WASHINGTON — Dos miembros de la Guardia Nacional recibieron disparos cerca de la Casa Blanca el miércoles 26 de noviembre, tras el ataque el presidente Trump y funcionarios del gobierno expresaron su condena.
Alrededor de las 2:40 p. m. ET de este miércoles, el Departamento de la Policía Metropolitana de Washington D. C. informó que se había producido un tiroteo en la intersección de la calle 17 con la calle I, al noroeste. A las 3 p. m. la policía dijo que había detenido a un sospechoso.
Jeff Carroll, subdirector ejecutivo de la Policía Metropolitana de DC, informó que el sospechoso parecía ser un pistolero solitario que tendió una emboscada a los guardias.
“Un sospechoso apareció por la esquina, levantó el brazo con un arma de fuego y disparó contra los miembros de la Guardia Nacional”, dijo Carroll en la conferencia de prensa.
En un comunicado de prensa enviado por correo electrónico a The Epoch Times, un portavoz de la Fuerza Operativa Conjunta-DC dijo que los miembros de la fuerza operativa patrullaban cerca de la estación de metro Farragut West cuando fueron atacados.
"La Fuerza Operativa Conjunta-DC está colaborando estrechamente con la policía metropolitana y con otras fuerzas del orden asociadas", dijo el portavoz.
Miembros de la Guardia Nacional del Distrito de Columbia y miembros de la Guardia Nacional de otros estados de apoyo se han incorporado a la Fuerza Operativa Conjunta-DC.
El gobernador de Virginia Occidental, Patrick Morrisey, dijo en su red social de X que están recibiendo informes contradictorios sobre el estado de los agentes atacados, tras anunciar que los agentes habían fallecido.
"Recibimos informes contradictorios sobre el estado de nuestros dos miembros de la Guardia y les proporcionaremos información adicional una vez que recibamos información más completa. Nuestras oraciones están con estos valientes militares, sus familias y toda la comunidad de la Guardia", dijo Morrisey.
"Estamos en contacto permanente con las autoridades federales mientras continúa la investigación", dijo en un mensaje previo.
El presidente Trump condenó el ataque en una publicación de Truth Social y advirtió que quien " disparó a los dos guardias nacionales... pagará un precio muy alto".
"Únanse a mí para rezar por los dos miembros de la Guardia Nacional que acaban de recibir disparos hace unos momentos en Washington D. C.", escribió la secretaria de Seguridad Nacional, Kirsti Noem, en una publicación en X alrededor de las 3 p. m.
La secretaria Noem dijo que el Departamento de Seguridad Nacional colabora con las fuerzas del orden locales en la investigación del incidente.
El secretario de Guerra, Pete Hegseth, por su parte expresó que el ataque sólo refuerza la determinación de la administración Trump y que está solicitando guardias adicionales para el distrito.
"Nunca cederemos", escribió Hegseth en X. "Esto ocurrió a pocos pasos de la Casa Blanca. No se tolerará, y por eso el presidente Trump me ha pedido, y yo le pediré al Secretario del Ejército y la Guardia Nacional, que agreguemos 500 soldados adicionales, guardias nacionales, a Washington D. C.".
El director del FBI, Kash Patel, y la fiscal general Pam Bondi también publicaron en sus redes sociales peticiones de oraciones.
En una conferencia de prensa Patel dijo que los guardias estaban en estado crítico en el hospital y se comprometió a llevar a los responsables ante la justicia.
"El FBI está participando y colaborando en la investigación en Washington D. C. tras el tiroteo que ha tenido lugar esta tarde contra miembros de la Guardia Nacional", dijo Patel en X.
Mari Otsu, reportera de NTD, medio asociado a The Epoch Times, dijo que el incidente ocurrió poco antes de las 2:15 p. m. Se escucharon múltiples disparos cerca de Farragut West. "Un miembro de la Guardia Nacional cayó mientras otros se apresuraban a acudir al lugar", dijo.
Las tropas de la Guardia Nacional implicadas en el tiroteo estaban asignadas a la Fuerza Operativa Conjunta-DC, una misión puesta en marcha por el presidente Donald Trump en agosto para apoyar los esfuerzos de las fuerzas del orden locales y federales en la capital del país.
El tiroteo se produjo en un momento polémico para la ciudad y la administración Trump, que han estado litigando sobre la presencia de la Guardia Nacional. Un juez federal dictaminó el 20 de noviembre que la presencia de la Guardia era ilegal.
