Rusia anunció un plan para construir una central eléctrica en la Luna para 2036.
La corporación espacial estatal de Moscú, Roscosmos, dijo en un comunicado del 24 de diciembre en la aplicación de mensajería Telegram que planea construir una central eléctrica lunar para 2036 y firmó un contrato con la empresa aeroespacial Lavochkin Association para lograr su objetivo.
Según Roscosmos, el objetivo de la central eléctrica lunar es "el suministro de energía a largo plazo a los consumidores (rovers lunares, observatorio) del programa lunar ruso, así como a las instalaciones de infraestructura de la Estación Internacional de Investigación Lunar".
La Estación Internacional de Investigación Lunar, que es una empresa conjunta entre Rusia y China, llevará a cabo tareas que incluyen el desarrollo de naves espaciales, pruebas experimentales en tierra, pruebas de vuelo y el despliegue de infraestructura en la Luna, según el comunicado de Roscosmos.
"El proyecto es un paso importante hacia la creación de una estación científica lunar permanente y la transición de misiones puntuales a un programa de exploración lunar a largo plazo", añadió la corporación.
En el proyecto colaboran con Roscosmos la corporación nuclear estatal rusa Rosatom y el Instituto Kurchatov, el principal instituto de investigación nuclear de Rusia, lo que sugiere que la central eléctrica en cuestión será de energía nuclear.
El director de Roscosmos, Dmitry Bakanov, dijo en junio que uno de los objetivos de la corporación era instalar una central nuclear en la Luna y explorar Venus, conocido como el planeta "hermano" de la Tierra.
Desde que el cosmonauta soviético Yuri Gagarin se convirtiera en el primer hombre en viajar al espacio en 1961, Moscú se enorgulleció de sus hazañas en la exploración espacial, pero en las últimas décadas quedó rezagada con respecto a Estados Unidos y China.
El anuncio de Roscosmos se produce pocos días después de que el presidente Donald Trump emitiera una orden ejecutiva para impulsar una política de superioridad estadounidense en el espacio exterior.
"La superioridad en el espacio es una medida de la visión y la voluntad nacionales, y las tecnologías que los estadounidenses desarrollan para lograrla contribuyen de manera sustancial a la fortaleza, la seguridad y la prosperidad de la nación", afirmó Trump en la orden.
"Por lo tanto, Estados Unidos debe aplicar una política espacial que amplíe el alcance de los descubrimientos humanos, garantice los intereses económicos y de seguridad vitales de la nación, impulse el desarrollo comercial y siente las bases para una nueva era espacial".
La orden describe la política espacial de la administración, centrada en cuatro prioridades principales: ampliar el alcance de la humanidad y la presencia de Estados Unidos en el espacio como líder mundial en la exploración espacial; defender y asegurar los "intereses vitales de seguridad nacional y económica" de Estados Unidos hacia, desde y en el espacio; utilizar la libre empresa estadounidense para hacer crecer una "economía espacial comercial vibrante"; y hacer posible "el próximo siglo de logros espaciales" mediante el desarrollo y el despliegue de capacidades avanzadas.
Se enumeran varios objetivos específicos con plazos que se acercan rápidamente.
Para 2028, Estados Unidos necesita llevar de nuevo a los estadounidenses a la Luna, demostrar prototipos de tecnologías de defensa antimisiles de última generación y atraer al menos 50 000 millones de dólares de inversión a los mercados espaciales de Estados Unidos.
Para 2030, Estados Unidos debe establecer los elementos fundamentales de un puesto avanzado lunar permanente, así como garantizar que un reactor nuclear en la superficie lunar esté listo para su lanzamiento y asegurar una vía comercial para sustituir la Estación Espacial Internacional.
Otros objetivos incluyen mejorar la rentabilidad y la sostenibilidad generales de la creciente economía espacial mediante inversiones en infraestructura terrestre, como zonas de lanzamiento y aterrizaje, la mejora de los modelos de negocio y la habilitación de operaciones de lanzamiento comercial.
El presidente también afirmó que Estados Unidos debe establecer las normas para las operaciones espaciales, como la gestión del tráfico, la mitigación de los desechos orbitales y la navegación lunar, a fin de sentar las bases necesarias para colocar la bandera estadounidense en Marte.
Este impulso para dar prioridad al espacio durante el nuevo año se produce cuando la NASA se prepara para enviar su primera misión tripulada alrededor de la Luna desde 1972, como parte de su misión Artemis II.
La ventana de lanzamiento se abre a principios de febrero, con el objetivo de lanzarla a más tardar el 30 de abril.
Con información de T.J. Muscaro.
















