El expresidente brasileño Jair Bolsonaro comenzó a cumplir una condena de 27 años de prisión tras ser declarado culpable de un intento de golpe de Estado.
El juez de la Corte Suprema Alexandre de Moraes, quien supervisó el caso, dictaminó que el hombre de 70 años debe permanecer bajo custodia en lugar de ser trasladado nuevamente a arresto domiciliario después de que presuntamente intentara romper su monitor de tobillo el sábado.
Bolsonaro dijo que sufría de "alucinaciones" provocadas por medicamentos recetados, pero Moraes desestimó la afirmación.
El expresidente y varios de sus aliados fueron condenados por la Corte Suprema de Brasil en septiembre por intentar derrocar la democracia del país tras su derrota electoral de 2022.
Fueron declarados culpables de planear el asesinato del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, del vicepresidente Geraldo Alckmin y de Moraes y de alentar una insurrección a principios de 2023.
Bolsonaro también fue condenado por cargos que incluyen liderar una organización criminal armada e intentar la abolición violenta del estado de derecho democrático.
Arresto domiciliario por cargos relacionados con Trump
Bolsonaro enfrentó cargos separados por solicitar la interferencia del presidente estadounidense Donald Trump, por lo que estaba bajo arresto domiciliario.Bolsonaro, un exoficial militar y conservador social, siempre ha negado haber actuado mal.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, le entrega una camiseta de la selección nacional de fútbol de Brasil al presidente estadounidense, Donald Trump, durante una reunión en la Oficina Oval de la Casa Blanca el 19 de marzo de 2019. (Kevin Lamarque/archivo/Reuters)En septiembre, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, calificó el juicio del exlíder brasileño de "cacería de brujas". Trump ha establecido paralelismos con sus propias batallas legales.
Al día siguiente de que se hiciera pública una carta enviada por Trump a Bolsonaro en julio, la Corte Suprema de Brasil respondió con órdenes de arresto y restricción que prohibían a Bolsonaro contactar a funcionarios extranjeros en relación con los cargos.
Bolsonaro fue mencionado por el gobierno de Estados Unidos en una orden de julio para aumentar los aranceles a varias exportaciones brasileñas en un 50 por ciento, aunque la mayoría de estos aranceles más altos ya se han eliminado.
Partidarios y detractores de Bolsonaro se reunieron frente a la sede de la policía federal después de que se emitió la orden de prisión en su contra, algunos pidiendo su liberación y otros celebrando su encarcelamiento.
Bolsonaro permanecerá en régimen de aislamiento, sin contacto con los otros pocos reclusos, en la sede de la policía federal, en una habitación de 12 metros cuadrados con una cama, baño privado, aire acondicionado, televisor y escritorio, según la policía federal.
Se le concederá libre acceso a sus médicos y abogados, pero las órdenes de otros visitantes serán aprobadas por la Corte Suprema.
Eduardo Bolsonaro, congresista brasileño e hijo del expresidente brasileño Jair Bolsonaro. (The Epoch Times)
"Golpe de Disney"
El hijo de Bolsonaro, Eduardo Bolsonaro, un congresista, escribió en X : "Sin el más mínimo potencial de ser un golpe de estado, lo que la historia registrará como el golpe de Disney está lejos de terminar.Al ser un juicio político, impulsará el cambio en el panorama político y a corregir este absurdo alejandrino. Recuerden mis palabras.
Otro de los hijos de Bolsonaro, Carlos, después de visitar a su padre en prisión el martes, dijo que su padre "esta emocionalmente destruido".
El subsecretario de Estado estadounidense, Christopher Landau, dijo el sábado que Washington está "profundamente preocupado" por el "último ataque de Moraes al estado de derecho y la estabilidad política en Brasil".
"No hay nada más peligroso para la democracia que un juez que no conoce límites a su poder", escribió Landau en X.
De Moraes dictaminó el martes que los abogados de Bolsonaro habían agotado todas las vías posibles de apelación, aunque su equipo ha prometido seguir presentando solicitudes de arresto domiciliario debido a la mala salud del exlíder.
El sistema judicial brasileño podría haberle permitido cumplir su condena en la penitenciaría local o haberlo trasladado a una sala de prisión en una instalación militar en la capital, Brasilia.
Alrededor de una decena de partidos de Bolsonaro se reunieron frente al edificio de la policía federal vestidos de amarillo y verde de la bandera brasileña y pidieron al Congreso que aprobara un proyecto de ley para dar al expresidente y sus aliados algún tipo de amnistía, mientras que unos pocos pidieron ayuda a Trump, quien ha expresado su apoyo al exlíder.
Partidarios del expresidente Jair Bolsonaro protestan frente a la sede de la policía federal, donde se encuentra detenido, en Brasilia, Brasil, el 23 de noviembre de 2025. (Eraldo Peres / Foto AP)Dos generales del Ejército condenados junto con Bolsonaro, Augusto Heleno y Paulo Sérgio Nogueira, fueron enviados a un centro militar en Brasilia para cumplir sus condensas. El exministro de Justicia Anderson Torres se encuentra actualmente encarcelado en la penitenciaría de Papuda, también en la capital brasileña.
Otros dos generales del Ejército, Almir Garnier y el compañero de fórmula de Bolsonaro y ex ministro de Defensa, Walter Braga Netto, cumplen sus condenas en instalaciones militares.
El juez confirmó que el legislador y exjefe de la agencia de inteligencia de Brasil, Alexandre Ramagem, está prófugo en Estados Unidos tras hir allí.
El juez ordenó al presidente de la Cámara Baja, Hugo Motta, despojar a Ramagem de su escaño.
Motta tiene el poder de someter a votación una posible amnistía para Bolsonaro, une los líderes del partido dicen que esto es muy poco probable porque la Corte Suprema tendría el poder de anularla, si se aprobara.
Popular en las encuestas
Bolsonaro sigue siendo una figura importante en la política brasileña y las encuestas muestran que sería un candidato competitivo en las elecciones del próximo año si se le permitiera presentarse.Sin embargo, debido a las condenas en su contra, no podrá postularse a ningún cargo público hasta al menos 2030, tras un fallo independiente del máximo tribunal electoral del país. Su primer día en prisión debería suponer una prórroga de ese plazo hasta 2033.
Bolsonaro es el primer presidente brasileño condenado por intento de golpe de Estado, pero no es el primer exlíder encarcelado.
Su predecesor, Michel Temer, y su sucesor, Lula, también cumplieron condena en prisión, mientras que Fernando Collor de Mello, que gobernó entre 1990 y 1992, se encuentra actualmente bajo arresto domiciliario por una condena por corrupción.
Con información de AP y Reuters.
