El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el 27 de noviembre que "detendría de forma permanente la migración procedente de todos los países del Tercer Mundo" y expulsaría a los extranjeros "incapaces de amar" a Estados Unidos, afirmando que estas medidas eran necesarias para permitir la plena recuperación del sistema estadounidense.
En una publicación en Truth Social, Trump dijo que, aunque Estados Unidos ha avanzado en tecnología, la política de inmigración del país ha erosionado esos avances y ha afectado a las condiciones de vida de los ciudadanos.
Para abordar esta situación, Trump prometió que su administración trabajaría para detener la inmigración procedente de "países del tercer mundo", suspender todas las prestaciones y subsidios federales a los no ciudadanos, desnaturalizar a los inmigrantes que socavan la tranquilidad interna y deportar a cualquier extranjero que se considere "una carga pública, un riesgo para la seguridad o incompatible con la civilización occidental".
Trump también prometió expulsar a cualquier persona que el gobierno considere que "no es un activo neto" para Estados Unidos o que es "incapaz de amar" al país.
"Estos objetivos se perseguirán con el fin de lograr una reducción importante de las poblaciones ilegales y disruptivas, incluidas aquellas admitidas a través de un proceso de aprobación automática no autorizado e ilegal", dijo. "Solo la MIGRACIÓN INVERSA puede remediar completamente esta situación".
Trump publicó el mensaje tras el tiroteo del 26 de noviembre en Washington, que dejó a dos miembros de la Guardia Nacional de Virginia Occidental gravemente heridos. Sarah Beckstrom, una de las dos miembros de la Guardia Nacional que recibió un disparo, falleció a causa de sus heridas el 27 de noviembre.
El sospechoso fue identificado como Rahmanullah Lakanwal, ciudadano afgano de 29 años, quien, según dijo la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, entró a Estados Unidos en septiembre de 2021 en el marco de la Operación Allies Welcome, el programa de reasentamiento de la era Biden puesto en marcha tras la retirada estadounidense de Afganistán.
Trump condenó el tiroteo como "un acto malvado, un acto de odio y un acto de terrorismo", y pidió que se vuelva a investigar a todos los afganos que entraron en Estados Unidos bajo la administración Biden.
"Ahora debemos reexaminar a todos y cada uno de los extranjeros que entraron a nuestro país desde Afganistán bajo la administración Biden", dijo el presidente. "Si no pueden amar a nuestro país, no los queremos".
Tras el incidente, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos anunció el 26 de noviembre que había suspendido indefinidamente la tramitación de todos los casos de inmigración de ciudadanos afganos, a la espera de una revisión más exhaustiva de los protocolos de seguridad y control.
Lakanwal había trabajado anteriormente con varias entidades del gobierno estadounidense, incluida la CIA, mientras prestaba servicio con una fuerza aliada en Kandahar (Afganistán), según declaró el director de la CIA, John Ratcliffe, a Fox News en una entrevista publicada el 26 de noviembre.
En octubre, la administración Trump redujo el límite de admisión de refugiados para el año fiscal 2026 a 7500 y dijo que daría prioridad a los afrikaners y a "otras víctimas de discriminación ilegal o injusta en sus respectivos países de origen". El nuevo límite supone una drástica reducción con respecto a la cuota de 125,000 refugiados establecida para el año fiscal 2025 por la administración Biden.
Con información de Tom Ozimek.
