La enfermedad de Alzheimer es un trastorno neurológico progresivo que destruye gradualmente la memoria, las habilidades cognitivas y la capacidad para realizar las tareas cotidianas. Es la enfermedad neurodegenerativa más común y afecta a más de 6 millones de estadounidenses, la mayoría de ellos mayores de 65 años. La enfermedad es irreversible y mortal.
A menudo comienza de forma sutil, años antes de ser diagnosticada, y se manifiesta en pequeños lapsos cotidianos que son fáciles de ignorar.


Ilustración de The Epoch Times, Shutterstock
¿Cuáles son los primeros signos y síntomas de la enfermedad de Alzheimer?
Los síntomas del Alzheimer se desarrollan de forma diferente dependiendo de cuándo comienza la enfermedad.En general, hay dos tipos: El Alzheimer de inicio temprano, que se desarrolla antes de los 65 años, y el Alzheimer de inicio tardío, que se produce después.
El Alzheimer de inicio temprano representa entre el 5 % y el 6 % de los casos, a menudo tiene un vínculo genético más fuerte, progresa más rápidamente y puede comenzar con problemas de pensamiento, lenguaje o visión, en lugar de solo memoria, lo que dificulta su diagnóstico inicial.
El Alzheimer de inicio tardío, que comienza después de los 65 años, suele empezar con una pérdida gradual de la memoria y progresa lentamente a través de etapas predecibles.
Las siguientes cinco etapas describen la progresión del Alzheimer de inicio tardío, la forma más común de la enfermedad.
1. Etapa asintomática
Los cambios biológicos característicos de la enfermedad de Alzheimer están presentes mucho antes de que aparezcan los síntomas cognitivos o conductuales. Esta etapa puede durar años o incluso hasta dos décadas.2. Etapa temprana
La etapa temprana de la enfermedad de Alzheimer se caracteriza por síntomas leves que pueden parecerse a las dificultades normales del envejecimiento. Las personas en esta etapa suelen ser conscientes de su condición y siguen siendo en gran medida independientes, capaces de conducir, trabajar y realizar actividades diarias con una ayuda mínima.Entre los signos de alerta más comunes se incluyen:
-Extraviar objetos con frecuencia y ser incapaz de recordar dónde los ha dejado.
-Confusión sobre la hora, las fechas o los lugares familiares.
-Dificultad para planificar u organizar.
-Dificultad para aprender nueva información o mantener la concentración.
-Nuevas dificultades para encontrar las palabras adecuadas en una conversación o al escribir.
-Dificultad para interpretar la información visual.
-Cambios emocionales o de personalidad.
3. Fase intermedia/moderada
Esta etapa se caracteriza por síntomas más notables. La memoria y las capacidades cognitivas continúan deteriorándose, y las personas suelen necesitar mayor supervisión y ayuda para realizar las actividades cotidianas, aunque conservan cierta claridad mental. Esta etapa puede prolongarse durante muchos años.Los síntomas comunes incluyen:
-Dificultad para realizar actividades cotidianas, como vestirse, conducir, leer o escribir
-Dificultad para recordar acontecimientos recientes o experiencias personales importantes
-Confusión en el habla o uso incorrecto de las palabras
-Creencias falsas o alucinaciones
-Cambios de humor, como depresión, agitación o comportamiento agresivo
-Aislamiento de las interacciones sociales
-Acciones repetitivas o compulsivas
-Trastornos del sueño
-Deterioro de la percepción espacial
4. Etapa grave/tardía
Esta etapa se caracteriza por un profundo deterioro cognitivo y físico, que requiere asistencia constante para las actividades diarias.Los síntomas comunes incluyen:
-Pérdida grave de memoria, incluida la incapacidad de reconocer a los familiares o rostros conocidos
-Pérdida de la capacidad de comunicarse
-Pérdida del control de la vejiga y los intestinos
-Dificultad para tragar
-Debilidad progresiva y movilidad reducida
-Comportamiento potencialmente violento
-Pérdida de peso involuntaria
-Infecciones recurrentes
-Episodios de delirio
5. Etapa terminal
Durante esta etapa, la persona se encuentra en los últimos meses de la enfermedad de Alzheimer y pierde toda su independencia funcional. El deterioro cognitivo es grave y requiere cuidados las 24 horas del día, centrados en el apoyo paliativo y en mantener la comodidad y la calidad de vida. En última instancia, la enfermedad puede conducir al coma y a la muerte, a menudo como resultado de infecciones o fallo orgánico.Signos de deterioro rápido en la enfermedad de Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer de progresión rápida es un subtipo clínico reconocido de Alzheimer que se distingue por un deterioro cognitivo inusualmente rápido y una supervivencia notablemente más corta. A menudo avanza en cuestión de meses o pocos años, y las personas muestran un fuerte deterioro de la cognición global y del funcionamiento diario.¿Qué causa la enfermedad de Alzheimer?
El Alzheimer es una enfermedad compleja que resulta de múltiples procesos que interactúan en el cerebro. Sus causas siempre se han considerado un conjunto de hipótesis.Una hipótesis común es que la enfermedad implica acumulaciones anormales de dos proteínas: amiloide y tau. El amiloide forma placas pegajosas alrededor de las células cerebrales. Estas placas impiden que las neuronas se comuniquen, mientras que la tau forma ovillos dentro de las células cerebrales, bloqueando el transporte de nutrientes.
Estas anomalías proteicas interrumpen la señalización celular, son tóxicas y, finalmente, provocan la muerte de las neuronas. A medida que las neuronas mueren, las regiones del cerebro se encogen, y las áreas relacionadas con la memoria suelen ser las primeras afectadas.
Sin embargo, esta hipótesis, la más conocida, también se ha visto implicada en fraudes de investigación y manipulación de estudios.
En los últimos años, los científicos han planteado muchas teorías nuevas:
-Neuroinflamación: En la enfermedad de Alzheimer, las células inmunitarias del cerebro (microglía) pueden volverse hiperactivas, lo que desencadena una inflamación crónica que daña las neuronas y favorece la propagación de proteínas tóxicas.
-Disfunción mitocondrial: Las mitocondrias no producen suficiente trifosfato de adenosina o ATP, el combustible energético de las células, y liberan moléculas dañinas que dañan las neuronas.
-Hipometabolismo de la glucosa: El cerebro se vuelve resistente a la insulina y no puede utilizar la glucosa correctamente, lo que a veces se denomina "diabetes tipo 3", lo que altera la señalización celular y favorece la acumulación de proteínas tóxicas.
-Eje microbiota intestino-cerebro: Una microbiota intestinal poco saludable puede desencadenar una inflamación en todo el cuerpo que llega al cerebro, daña la barrera hematoencefálica protectora y contribuye a la neurodegeneración.
-Desequilibrios de metales: La acumulación anómala o la deficiencia de metales como el cobre, el hierro o el zinc puede promover el estrés oxidativo, el plegamiento incorrecto de las proteínas y la neurotoxicidad.
-Exceso de glutamato: La hiperactivación de los receptores de glutamato (excitotoxicidad) puede provocar una sobrecarga de sodio y calcio y la muerte neuronal, especialmente en las regiones del cerebro relacionadas con la memoria, como el hipocampo.
-Daño a las neuronas colinérgicas: El daño a las neuronas colinérgicas, que producen acetilcolina, un neurotransmisor esencial para la memoria y la atención, puede contribuir al deterioro cognitivo temprano en la enfermedad de Alzheimer.
-Estrés oxidativo: El alto consumo de oxígeno del cerebro y la actividad mitocondrial aumentan la exposición a especies reactivas de oxígeno (ROS). En la enfermedad de Alzheimer, el exceso de ROS y el deterioro de las defensas antioxidantes causan daños en los lípidos, las proteínas y el ADN, mientras que la beta amiloide se acumula y promueve aún más el estrés oxidativo.
-Alteración de la barrera hematoencefálica: La angiopatía amiloide cerebral, una patología vascular relacionada con la enfermedad de Alzheimer, implica el depósito de beta amiloide en las paredes de los pequeños vasos sanguíneos cerebrales. Esto dificulta el flujo sanguíneo, altera la integridad de la barrera hematoencefálica y favorece la neuroinflamación.
-Proteínas patológicas: La beta amiloide mal plegada y la tau sobrefosforilada se acumulan para formar placas y ovillos que alteran la función sináptica, el transporte neuronal y la estabilidad general de la red cerebral.
-Cambios en la estructura cerebral: La pérdida progresiva de tejido cerebral, especialmente en el hipocampo y la corteza, refleja la muerte generalizada de neuronas y el empeoramiento de los síntomas.
Factores de riesgo
La edad es el factor de riesgo más importante, ya que la probabilidad de desarrollar Alzheimer se duplica aproximadamente cada cinco años a partir de los 65 años. Los cambios cerebrales relacionados con la edad, como la contracción, la inflamación, el daño de los vasos sanguíneos y el deterioro de la energía celular, pueden dañar las neuronas y alterar la función de otras células cerebrales. Las mujeres tienen un riesgo ligeramente mayor de desarrollar la enfermedad de Alzheimer que los hombres, posiblemente porque las mujeres tienden a vivir más tiempo.El riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer es aproximadamente dos veces mayor en las poblaciones negras y latinas que en las poblaciones blancas.
Factores relacionados con el estilo de vida y el entorno
Los hábitos de vida y la exposición al entorno desempeñan un papel importante en la salud cerebral y pueden influir en el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.-Aislamiento social: El aislamiento social aumenta el riesgo de demencia hasta en un 60 %.
-Falta de estimulación mental: La baja actividad cognitiva puede acelerar el deterioro mental, mientras que el trabajo mentalmente estimulante se asocia con un menor riesgo de desarrollar demencia en etapas posteriores de la vida.
-Estrés crónico: El estrés crónico conduce a niveles elevados de cortisol durante prolongados períodos. Los niveles altos de cortisol pueden dañar el hipocampo, afectar la plasticidad neuronal, promover la neuroinflamación y acelerar la patología beta amiloide y tau.
-Falta de sueño: El sueño deficiente o insuficiente puede contribuir a la acumulación de proteínas. La mayoría de las personas se benefician de entre seis y ocho horas de sueño ininterrumpido cada noche.
-Dieta poco saludable: Las dietas ricas en alimentos procesados, azúcar y grasas poco saludables pueden aumentar el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer, ya que contribuyen a problemas cardiovasculares, a la reducción del flujo sanguíneo al cerebro y a la neuroinflamación.
-Falta de ejercicio: La actividad física regular favorece la salud cardíaca, el flujo sanguíneo y el suministro de oxígeno al cerebro, lo que ayuda a mantener la función cognitiva.
-Exceso de grasa abdominal: El exceso de grasa abdominal, en particular la grasa visceral, favorece la inflamación crónica, la resistencia a la insulina, la disfunción vascular, los desequilibrios hormonales y el estrés oxidativo, todo lo cual contribuye a la atrofia cerebral y al deterioro cognitivo.
-Deficiencias nutricionales: La falta de ciertos micronutrientes, como el manganeso, el selenio, el cobre y el zinc, y las vitaminas A, B, C, D y E, puede aumentar el riesgo de padecer Alzheimer. También se ha descubierto que las personas con la enfermedad de Alzheimer tienen niveles cerebrales más bajos de luteína, zeaxantina y licopeno.
-Exposición a contaminantes: Una mayor exposición a la contaminación atmosférica por partículas finas (PM2.5) está relacionada con cambios cerebrales más graves relacionados con el Alzheimer y una mayor gravedad de la demencia, ya que estas pequeñas partículas pueden viajar al torrente sanguíneo y al cerebro, donde provocan inflamación crónica y estrés oxidativo.
-Exposición a toxinas ambientales: Una revisión de 2020 descubrió que las infecciones causadas por virus, bacterias u hongos pueden desencadenar inflamación, lo que puede reducir gradualmente el tejido cerebral y contribuir a la enfermedad de Alzheimer.
-Exposición a la luz nocturna: Una mayor exposición a la luz exterior durante la noche está relacionada con un mayor riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer, especialmente en personas menores de 65 años, ya que altera el ritmo circadiano natural del cuerpo, aumenta la inflamación y debilita la resistencia a las enfermedades.
-Tabaquismo: Fumar daña los vasos sanguíneos y reduce el flujo sanguíneo al cerebro, y los estudios sugieren que aumenta el riesgo de demencia entre un 30 % y un 50 %. Dejar de fumar, incluso en edades avanzadas, puede reducir este riesgo.
Genética
Ambos tipos de enfermedad de Alzheimer tienen componentes genéticos significativos, aunque están impulsados por diferentes causas subyacentes, que van desde mutaciones genéticas directas hasta una compleja mezcla de factores de riesgo genéticos y ambientales.-Genes PSEN1 o PSEN2: El Alzheimer de inicio temprano a veces puede ser hereditario, lo que se conoce como enfermedad de Alzheimer familiar, causada por mutaciones en los genes APP, PSEN1 o PSEN2. Estas mutaciones provocan una sobreproducción de beta amiloide, que se acumula en forma de placas amiloides en el cerebro.
-Gen APOE: El gen APOE es un factor de riesgo bien conocido para el Alzheimer de inicio tardío. Un estudio de 2024 descubrió que las personas con dos genes APOE4 casi siempre mostraban cambios cerebrales relacionados con el Alzheimer a los 55 años, y la mayoría desarrollaba niveles anormales de amiloide a los 65 años.
Afecciones médicas e intervención
Ciertas afecciones médicas y la forma en que se tratan pueden afectar a la salud cognitiva y contribuir al riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer.-Ciertas afecciones: La diabetes, la pérdida de audición, las lesiones cerebrales, las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión y ciertas infecciones pueden aumentar el riesgo de padecer Alzheimer.
-Ciertos medicamentos: Algunos ejemplos son el zolpidem (para el insomnio) y las benzodiazepinas (para la ansiedad), ya que pueden afectar a la función cognitiva y provocar pérdida de memoria, reducción de la memoria verbal y ralentización de la velocidad de procesamiento.
¿Cómo se diagnostica la enfermedad de Alzheimer?
No existe una prueba única para diagnosticar la enfermedad de Alzheimer. Los especialistas la diagnostican con una precisión de aproximadamente el 95 % descartando otras afecciones. La confirmación solo es posible después de la muerte mediante una autopsia. Es esencial realizar evaluaciones exhaustivas, que incluyan el historial médico, exámenes neurológicos y otros procedimientos diagnósticos.Métodos de evaluación
Existen varias herramientas y evaluaciones que ayudan a los médicos a evaluar la memoria, el pensamiento y la función cerebral general al diagnosticar la enfermedad de Alzheimer.Exámenes físicos y neurológicos
Comprueban la función general, el tono muscular, la fuerza, la visión y la audición.
Evaluaciones cognitivas
Breves exámenes del estado mental para evaluar la memoria, el pensamiento y la concentración mediante tareas cortas y estructuradas que miden las habilidades cognitivas.
-Mini-examen del estado mental: Utiliza tareas como identificar fechas, nombrar objetos, seguir órdenes sencillas y recordar listas cortas.
-Mini-Cog: Utiliza una prueba de recuerdo de tres palabras y un ejercicio de dibujo de un reloj para evaluar la memoria y la función ejecutiva.
-Evaluación cognitiva de Montreal: Utiliza tareas que evalúan la atención, la memoria, el lenguaje, las habilidades visoespaciales y la función ejecutiva para proporcionar una evaluación más sensible y amplia.
Imágenes cerebrales
Las pruebas de imágenes cerebrales crean imágenes detalladas de la estructura y la actividad del cerebro para identificar los cambios asociados con la enfermedad de Alzheimer.-Tomografía computarizada: Crea imágenes transversales del cerebro.
-Resonancia magnética: Genera imágenes detalladas para revelar la reducción del tamaño del cerebro.
-Tomografía por emisión de positrones: Visualiza la actividad cerebral y detecta cambios moleculares, incluyendo el metabolismo cerebral, los depósitos de proteínas, la inflamación y la actividad química.
Pruebas de laboratorio
Las pruebas de laboratorio analizan los fluidos corporales para detectar biomarcadores y descartar otras afecciones que pueden parecerse a la enfermedad de Alzheimer.-Punción lumbar (punción espinal): Recoge líquido cefalorraquídeo para evaluar los niveles de proteínas.
-Análisis de sangre: Miden las proteínas y los biomarcadores relacionados con los cambios cerebrales, incluida la patología temprana del Alzheimer.
-Análisis de orina: Comprueba si hay infecciones u otras anomalías.
¿Cuáles son los tratamientos para la enfermedad de Alzheimer?
No existe cura para la enfermedad de Alzheimer, por lo que el tratamiento se centra en ralentizar su progresión, controlar los síntomas y adaptar el entorno doméstico para simplificar las actividades diarias.1. Medicamentos
Los medicamentos para la enfermedad de Alzheimer tienen como objetivo reducir los niveles de proteína beta-amiloide en el cerebro y ayudar a controlar los problemas de comportamiento, aunque sus beneficios generales pueden ser modestos y algunos fármacos siguen siendo controvertidos en cuanto a su seguridad y eficacia. Los médicos suelen comenzar el tratamiento del Alzheimer con dosis bajas y las aumentan gradualmente en función de la tolerancia.Medicamentos para la enfermedad de Alzheimer de leve a moderada
Los medicamentos que se utilizan en las primeras etapas del Alzheimer tienen como objetivo apoyar la memoria, el pensamiento y el funcionamiento diario.-Inhibidores de la colinesterasa: Estos medicamentos pueden ayudar a controlar los síntomas cognitivos y conductuales al prevenir la degradación de la acetilcolina, un neurotransmisor que favorece la comunicación entre las neuronas, aunque su eficacia disminuye a medida que la enfermedad avanza. Algunos ejemplos son la galantamina, la rivastigmina, la benzgalantamina y el donepezilo.
-Medicamentos de inmunoterapia: Estos medicamentos se dirigen a la beta-amiloide para reducir las placas cerebrales y se ha demostrado que, en pacientes en fase inicial, ralentizan el deterioro cognitivo y reducen los niveles de amiloide. Algunos ejemplos son el lecanemab y el donanemab.
Medicamentos para la enfermedad de Alzheimer moderada a avanzada
Los medicamentos que se utilizan en las últimas etapas del Alzheimer se centran en aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida.-Memantina: Este medicamento puede ayudar a reducir los síntomas y permitir que las personas mantengan ciertas funciones diarias, como ir al baño de forma independiente, durante más tiempo. Regula el glutamato, que en exceso puede dañar las células cerebrales, y se puede combinar con inhibidores de la colinesterasa para obtener un beneficio adicional.
-Brexpiprazol: Este antipsicótico atípico está aprobado para controlar la agitación asociada a la enfermedad de Alzheimer.
Medicamentos que deben utilizarse con precaución
Los siguientes medicamentos solo deben utilizarse después de que un médico haya evaluado sus riesgos y efectos secundarios, cuando las opciones no farmacológicas más seguras hayan resultado ineficaces y bajo una supervisión cuidadosa tanto de la persona con Alzheimer como de sus cuidadores.-Sustancias para dormir: Por lo general, se deben evitar estos medicamentos, ya que pueden aumentar la confusión y el riesgo de caídas.
-Medicamentos contra la ansiedad: Algunos medicamentos, como las benzodiazepinas, pueden causar somnolencia, mareos, caídas y aumento de la confusión.
-Anticonvulsivos: Estos medicamentos pueden causar somnolencia, mareos, cambios de humor y confusión.
-Antipsicóticos: Estos medicamentos se recetan para tratar alucinaciones, delirios, paranoia, agitación y agresividad, pero pueden tener efectos secundarios graves, incluido un mayor riesgo de muerte en algunas personas mayores con demencia.
2. Terapias cognitivas
Las terapias cognitivas consisten en actividades y estrategias estructuradas diseñadas para estimular el pensamiento, la memoria y la resolución de problemas, al tiempo que apoyan el funcionamiento diario y el bienestar emocional.-Terapia de estimulación cognitiva: Esta terapia consiste en realizar actividades para mejorar la memoria, el lenguaje y la capacidad de resolución de problemas, a menudo en un entorno grupal que también fomenta la interacción social.
-Rehabilitación cognitiva: Un especialista y una persona de apoyo trabajan juntos para desarrollar estrategias para gestionar las tareas diarias, con el objetivo de utilizar las funciones cerebrales sanas para apoyar las áreas más débiles y proporcionar una sensación de logro.
-Trabajo de reminiscencia e historia de vida: Estas terapias se centran en los recuerdos a largo plazo, las habilidades y las experiencias positivas para mejorar el estado de ánimo y el bienestar. La reminiscencia utiliza estímulos como fotos o música para recordar el pasado, mientras que el trabajo de historia de vida crea un registro personal de la vida de una persona.
3. Hierbas neuroprotectoras
Ciertas hierbas muestran potencial para apoyar la salud cerebral y pueden ayudar a reducir los procesos relacionados con la enfermedad de Alzheimer.-Ashwagandha: El extracto de withaferina A puede ayudar a reducir la acumulación de proteínas cerebrales dañinas y disminuir la inflamación y el estrés oxidativo. En un ensayo controlado aleatorio con 40 adultos con deterioro cognitivo leve, se utilizaron 250 miligramos de extracto de ashwagandha al día durante 60 días y se observaron mejoras en la memoria y la atención.
-Cúrcuma: La cúrcuma contiene curcumina, un compuesto natural con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que favorecen la salud cerebral. Las investigaciones sugieren que puede ayudar a ralentizar la progresión del Alzheimer al reducir las placas cerebrales y prevenir la acumulación de proteínas beta-amiloides dañinas.
-Salvia: El extracto de salvia puede ayudar a mejorar el estado de ánimo, la cognición y la función colinérgica. Un estudio probó una dosis fija de extracto de salvia (60 gotas al día) durante cuatro meses en personas con enfermedad de Alzheimer de leve a moderada y encontró que era eficaz.
4. Acupuntura
La acupuntura puede ayudar a mejorar la función cerebral en la enfermedad de Alzheimer, tanto a nivel molecular como sistémico, al mejorar los síntomas y el microambiente del cerebro, especialmente cuando se aplica en una fase temprana. Las investigaciones sugieren que actúa a través de múltiples vías, entre ellas la reducción de los depósitos de beta-amiloide, la mejora de los cambios en la proteína tau y la disminución de la neuroinflamación.Un metaanálisis de 2019 de 13 estudios descubrió que la acupuntura puede mejorar la memoria y la función cognitiva en la enfermedad de Alzheimer y, en muchos casos, ha sido más eficaz que los medicamentos occidentales convencionales, con menos efectos adversos. A pesar de su potencial, la acupuntura aún no se utiliza ampliamente en el tratamiento clínico al Alzheimer.
5. Apiterapia
Los productos de la abeja melífera pueden ayudar a mantener la salud cerebral en la enfermedad de Alzheimer.La jalea real, una sustancia cremosa producida por las abejas obreras y con la que se alimenta a las abejas reinas, ha demostrado tener efectos neuroprotectores y potenciadores de la memoria prometedores en múltiples estudios preclínicos, ya que ayuda a las células cerebrales a sobrevivir, reduce la inflamación y el estrés oxidativo, mejora la regulación energética y limita el daño causado por proteínas nocivas como la beta-amiloide.
6. Tratamientos emergentes
Los investigadores están explorando nuevos tratamientos que pueden ralentizar la enfermedad de Alzheimer al centrarse en los cambios biológicos subyacentes.-Tratamiento con litio: Un estudio publicado en agosto descubrió que los niveles de litio en la corteza prefrontal del cerebro, importante para la memoria y la toma de decisiones, se redujeron a más de la mitad en personas con la enfermedad de Alzheimer. Un metaanálisis descubrió que el tratamiento con litio puede ayudar a ralentizar el deterioro cognitivo y favorecer el pensamiento y la memoria en personas con deterioro cognitivo leve y la enfermedad de Alzheimer.
-Tratamiento con benzoato de sodio: Este conservante alimentario común ha demostrado tener beneficios potenciales para la enfermedad de Alzheimer al favorecer la función cognitiva. Parece mejorar la comunicación entre las células cerebrales al preservar la D-serina, un mensajero químico necesario para el aprendizaje y la memoria, y también puede reducir el estrés oxidativo, que contribuye a la progresión del Alzheimer.
¿Cuáles son los enfoques naturales y de estilo de vida para la enfermedad de Alzheimer?
El manejo de la enfermedad de Alzheimer se basa en la participación social regular, el ejercicio físico, una nutrición adecuada, una atención médica constante y un entorno tranquilo y estructurado.1. Juegos
El uso del juego como estrategia de intervención para las personas con demencia proporciona notables beneficios cognitivos, emocionales y sociales. Un estudio de 2022 descubrió que los cuidadores observaron mejoras en los niveles de energía, el estado de ánimo, la comunicación y la conexión a través de actividades de juego personalizadas.2. Música
Una revisión sistemática de ocho estudios realizada en 2023 descubrió que la musicoterapia mejora la función cognitiva en personas con enfermedad de Alzheimer, con efectos especialmente notables en las intervenciones musicales activas en las que las personas participan en la creación musical. Estos hallazgos respaldan la musicoterapia como un enfoque complementario prometedor. Un estudio publicado en julio también descubrió que la exposición al ritmo de la K.448 de Mozart mejoraba la función cognitiva en ratones.3. Danza
Una revisión de 2019 de 12 estudios descubrió que bailar puede mejorar la función física y cognitiva, así como el bienestar psicológico de las personas con Alzheimer. La mayoría de los estudios mostraron que la danza mejoraba o ralentizaba el deterioro de la calidad de vida tanto de los pacientes como de los cuidadores.4. Alimentos y dietas que estimulan el cerebro
Comer alimentos que favorecen el cerebro puede ayudar a proteger la memoria y la salud cerebral en general. Los cereales integrales y las legumbres proporcionan energía constante a las neuronas. Las frutas como las bayas, las uvas, la sandía y los aguacates aportan antioxidantes, resveratrol y licopeno, que protegen contra la pérdida de memoria. Las verduras de hoja verde oscura y la remolacha favorecen la circulación y reducen la inflamación, mientras que el marisco y los crustáceos aportan omega 3 y vitamina B-12 para la función cognitiva.Los frutos secos y el aceite de oliva ofrecen grasas saludables que favorecen la salud vascular. Las semillas, como las de calabaza, girasol y sésamo, son ricas en vitamina E y otros nutrientes esenciales para la salud cerebral.
Las semillas de sésamo, en particular, contienen tirosina, que estimula la producción de dopamina, así como zinc, vitamina B6 y magnesio, nutrientes que ayudan a mantener el cerebro ágil y alerta.
Las dietas específicas que pueden beneficiar a las personas con la enfermedad de Alzheimer incluyen:
-Dieta mediterránea: esta dieta hace hincapié en el consumo de verduras, frutas, cereales integrales, legumbres, frutos secos, aceite de oliva y pescado, al tiempo que limita el consumo de carne roja y alimentos procesados. Puede ayudar a ralentizar la progresión del Alzheimer.
-Dieta MIND: esta dieta combina elementos de las dietas mediterránea y DASH (Enfoques dietéticos para detener la hipertensión) y hace hincapié en las verduras de hoja verde, las bayas, los cereales integrales, las legumbres, los frutos secos, el pescado y el aceite de oliva, al tiempo que limita el consumo de carne roja, dulces, queso, mantequilla y alimentos fritos.
5. Suplementos nutricionales
Algunas vitaminas y minerales pueden ayudar a mantener la salud cerebral y a tratar las deficiencias relacionadas con el deterioro cognitivo.-Selenio: Las investigaciones muestran que las personas con la enfermedad de Alzheimer tienen niveles más bajos de selenio en la sangre en comparación con las personas mayores sanas.
-Zinc: Los primeros ensayos clínicos sugieren que la terapia con zinc puede ayudar a las personas con la enfermedad de Alzheimer al reducir los niveles nocivos de cobre y posiblemente mejorar la cognición.
-Vitaminas B: Un metanálisis de 95 estudios realizado en 2022 descubrió que los suplementos de vitamina B pueden ayudar a ralentizar el ritmo del deterioro cognitivo.
6. Ejercicios aeróbicos y de resistencia
La actividad física regular, como caminar, hacer jardinería, cocinar o practicar deportes, puede ayudar a ralentizar el deterioro cognitivo y retrasar la progresión de la demencia.Combinar ejercicios aeróbicos y de fuerza con actividades cotidianas como caminar, bailar y hacer jardinería favorece la salud cerebral y el bienestar general. Intente realizar al menos 30 minutos de actividad cinco días a la semana para mejorar la circulación y la salud cerebral.
7. Dormir lo suficiente
El sueño profundo y reparador de ondas lentas no REM ayuda a proteger el cerebro contra la beta-amiloide. Las investigaciones muestran una fuerte conexión entre la progresión del Alzheimer y el sistema circadiano, el reloj interno del cuerpo que controla el sueño, la vigilia y otros ciclos diarios. El sistema circadiano regula la actividad de aproximadamente la mitad de los 82 genes asociados con el riesgo de Alzheimer.8. Meditación
La meditación puede favorecer la salud cerebral y ayudar a prevenir o incluso revertir el deterioro cognitivo. Las investigaciones demuestran que las personas que meditan experimentan menos atrofia del hipocampo —una reducción del tamaño del hipocampo, que controla la formación de la memoria, el aprendizaje y la navegación espacial— y refieren menos aislamiento y soledad, factores relacionados con un mayor riesgo de padecer Alzheimer. La meditación también puede mejorar el sueño, reducir la presión arterial y disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, lo que favorece aún más la salud general del cerebro y el cuerpo.9. Aromaterapia
La aromaterapia, que utiliza aceites esenciales de origen vegetal mediante inhalación o aplicación sobre la piel, puede ayudar a mejorar el pensamiento y la memoria en personas con la enfermedad de Alzheimer, ya que los aceites esenciales poseen propiedades neuroprotectoras y antienvejecimiento.Algunos de los aceites esenciales recomendados son:
-Lavanda: Calma el estado de ánimo y puede reducir la depresión, la ira y la irritabilidad.
-Melisa: Alivia la ansiedad y el insomnio, y puede favorecer la memoria.
-Ylang-ylang: Ayuda a aliviar la depresión y puede mejorar el sueño.
-Bergamota: reduce la ansiedad, la agitación y el estrés, y puede favorecer el sueño.
10. Otras consideraciones
Aunque no son tratamientos, estos enfoques desempeñan un papel fundamental en el bienestar de las personas con la enfermedad de Alzheimer.-Medidas de seguridad y apoyo: el entorno debe ser luminoso, alegre y seguro, con una estimulación moderada, como un televisor o una radio a bajo volumen, para evitar abrumar a la persona. Mantener una estructura y una rutina para las tareas diarias, como comer, bañarse y dormir, ayuda a la orientación, proporciona una sensación de estabilidad y puede mejorar el sueño. Las actividades programadas regularmente, tanto físicas como mentales, favorecen la independencia y la participación, y pueden simplificarse en pasos más pequeños a medida que avanza la demencia.
-Cuidados a largo plazo: Los centros especializados en cuidados a largo plazo cuentan con personal cualificado, rutinas estructuradas, actividades significativas y medidas de seguridad.
La progresión de la enfermedad de Alzheimer es impredecible. Por término medio, los pacientes viven unos siete años después del diagnóstico, aunque el curso de la enfermedad puede variar mucho, con una duración que oscila entre uno y 25 años. La mayoría de las personas que pierden la capacidad de caminar no sobreviven más de seis meses, pero la esperanza de vida varía de una persona a otra.
¿Cómo afecta la mentalidad a la enfermedad de Alzheimer?
Las investigaciones demuestran que mantener una actitud positiva está relacionado con una mejor salud y un menor riesgo de demencia.La curiosidad es fundamental para la memoria y el aprendizaje. Un estudio de 2019 reveló que despertar la curiosidad mejora el aprendizaje al agudizar la atención y aumenta la retención al fortalecer la consolidación de la memoria.
¿Cómo puedo prevenir la enfermedad de Alzheimer?
Dado que se desconocen las causas de la mayoría de los casos de enfermedad de Alzheimer, no existe una forma segura de prevenirla. Sin embargo, las siguientes medidas pueden ayudar a reducir el riesgo.Opciones de estilo de vida
Los hábitos y rutinas diarios pueden influir en la salud cerebral a largo plazo y pueden ayudar a reducir el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer.-Manténgase activo mental y socialmente: Participe en actividades, oportunidades de aprendizaje o voluntariado para estimular el cerebro.
-Deje de fumar: Favorece la salud cerebral y cardíaca y reduce el riesgo de demencia.
-Limitar el consumo de alcohol: Mantener el consumo dentro de límites seguros para proteger la salud cognitiva a largo plazo.
-Hacer ejercicio con regularidad: Incluye actividades aeróbicas y de fortalecimiento muscular para favorecer la circulación y la función cerebral.
-Beber té verde: Proporciona antioxidantes que, cuando se consumen con regularidad, están relacionados con una mejor memoria y capacidad de razonamiento.
-Mantener emociones positivas: Un estudio de 2020 descubrió que las personas que declararon tener emociones más positivas a lo largo de un mes experimentaron un menor deterioro de la memoria a lo largo de una década.
Controlar las afecciones médicas
El control de las afecciones crónicas desempeña un papel importante en la reducción del riesgo de deterioro cognitivo.-Controle la diabetes, las enfermedades cardíacas y la hipertensión arterial: Ayuda a reducir el riesgo de demencia al proteger los vasos sanguíneos y favorecer la salud cerebral.
-Trate la depresión: favorece el bienestar cognitivo y emocional y puede reducir el riesgo de demencia.
-Hágase chequeos médicos periódicos: ayuda a identificar y tratar las deficiencias relacionadas con el aumento del riesgo de demencia.
-Revisar la audición y la visión con regularidad: Ayuda a identificar y tratar las deficiencias relacionadas con un mayor riesgo de demencia.
Otras consideraciones
Hay otros factores y estrategias de apoyo que también pueden contribuir a la salud general del cerebro y a reducir el riesgo de demencia.-Ajedrez: Las investigaciones demuestran que jugar a juegos como el ajedrez está asociado con un menor riesgo de demencia; un estudio de 2023 siguió a más de 10 000 hombres australianos de edad avanzada durante 10 años y descubrió que jugar con frecuencia a juegos de mesa como el ajedrez reducía el riesgo.
-Sildenafil (Viagra): Las investigaciones sugieren que puede reducir el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer hasta en un 69 % y puede ayudar a mejorar el flujo sanguíneo cerebral
-Asesoramiento genético: Puede ser útil cuando varios miembros de la familia han desarrollado demencia a una edad temprana
¿Cuáles son las posibles complicaciones de la enfermedad de Alzheimer?
La enfermedad de Alzheimer en fase avanzada puede dar lugar a otras afecciones médicas, entre ellas-Neumonía por aspiración: Las dificultades para tragar pueden hacer que los alimentos o los líquidos entren en los pulmones, provocando neumonía por aspiración, la principal causa de muerte en la mayoría de las personas con enfermedad de Alzheimer.
-Caídas: Los problemas de equilibrio, la reducción de la conciencia espacial y la alteración de la percepción de la profundidad aumentan el riesgo de caídas.
-Desnutrición y deshidratación: La reducción del apetito o el olvido de comer o beber pueden provocar una nutrición y una ingesta de líquidos inadecuadas.
-Deambulación: la desorientación y la inquietud pueden provocar una tendencia a salir de casa de forma insegura.
-Cambios de personalidad: Los patrones de comportamiento alterados pueden tensar las relaciones.
-Delirios y alucinaciones: Las creencias falsas o ver y oír cosas que no están presentes pueden aumentar la angustia y la confusión.
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