El 20 de septiembre, el presidente Donald Trump instó a la fiscal general Pam Bondi a tomar medidas contra sus adversarios políticos, entre ellos el exdirector del FBI James Comey, el senador Adam Schiff (D-Calif.) y la fiscal general de Nueva York, Leticia James.
"He revisado más de 30 declaraciones y publicaciones que dicen, en esencia, la misma historia de siempre, todo son palabras y nada de hechos". No se está haciendo nada. ¿Qué pasa con Comey, Adam 'Shifty' Schiff, Leticia? Todos son culpables como [palabrota], pero no se va a hacer nada", dijo Trump en una publicación de Truth Social dirigida a la fiscal general.
"No podemos retrasarlo más, está acabando con nuestra reputación y credibilidad", añadió. "Me sometieron a dos procesos de destitución y me acusaron (¡5 veces!) POR NADA. ¡SE DEBE HACER JUSTICIA, YA!".
Sus comentarios se produjeron dos horas después de que nominara a Lindsey Halligan como fiscal federal del Distrito Este de Virginia, un cargo que, según él, casi se le había concedido a "un fiscal federal apoyado por los demócratas, en Virginia, con un pasado republicano realmente malo. Un republicano woke que nunca iba a hacer su trabajo".
Erik Siebert estuvo desempeñando el cargo de fiscal federal de forma interina, pero no había sido confirmado por el Senado. Trump dijo que fue despedido y que "dos de los peores senadores demócratas" lo apoyaron.
Mientras tanto, Trump elogió a Halligan por su participación en "la lucha victoriosa contra la instrumentalización de nuestro sistema judicial por parte del corrupto Joe Biden y los demócratas de izquierda radical, de la que fue testigo de primera mano cuando defendió mis derechos durante la redada inconstitucional y antiamericana en mi casa, Mar-a-Lago, en Palm Beach, Florida".
Más tarde ese mismo día, los periodistas le pidieron al presidente que aclarara sus declaraciones. Él dijo que no estaba molesto con Bondi, pero enfatizó la urgencia de tomar medidas legales.
"Tenemos que actuar rápido de una forma u otra", dijo. "De una forma u otra. Son culpables o no son culpables. Tenemos que actuar rápido. Si no son culpables, no pasa nada. Si son culpables o si deben ser juzgados, deben ser acusados y tenemos que hacerlo ahora".
Aunque el presidente no entró en detalles, Siebert estuvo dirigiendo la investigación sobre el caso de fraude hipotecario de James. Según una declaración conjunta de los senadores Mark Warner (D-Va.) y Tim Kaine (D-Va.), la oficina de Siebert no pudo encontrar "pruebas incriminatorias" para presentar cargos.
Trump parecía no estar de acuerdo. "Incluso mintió a los medios de comunicación y dijo que había dimitido y que no teníamos ningún caso", dijo Trump en su publicación. "No, yo lo despedí, y hay un GRAN CASO y muchos abogados y expertos jurídicos lo dicen".
The Epoch Times se puso en contacto con el Departamento de Justicia para obtener más aclaraciones.
El senador Chuck Schumer (D-N.Y.) se pronunció en contra de utilizar el Departamento de Justicia para cualquier acción de este tipo.
"Está despidiendo a cualquiera que no parezca formar parte de sus acólitos, y lo está convirtiendo en un instrumento que persigue a sus enemigos, sean culpables o no —y la mayoría de ellos no son culpables en absoluto— y que ayuda a sus amigos", dijo Schumer en el programa "State of the Union" de la CNN el 21 de septiembre, describiéndolo como una "amenaza para la democracia" y "el camino hacia una dictadura".
"Habrá formas legales de luchar contra esto", añadió Schumer. "Intentaremos encontrar formas legislativas de luchar contra esto, pero también el pueblo estadounidense debe hacer saber a sus representantes lo terrible que es esto para la democracia".
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