MANILA, Filipinas — Miles de personas fueron evacuadas de las aldeas del norte de Filipinas y las escuelas y oficinas cerraron el lunes en el archipiélago y la vecina Taiwán, ya que uno de los tifones más fuertes de este año amenazaba con causar inundaciones y deslizamientos de tierra en su camino hacia el sureste de China.
El supertifón Ragasa tenía vientos sostenidos de 215 km/h (134 mph) con ráfagas de hasta 295 km/h (183 mph) cuando azotó la isla de Panuitan, frente a la provincia de Cagayan, a media tarde del lunes, según informaron los meteorólogos filipinos.
Los ciclones tropicales con vientos sostenidos de 185 km/h (115 mph) o más se clasifican en Filipinas como supertifones, una designación adoptada hace años para subrayar la urgencia que entrañan estas perturbaciones meteorológicas extremas.
Ragasa se dirigía hacia el oeste y se preveía que permaneciera en el mar de China Meridional al menos hasta el miércoles, pasando al sur de Taiwán y Hong Kong antes de tocar tierra en el continente chino.
La agencia meteorológica de Filipinas advirtió de la posibilidad de inundaciones costeras, afirmando que "existe un alto riesgo de marejadas ciclónicas que pueden poner en peligro la vida, con olas de más de 3 metros (casi 10 pies) en las próximas 24 horas en las localidades costeras bajas o expuestas" de las provincias septentrionales de Cagayan, Batanes, Ilocos Norte e Ilocos Sur.
Se cortó el suministro eléctrico en la isla de Calayan y en toda la provincia montañosa septentrional de Apayao, al oeste de Cagayan, según informaron los responsables de la respuesta ante desastres.
Ragasa dejó al menos tres muertos y cinco desaparecidos, y desplazó a más de 17,500 personas a causa de las inundaciones y los deslizamientos de tierra provocados por la tormenta, según informaron la agencia de respuesta a desastres del país y las autoridades provinciales.
Entre los fallecidos se encuentra un hombre de 74 años, que murió mientras lo trasladaban al hospital tras quedar atrapado en uno de los cuatro vehículos que quedaron parcialmente sepultados por el lodo, las rocas y los árboles que se desprendieron de la ladera de una montaña y cayeron sobre una estrecha carretera el lunes en la localidad montañosa de Tuba, en la provincia de Benguet, según informaron las autoridades.
Otros dos aldeanos murieron en la tormenta, entre ellos un residente de la localidad de Calayan, un grupo de islas al norte de la provincia de Cagayan, donde el supertifón tocó tierra el lunes, según informaron las autoridades sin dar más detalles.
El presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., suspendió el trabajo del gobierno y todas las clases el lunes en la capital y en 29 provincias de la principal región septentrional de Luzón.
Más de 8200 personas fueron evacuadas a lugares seguros en Cagayan, mientras que 1220 huyeron a refugios de emergencia en Apayao, zona propensa a inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra. Se suspendieron los vuelos nacionales en las provincias del norte azotadas por el tifón, y se prohibió a los barcos pesqueros y a los transbordadores interinsulares salir de los puertos debido al mal estado del mar.
Ragasa, la decimocuarta perturbación meteorológica que azota Filipinas este año, llega mientras las autoridades y ambas cámaras del Congreso investigan un escándalo de corrupción relacionado con presuntos sobornos que dieron lugar a proyectos de control de inundaciones deficientes o inexistentes.
Los condados de Taitung y Pingtung, en el sur de Taiwán, ordenaron el cierre de algunas zonas costeras y montañosas, así como de las islas periféricas de Orchid y Green.
Ragasa también obligó a cancelar los vuelos de la tarde a las islas periféricas y suspendió varios servicios de ferry, según informó la Agencia Central de Noticias.
Al menos seis personas resultaron heridas y más de 7000 fueron evacuadas en Taiwán cuando el tifón azotó el sur de la isla, y más de 8000 hogares se vieron afectados por un corte de electricidad, según informó la Agencia Central de Noticias.
En la provincia de Fujian, en la costa sureste de China, se suspendieron 50 rutas de ferry. Las autoridades de Shenzhen, el centro tecnológico del sur de China, planearon reubicar a unas 400,000 personas, incluidos los residentes que viven en zonas bajas y propensas a las inundaciones. El aeropuerto de Shenzhen anunció que suspendería los vuelos a partir del martes por la noche.
El Centro Meteorológico Nacional de China pronosticó que el tifón tocaría tierra el miércoles en la zona costera entre la ciudad de Shenzhen y el condado de Xuwen, en la provincia de Guangdong.
Se espera que Ragasa azote el sur de Hong Kong y Macao. Aunque se prevé que el aeropuerto de Hong Kong permanezca abierto, la autoridad aeroportuaria de la ciudad anunció que los vuelos se reducirían significativamente a partir de las 6 de la tarde del martes y que la mayoría de las operaciones aéreas se verían afectadas el miércoles.
La aerolínea de bandera de Hong Kong, Cathay Pacific Airways, ha anunciado que los vuelos de pasajeros con salida y llegada a la ciudad después de las 6 de la tarde del martes quedarán suspendidos, con más de 500 cancelaciones previstas.
Otras aerolíneas con sede en Hong Kong han anunciado que sus vuelos se verán afectados, incluida la aerolínea de bajo costo HK Express, que ha informado de la cancelación de más de 100 vuelos entre el martes y el jueves.
Todas las escuelas de Hong Kong y Macao permanecerán cerradas durante los dos próximos días. Se han suministrado más sacos de arena de lo habitual a las zonas propensas a las inundaciones en Hong Kong, mientras que la policía de Macao ha instado a las personas que viven en zonas bajas a prepararse para una posible evacuación.
Se espera que Ragasa traiga lluvias torrenciales y fuertes vientos a las zonas costeras de China continental a partir del martes.
Varias ciudades, como Jiangmen, Yangjiang, Zhongshan y Zhuhai, en el sur de la provincia de Guangdong, ordenaron la suspensión de las clases, las oficinas, las fábricas y los medios de transporte.
El tifón podría tocar tierra en Guangdong más de una vez, según la agencia meteorológica china. Las autoridades instaron a los residentes a almacenar suministros de emergencia, reforzar puertas y ventanas y evacuar las zonas subterráneas.
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