LAGOS, Nigeria— El miércoles 24 de diciembre por la noche explotó una bomba en una mezquita durante las oraciones en la ciudad de Maiduguri, en el noreste de Nigeria, ocasionando la muerte de cinco personas, en lo que la policía describió como un probable ataque suicida.
La policía dijo que como resultado del incidente también 35 personas resultaron heridas.
Nahum Daso, portavoz del comando policial en el estado circundante de Borno, dijo en un comunicado que en el lugar se encontraron fragmentos de un presunto chaleco suicida.
El presunto atentado es el último de una serie de ataques en la conflictiva región del norte de Nigeria, donde el país lucha contra múltiples grupos armados, entre ellos Boko Haram y su grupo escindido, el Estado Islámico Provincia de África Occidental.
Desde 2009, miles de personas han muerto y millones han sido desplazadas de sus hogares, según las Naciones Unidas.
Ningún grupo ha reivindicado la responsabilidad del presunto ataque. El supuesto uso de atacantes suicidas ha sido atribuido en gran medida a Boko Haram, el grupo terrorista islámico que antes se ha atribuido la responsabilidad de muchos ataques similares en la región noreste.
Los analistas estiman que el uso de terroristas suicidas por parte del grupo ha disminuido en los últimos años, aunque consideran que aún tiene la capacidad de lanzar tales ataques.
En julio de 2024 un atentado suicida con tres frentes durante una ceremonia nupcial en Borno reavivó la posibilidad de la reutilización de este método por parte del grupo terrorista.
Por Ope Adetayo















