilo".
Con información de Darlene McCormick Sanchez y de EFE.














