El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, celebró una conferencia de prensa en Kiryat Gat, Israel, el 21 de octubre para anunciar el establecimiento de un Centro de Cooperación Civil-Militar.
Aunque las tropas estadounidenses ayudarán a operar el centro de comando (un esfuerzo conjunto entre los gobiernos israelí y estadounidense destinado a guiar los esfuerzos de paz en el Medio Oriente), el vicepresidente dijo que no se desplegarán en la Franja de Gaza.
"Los únicos verdaderos mediadores son los Estados Unidos de América, y ese es el papel que vamos a desempeñar", dijo Vance. "Creo que el pueblo estadounidense debería saber que no habrá tropas estadounidenses sobre el terreno en Gaza".
La asistencia militar de las tropas estadounidenses se limita a la creación de un plan de reconstrucción y reurbanización para apoyar la estabilidad a largo plazo en la región. Israelíes y estadounidenses trabajarán juntos para "garantizar que haya fuerzas de seguridad sobre el terreno en Gaza, no compuestas por estadounidenses, que puedan mantener la paz a largo plazo", afirmó.
Las fuerzas de seguridad de otras naciones, incluidas tropas de Turquía e Indonesia, podrían ayudar en las operaciones de mantenimiento de la paz, aunque la decisión en última instancia recae en los funcionarios israelíes, dijo Vance.
"Creemos que todos tienen un papel que desempeñar aquí", dijo, señalando los desafíos financieros y logísticos de la reconstrucción de Gaza. "No vamos a imponer nada a nuestros amigos israelíes en lo que respecta a las tropas extranjeras en su territorio, pero sí creemos que los turcos tienen un papel constructivo que desempeñar, y francamente, ya lo han hecho muy bien".
Resolver un conflicto en Medio Oriente que se remonta a milenios "va a llevar mucho, mucho tiempo", dijo Vance, rechazando los titulares de los medios de comunicación de los últimos días que sugerían que el alto el fuego se estaba rompiendo.
He percibido una actitud extraña en los medios estadounidenses y occidentales, donde casi se anhela el fracaso; cada vez que ocurre algo malo, cada vez que hay un acto de violencia, existe la tendencia a decir: "Oh, este es el fin del alto el fuego, este es el fin del plan de paz", dijo. "No es el fin. De hecho, es exactamente como esto tenderá que suceder".
Steve Witkoff, enviado especial a Oriente Medio, dijo que la negociación del acuerdo de paz era el primer paso de un largo proceso.
"Firmar este acuerdo fue un desafío en sí mismo, pero la implementación es lo más importante", dijo. "Y creo que estamos superando nuestras expectativas en este momento".
Las lecciones aprendidas durante las negociaciones y el proceso de reconstrucción servirán a los futuros líderes cuando aborden otros acuerdos de paz, dijo Witkoff.
El yerno de Trump, Jared Kushner, quien trabajó con Witkoff en el acuerdo de paz, dijo que "las cosas están yendo según lo previsto, con ambas partes pasando de dos años de guerra muy intensa a una postura actual de paz".
"Ha sido realmente una gran coordinación porque todos creen que es posible crear algo mejor en Gaza".
Kushner agregó que las áreas controladas por Hamás no recibirán asistencia ni recursos para la reconstrucción.
El presidente Donald Trump anunció el 8 de octubre que Israel y Hamás habían acordado un acuerdo de alto el fuego e intercambiar reales y detenidos.
Trump dijo más tarde que Hamás sería “aniquilado” si no cumplía con el acuerdo.
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