5 citas de Confucio que siguen vigentes hoy en día

Si alguna vez has oído a alguien mencionar la doctrina del justo medio, has entrado en contacto con la sabiduría confuciana.

Confucio, conocido en chino como Kongzi, vivió hace más de 2500 años (551-479 a. C.). Nació en el estado de Lu, la actual provincia de Shandong, en una época en la que China estaba fragmentada por reinos rivales y plagada de corrupción política. En ese contexto, se convirtió en uno de los maestros más influyentes de la historia.

Confucio fue un filósofo, educador y guía moral que creía que el camino hacia una sociedad mejor comenzaba con el cultivo de la virtud en el individuo. Hizo hincapié en tres valores fundamentales:

Ren: Esta sola palabra tiene un montón de significados. El carácter chino para "ren" está compuesto por dos partes: "persona" a la izquierda y "dos" a la derecha del carácter. Algunos estudiosos creen que ren no tiene una explicación definitiva y que es la virtud fundamental que Confucio promueve para las relaciones interpersonales, que abarca la lealtad, la reciprocidad, la benevolencia y el altruismo. Arthur David Waley, un pionero traductor y sinólogo británico, lo denominó "bondad" en su traducción de 1938.

Yi: La virtud de yi se refiere a la rectitud, o a hacer lo correcto incluso cuando es el camino más difícil.

Li: Una vez más, este único carácter tiene una amplia gama de significados implícitos y no tiene equivalente en inglés. Básicamente, se refiere al ritual y la conducta adecuados, desde las formas sociales hasta los ritos ceremoniales. Confucio dijo en "Liji" (Libro de los ritos): "¿Qué es li (la corrección ritual)? Li es el código de conducta y las reglas que seguimos en lo que hacemos".

Confucio enseñó que li es el conjunto de reglas, costumbres y normas que guían el comportamiento adecuado en todos los ámbitos de la vida. Sin li, la sociedad cae en el desorden: Las familias pierden la armonía, los gobernantes y los funcionarios pierden la jerarquía, los ejércitos pierden la disciplina e incluso las interacciones cotidianas pierden su sentido del respeto y la proporción. En resumen, li proporciona la estructura que mantiene el equilibrio entre la conducta personal y la vida pública.

Las enseñanzas de Confucio fueron recopiladas posteriormente por sus discípulos en un libro titulado "Las Analectas". Sus ideas moldearon la cultura china durante siglos y se extendieron por toda Asia Oriental, influyendo en Japón, Corea y Vietnam.

Damas de la corte jugando al doble seis durante la dinastía Tang. (Zhou Fang)

El legado de Confucio no siempre ha sido fácil. El Partido Comunista Chino (PCCh), que defiende el ateísmo y la violencia, prohibió el confucianismo en China, calificándolo de "superstición feudal", junto con otras filosofías tradicionales. Durante la Revolución Cultural china de la década de 1960, los Guardias Rojos del PCCh destrozaron los templos dedicados a Confucio e incluso profanaron su tumba y la desenterraron.

Sin embargo, en los últimos años, el PCCh ha utilizado su nombre en el extranjero, a través de los Institutos Confucio creados en campus educativos, para promover la retórica del PCCh y avanzar en sus objetivos de poder blando bajo su Departamento de Trabajo del Frente Unido, una agencia encargada de supervisar las actividades de influencia de Beijing en China y en el extranjero.

A pesar de décadas de represión, apropiación y reinterpretación, la verdad de las palabras de Confucio sigue resonando. Aquí hay cinco de sus citas, todas tomadas de "Las Analectas", que siguen siendo sorprendentemente relevantes hoy en día.

5 citas de Confucio

Confucio creía que todo el mundo merecía la oportunidad de aprender. En una época en la que la educación era un privilegio de la aristocracia, abrió su escuela a cualquiera que mostrara entusiasmo, independientemente de su riqueza o su origen.

En las Analectas, Confucio dijo: "Nunca he rechazado enseñar a nadie que haya venido a mí con el pequeño obsequio de diez tiras de carne seca".

Un erudito chino en un prado. (Artista anónimo de la dinastía Song)

En aquella época, llevar un regalo modesto como este era una forma habitual de mostrar respeto al reunirse con un maestro (lo que en chino se conoce como «shuxiu»). Con estas palabras, Confucio enfatizaba que estaba dispuesto a enseñar a cualquiera que deseara aprender sinceramente, sin importar lo humilde que fuera su ofrenda. Con el tiempo, shuxiu se convirtió en sinónimo del regalo tradicional que un alumno le hacía a su maestro.

2. "No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti".

Esta cita se parece mucho a la regla de oro de las religiones y tradiciones occidentales: «Trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti».

Confucio quería decir que la verdadera virtud requiere ponerse en el lugar de los demás.

La cita proviene de una conversación entre Confucio y su discípulo Zi Gong, quien una vez le preguntó: "¿Existe una sola palabra que pueda guiar las acciones de una persona durante toda su vida?".

Zi Gong quería que su maestro resumiera el principio rector de la vida en una sola palabra.

Confucio respondió: "Quizás sea 'shu': No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti".

Zeng Shen, otro destacado discípulo de Confucio, explicó más tarde que shu (generosidad y amabilidad hacia los demás) y zhong (lealtad o responsabilidad) son la esencia del ren que Confucio promovió como el más alto estándar moral, representando las buenas cualidades de los seres humanos.

Zeng Shen era conocido principalmente por su piedad filial y por haber participado en la redacción de diez libros que contribuyeron enormemente al confucianismo.

3. "Quien gobierna el Estado con virtud es comparable a la Estrella Polar, que permanece en su posición fija mientras las demás estrellas giran a su alrededor".

Para Confucio, la clave del liderazgo era el ejemplo moral.

En términos sencillos, significa que la virtud personal de un líder puede inspirar al pueblo, aportar estabilidad a la nación y ganarse una confianza y un apoyo duraderos. Esta idea muestra lo mucho que Confucio valoraba gobernar con virtud, un concepto que marcó profundamente el pensamiento político tradicional chino y se convirtió en un principio rector para los gobernantes sabios a lo largo de la historia.

4. "Los nobles de espíritu no se aferran a la vida a costa de la rectitud; están dispuestos a dar su vida para defenderla".

A lo largo de la historia china, muchos eruditos y funcionarios intentaron estar a la altura de este ideal, eligiendo en ocasiones el martirio antes que el compromiso. En términos modernos, nos recuerda a los denunciantes, a aquellos perseguidos por sus creencias o a cualquiera que arriesgue su seguridad personal por un principio superior.

Esta cita va al corazón de la idea de Confucio del junzi, el "caballero" o "persona noble". Según él, una persona así valora la integridad por encima de la supervivencia.

El mismo espíritu apareció en otras culturas. Los primeros cristianos, bajo la persecución romana, se enfrentaron a la tortura y la ejecución antes que renunciar a su fe, fortaleciendo su tradición con valentía y sacrificio.

Detalle de "En un sendero de montaña en primavera", del artista chino Ma Yuan, 1190-1225. (Museo Nacional, Taipéi, Taiwán/Dominio público)

5. "La virtud de la doctrina del justo medio es suprema, pero la gente la ha descuidado durante mucho tiempo".

Confucio elogió la doctrina del justo medio, también conocida como el estado de equilibrio y armonía, que es un llamamiento al equilibrio y a evitar los extremos. La doctrina del justo medio, dijo, no es debilidad, sino sabiduría: permite la armonía, la estabilidad y la equidad.

En la práctica, esto significaba animar a las personas a ser reflexivas, mesuradas y autocríticas, en lugar de precipitadas o extremistas. Los psicólogos modernos lo llamarían regulación emocional, Confucio lo llamaba virtud.

En una época en la que la polarización política y la indignación en las redes sociales dominan la vida cotidiana, su recordatorio de buscar el equilibrio es tan importante hoy como entonces.

Por qué sus palabras siguen siendo relevantes

Desde el derecho a la educación hasta la empatía, pasando por el liderazgo moral, la integridad y el equilibrio, sus palabras han viajado a lo largo de 25 siglos y siguen dejando huella.

La China de la época de Confucio puede haber sido una tierra de señores feudales y cortes rituales, muy alejada de nuestro mundo de teléfonos inteligentes y democracias. Sin embargo, sus ideas sobre la naturaleza humana siguen siendo tan agudas como siempre. Nos recuerdan que la sabiduría no envejece y que las verdades más poderosas suelen ser las más simples.