Autoridades estadounidenses confirmaron que los dos militares asesinados el pasado fin de semana en el centro de Siria eran miembros de la Guardia Nacional del Ejército de Iowa.
Dos soldados y un civil estadounidense murieron, y tres resultaron heridos en un ataque terrorista del ISIS el 13 de diciembre.
Los miembros de la Guardia Nacional fueron identificados como el sargento Edgar Brian Torres Tovar, de 25 años, de Des Moines, Iowa, y el sargento William Nathaniel Howard, de 29 años, de la Guardia Nacional de Iowa con base en Marshalltown. Las autoridades estadounidenses aún no han revelado el nombre del civil estadounidense.
"Su misión era apoyar las operaciones en curso contra el ISIS [y] contra el terrorismo en la región. Nuestros corazones están con sus familias, seres queridos y la Guardia Nacional de Iowa en este momento de profundo dolor", dijo en un comunicado el general Steven Nordhaus, jefe de la Oficina de la Guardia Nacional.
"Honramos su valentía y sacrificio, y nunca los olvidaremos ni olvidaremos su servicio. También pensamos y rezamos por las familias del intérprete civil que murió y los otros tres guardias que resultaron heridos. Que Dios les conceda su mano protectora".
Jeffrey Bunn, jefe del Departamento de Policía de la Nación Meskwaki, escribió en las redes sociales que la comunidad perdió a "dos de nuestros soldados de la Guardia Nacional del Ejército de Iowa" en el ataque de Siria, y dijo que uno de ellos es su hijo.
"Nuestro hijo Nate fue uno de los soldados que pagó el sacrificio definitivo por todos nosotros, para mantenernos a salvo. Le encantaba lo que hacía y era el primero en llegar y el último en marcharse, sin dejar a nadie atrás", escribió Bunn en Facebook, refiriéndose a Howard.
Durante el fin de semana, el presidente Donald Trump prometió que el ejército tomaría represalias contra el ISIS, una organización terrorista extranjera que se apoderó de zonas de Siria e Irak en la década de 2010 antes de que una coalición liderada por Estados Unidos expulsara al grupo. Varios miles de soldados estadounidenses siguen desplegados en Siria para combatir al ISIS.
"Este fue un ataque del ISIS contra Estados Unidos y Siria, en una zona muy peligrosa de Siria, que no está totalmente controlada por ellos", dijo Trump en una publicación en las redes sociales.
Trump dijo a los periodistas en la Casa Blanca el 13 de diciembre que el nuevo presidente de Siria, Ahmed al-Sharaa, estaba "devastado por lo sucedido" y destacó que Siria estaba luchando junto a las tropas estadounidenses. Trump dijo en su publicación que al-Sharaa estaba "extremadamente enfadado y perturbado por este ataque".
El Mando Central de Estados Unidos dijo que una sola persona perteneciente al ISIS llevó a cabo la emboscada. Trump dijo que los tres soldados que resultaron heridos "parecen estar bastante bien". El ejército estadounidense declaró que el atacante murió en el lugar del ataque, y miembros de las fuerzas de seguridad sirias también resultaron heridos.
Al-Sharaa tomó el poder en Siria tras la caída del régimen del líder sirio Bashar al-Assad el año pasado. El ataque contra las fuerzas estadounidenses fue el primero de este tipo desde la salida de Assad.
"Habrá represalias muy graves", escribió Trump en su plataforma Truth Social.
El secretario de Defensa de EE. UU., Pete Hegseth, escribió en una publicación en X: "Que quede claro: si atacan a estadounidenses, en cualquier parte del mundo, pasarán el resto de su breve y angustiosa vida sabiendo que Estados Unidos los perseguirá, los encontrará y los matará sin piedad".
Con información de Associated Press.
