Miembros de la Guardia Nacional de Texas han llegado a Illinois tras su despliegue por parte del presidente Donald Trump.
La llegada de cientos de guardias movilizados por la Casa Blanca se produce dos días después de que el gobernador de Illinois, JB Pritzker, anunciara el 5 de octubre que la administración estaba planeando la medida. Ese mismo día, una corte bloqueó el despliegue de guardias nacionales de California en Portland, Oregón.
En una demanda presentada el 6 de octubre, Illinois demandó a la administración en un intento por retrasar el despliegue, mientras Trump intensificaba sus amenazas de enviar tropas a Chicago, que el presidente calificó de "zona de guerra" plagada de delincuencia.
La demanda del estado afirma: "El pueblo estadounidense, independientemente de dónde resida, no debería vivir bajo la amenaza de ocupación por parte del ejército de Estados Unidos, y menos aún simplemente porque los dirigentes de su ciudad o estado hayan caído en desgracia ante el presidente".
Actualmente, los miembros de la Guardia Nacional de Texas —cuyo despliegue fue aprobado por el gobernador Greg Abbott— se encuentran en un centro de entrenamiento del ejército en Illinois.
El lunes, Abbott publicó una foto en las redes sociales en la que se veía a los guardias de Texas subiendo a un avión. En ese momento no dijo adónde se dirigían.
En declaraciones a los periodistas el martes, el alcalde de Chicago, Brandon Johnson, dijo que la administración Trump le ha proporcionado información mínima sobre el despliegue, incluida su ubicación o misión.
"Nada de eso se ha aclarado", dijo Johnson en una conferencia de prensa el martes. Afirmó que la federalización de la Guardia Nacional es "inconstitucional, ilegal y peligrosa".
Con información de Associated Press.
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