David Matas, el investigador más destacado sobre la sustracción de órganos en China, no visita Australia con frecuencia, pero cada vez que lo hace, ha sido objeto de injerencias extranjeras, incluidas amenazas de muerte y un tiroteo desde un vehículo en marcha.
El abogado canadiense especializado en derechos humanos y miembro de la Orden de Canadá, que fue nominado al Premio Nobel de la Paz en 2010, afirma que se han producido múltiples intentos de impedirle presentar su trabajo a los australianos.
Junto con el difunto ministro del gabinete canadiense David Kilgour, publicó el primer informe de investigación importante sobre la sustracción forzada de órganos por parte del Partido Comunista Chino a practicantes de Falun Gong, una disciplina espiritual y práctica de meditación que ha sufrido una brutal persecución durante 25 años.
Presentación sobre ética en los trasplantes: cambios y modificaciones
El mes pasado, Matas presentó un resumen para participar en la conferencia anual de la Asociación Australiana de Enfermeras de Trasplantes, que se celebrará en Brisbane los días 23 y 24 de octubre.El resumen fue aceptado inicialmente para una «presentación de póster» al margen de la conferencia, y luego se le concedió un espacio completo para una ponencia (de 20 minutos) en el escenario principal.
Sin embargo, esta oferta fue posteriormente rescindida con un correo electrónico enviado a Matas por la Asociación en el que se le informaba que, dado que a otros presentadores de pósteres no se les había asignado su propio turno, los organizadores debían seguir sus directrices para ser "justos e igualitarios".
El abogado de derechos humanos David Matas frente al Parlamento en Canberra, Australia, el 28 de octubre de 2025. (Wang Nan/NTD)En su lugar, realizaría la presentación del póster tal y como se había decidido inicialmente, lo que implica montar una exposición (con un póster que resume su investigación) en la zona cercana a la conferencia principal para que los asistentes interactúen y hagan preguntas.
Se realizaron cuatro presentaciones durante la hora del almuerzo del 23 de octubre y dos el 24 de octubre.
Además, se le pidió a Matas que proporcionara el material para su presentación de póster "para su revisión" antes del evento, a fin de garantizar que cumpliera con las "directrices de inclusión".
Matas solicitó un enlace a las directrices de inclusión, pero no recibió respuesta.
Siguió adelante y preparó un póster, que envió por correo electrónico a los organizadores preguntando si había que cambiar algo, y de nuevo no recibió respuesta.
Cuando Matas llegó a Brisbane, finalmente recibió una respuesta en la que se le permitía presentar su póster, pero se le recordó que no distribuyera ningún material adicional ni trajera personal.
"Lo único que se permite distribuir es una copia del póster, nada más", decía el correo electrónico, compartido con The Epoch Times.
"No permitimos que nadie utilice nuestra conferencia nacional de educación para hacer propaganda política, no lo toleraremos".
Matas, que ya ha participado en conferencias anteriormente, dijo que nunca había distribuido material ni se había dedicado a "hacer propaganda política".
"Estas advertencias no se basaban en mi comportamiento pasado", declaró Matas en una mesa redonda parlamentaria celebrada en Canberra el 28 de octubre, según declaraciones vistas por The Epoch Times.
Matas preguntó a otros cinco ponentes si habían recibido alguna solicitud de los organizadores para enviar sus pósteres con antelación y si habían recibido instrucciones o consejos sobre lo que no debían decir durante las presentaciones.
Los cinco afirmaron que no habían recibido ninguna comunicación de ese tipo.
"Era evidente que la justificación que dieron los organizadores para retirar mi invitación como ponente, que todos los ponentes con pósteres debían ser tratados por igual, era falsa. Me estaban tratando de forma diferente", afirmó.
"La retirada de la invitación como ponente tenía alguna otra explicación no revelada".
The Epoch Times se puso en contacto con la Asociación Australiana de Enfermeras de Trasplantes para obtener una respuesta, pero no recibió ninguna.
Tiroteos desde vehículos en marcha, cancelaciones repentinas de eventos, amenazas de muerte
Las visitas del abogado a Australia suelen encontrarse con dificultades.En 2008, Matas tenía previsto dar una conferencia en la Universidad Bond de Gold Coast.
Menos de una semana antes del evento, los organizadores recibieron un correo electrónico en el que se les informaba que el lugar ya no estaba disponible. Cuando se contactó por teléfono al vicerrector, este afirmó que no le preocupaba el contenido del discurso y que la decisión era definitiva.
Más tarde, después de que se reubicara el evento, un participante en Internet preguntó a Matas durante la sesión de preguntas y respuestas:
"¿Tiene miedo a la muerte? Está interfiriendo brutalmente en las políticas internas de nuestro partido. ¿Tiene miedo de nuestra venganza?".
Matas afirma que el hombre era un agente de policía del PCCh.
En 2010, durante otro viaje a Brisbane, la edición china de The Epoch Times tenía previsto organizar una mesa redonda con Matas, pero, en vísperas del evento, la oficina del periódico fue objeto de un tiroteo desde un vehículo en marcha con un rifle de aire comprimido.
Un agujero perforado por un disparo en la ventana delantera de la oficina de The Epoch Times en Sunnybank, Brisbane, Australia, el 28 de octubre de 2010. (The Epoch Times)En 2018, un local reservado para proyectar un documental sobre los Institutos Confucio controlados por el PCCh en la Universidad Victoria de Melbourne fue retirado 10 días antes del evento.
Más tarde, tras una inspección, se descubrió que el local de la universidad estaba vacío en el momento del evento.
Una "acumulación de incidentes" a lo largo de muchos años
Los retos a los que se enfrenta Matas se producen en medio de la preocupación constante por la represión transnacional instigada por el PCCh, una "forma más agresiva" de injerencia extranjera destinada a influir en los sistemas políticos extranjeros para obtener el control sobre los disidentes, los grupos religiosos o los defensores de los derechos humanos en países como Australia."Si hoy el PCCh puede reprimir a los practicantes de Falun Gong, mañana puede atacar a cualquier grupo o individuo que no le guste", dijo Lucy Zhao, presidenta de la Asociación Falun Dafa de Australia, en una entrevista con NTD TV.
"Esto amenazaría los valores y libertades fundamentales de este país libre... Esperamos que el Gobierno y los legisladores australianos tomen medidas oportunas para detener lo antes posible la represión transnacional del PCCh en Australia".
Practicantes de Falun Dafa con pancartas para concienciar sobre la sustracción forzada de órganos y llevar a Jiang Zemin ante la justicia, en Melbourne, Australia, el 14 de julio de 2018. (Daniel Cameron/NTD)Matas señaló que el PCCh dispone de una serie de herramientas para la represión transnacional.
"Gran parte de la opresión transnacional es criminal de una forma u otra. Puede tratarse de amenazas, acoso o intimidación", afirmó.
"Intentan aprovechar sus comunidades de la diáspora [china] para hacerlo... También aprovechan las relaciones con los países de origen o amenazan a los familiares que se encuentran en el país de origen, sobre los que tienen un control total".
"Pero si no se identifica como opresión transnacional, las autoridades tienden a... pasarlo por alto porque no parece tan grave. No se dan cuenta del contexto. No se dan cuenta de la acumulación de incidentes".
El abogado de derechos humanos sugirió que el Gobierno australiano llevara a cabo una investigación.
"La clave para afrontarla reside en comprender la prevalencia de la represión transnacional, el daño que causa y su impacto en el desarrollo", afirmó.
En respuesta, el Departamento de Interior australiano dijo que no haría comentarios sobre casos individuales.
"La injerencia extranjera y el espionaje amenazan lo que más valoramos de nuestro país: Nuestra cohesión social, nuestra democracia de confianza y nuestra libertad de pensamiento y expresión", declaró un portavoz a The Epoch Times por correo electrónico.
"El Gobierno australiano y nuestras agencias de seguridad trabajan continuamente para proteger a los australianos y nuestro modo de vida, lo que incluye tomar medidas rápidas y adecuadas para defendernos de la injerencia extranjera".
"Las fuerzas del orden y las agencias de inteligencia de Australia evalúan, investigan, desarticulan y, cuando es posible, persiguen los actos de injerencia extranjera".
El reportero de NTD Philippe Wang contribuyó a este reportaje.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
